Una mujer pasó 11 años presa por un asesinato en Misiones y la Corte Suprema de Justicia de Argentina la liberó porque no había pruebas suficientes para condenarla

Hoy salió de la prisión Cristina Liliana Vázquez, acusada de haber asesinado a golpes a Ersélide Leila Dávalos en el 2001. La decisión fue dictada por la Corte Suprema de Justicia que la absolvió junto a la otra detenida Luciana Rojas, porque al revisar su expediente no se encontraron pruebas contundentes que las involucren con el crimen.

Martín Ayala. Radio Libertad

Tras la decisión de la Corte Suprema de Justicia de absolver a Cristina Liliana Vázquez y a Lucía Cecilia Rojas por el homicidio de la anciana Ersélide Leila Dávalos, el abogado de Vázquez, Martín Ayala informó que hoy su patrocinada salió en libertad, después de 11 años de haber sido encarcelada sin condena y “por no haber un debido proceso”.

El letrado analizó las principales causas de esta decisión que coincide con lo expresado por la Ley del derecho de presunción de inocencia que no se habría considerado en este caso.

En 2001 asesinaron a golpes a la anciana de 79 años, ya hubo condena y confirmación en dos oportunidades. Pero la Corte Suprema de Justicia anuló esa confirmación y entendió que en la sentencia que confirmó la condena no se había tratado en forma adecuada el descargo de Vázquez y Rojas por el que sostenían no ser responsables del hecho que se les atribuyó.

Ayala afirmó en Radio Libertad que, la decisión de la Corte Suprema responde a que no se consideró para las acusadas el principio de la presunción de inocencia.

«El argumento más importante que toma en consideración la Corte Suprema es que para todos los ciudadanos y habitantes de Argentina rige el principio de inocencia y en el caso de Cristina y de la Sra. Rojas no se había demostrado la pérdida de estos principios”. Detalló que en el asesinato, “no había alguna prueba de la participación de Cristina en el hecho o suceso, es decir no habían huellas digitales, pruebas de ADN y las declaraciones testimoniales eran contradictorias porque las personas que declararon haber visto a Cristina en la zona cambiaban constantemente de versión”, explicó.

“La Corte Suprema demuestra que no existían pruebas suficientemente contundentes para condenar a las dos personas por homicidio que es el delito más grave del Código Penal y fundamentalmente por esta falta de argumentación y fundamentos, es que la Corte critica el fallo del Superior Tribunal de Misiones y en Buenos Aires toman la decisión de absolver a estas dos personas”.

En relación al tercer acusado, Omar “Kolinos “Jara”, el abogado explicó que de no plantear (su defensa) y solicitar la revisión de su caso, no accedería a las mismas condiciones.

“Yo no lo defiendo y ni siquiera Jara y Rojas están detenidos en Misiones, en cambio Cristina sí en Garupá, pero advierto que es probable que si no planteó el mismo recurso o el pedido de revisión ante la Corte Suprema no podrá tener las mismas condiciones. No conozco la situación procesal del señor y si existe alguna posibilidad que pueda plantear la revisión de la condena, pero esta sentencia beneficia exclusivamente a Rojas y Vásquez”, contó.

Críticas al fallo

Entre las principales observaciones que la Corte Suprema encontró es que el “el Tribunal Penal y, tampoco, el Superior no explican cuál ha sido el rol o la participación de las tres personas condenadas. No está claro y tampoco indican si fue cómplice y en qué grado de complicidad y está claro que no hubo pruebas suficientes porque no se sabe qué pasó con cada una de las tres personas«, dijo.

El abogado cuestionó que el Tribunal Penal al momento de fundar las condenas, en relación a Cristina Vázquez, parte de algunas sospechas o indicios como que, “Cristina era una joven que en ese momento no tenía trabajo, que salía de noche a muy altas horas, que era homosexual y decían que estas acciones daban indicios de una vida desordenada y suponen desde el Tribunal, que por eso habría participado del suceso”.

Afirmó que guiarse de estas ideas “revela un pensamiento muy peligroso, porque de acuerdo a qué hora salgo o duermo, o en qué trabajo, quiénes son mis amistades, eso me pondría como sospechoso de cometer algún delito y el más grave del código Penal (…) para condenar un delito tan grave debe haber pruebas contundentes que en este caso no existieron y a pesar de todas estas falencias, dos personas estuvieron más de una década detenidas”, lamentó.

Reinserción a la sociedad

Cristina tenía 19 años cuando su vecina fue asesinada, a pesar de ser joven, el letrado consideró que requerirá de mucho apoyo familiar para afrontar su retorno a la sociedad. “Es muy compleja la situación porque a pesar de que la Sra. Cristina es joven e inteligente y ha seguido leyendo en su situación de encierro, es complicado que se le permita una reinserción en la comunidad que sea fácil por lo que aún queda un gran trabajo de parte de la familia y de sus afectos”.

 

SPM

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