Urgencias y desafíos

Alberto Fernández asume la Presidencia de la Nación consiente de la necesidad de enfrentar, al menos, dos urgencias fundamentales que deberá resolver en el corto plazo. Pero también su gestión tiene que afrontar desafíos impostergables para proyectar el destino de todos los argentinos.

 

Solucionar el problema del HAMBRE es una de esas tareas urgentes. Para ese frente de batalla Fernández ha designado al licenciado Daniel Arroyo, quien ya viene trabajando desde hace varias semanas en medidas que se implementarán ni bien el nuevo gobierno asuma el control del Estado.

 

El otro aspecto prioritario es resolver el desastroso estado del sistema de salud. Programas de prevención desmantelados, centros de atención desfinanciados, un recurso humano mal remunerado, son la escenografía de un cuadro sanitario que evidencia estadísticas preocupantes y la reaparición de enfermedades que se creían erradicadas. Esa tarea la asumirá alguien que sabe cómo apagar los incendios generados por sus antecesores: Ginés González García.

 

A diferencia de las urgencias, los desafíos requieren de políticas a mediano y largo plazo, cuyos resultados no se podrán apreciar durante los primeros años de gobierno. Por eso, el desafío inicial es contener la esperanza de los que votaron al Frente de Todos y a aquellos que no lo hicieron, pero necesitan confiar en un futuro mejor para el país.

 

Sostener esta expectativa es fundamental para enfrentar el GRAN desafío que esta gestión tiene por delante: poner en marcha el país productivo y generar las millones de fuentes de trabajo imprescindibles para recuperar la dignidad de un pueblo golpeado por la desocupación. Solo así podrá Alberto Fernández alcanzar la gran meta de todo gobierno peronista, que es construir un gran país. Y eso solo se logra con un pueblo feliz.

 

Por: Raúl Timerman

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas