Denuncian que obra social no quiere cubrir el tratamiento de un bebé misionero con un extraño síndrome congénito

Máximo Salvador tiene tres meses de vida y requiere ser trasladado a Buenos Aires para confirmar si padece del Síndrome de Berdón, una rara enfermedad que afecta a solo 230 pacientes a nivel mundial. Belén Cáceres, madre del pequeño, cuestionó que la obra social de los Médicos de la Ciudad de Buenos Aires (OSMEDICA), le ponga trabas para este procedimiento que le corresponde por ser afiliado y que es de suma importancia para mantenerlo con vida.

Belén Cáceres. Radio Libertad

Belén Cáceres, madre de Máximo Salvador, un bebé que nació con una extraña enfermedad congénita, denunció a la obra social de los Médicos de la Ciudad de Buenos Aires (OSMEDICA) por no cubrir con el traslado ni lo exámenes genéticos que requiere el niño para iniciar su tratamiento.

“La obra social es la que tiene que proveerle a Máximo el acceso al derecho fundamental de la salud, contemplado en la Constitución Nacional, ella es la encargada de buscarle un lugar especializado en la parte intestinal y renal y permitir que mejore su calidad de vida, cosa que no está sucediendo, no quieren cumplir con su deber de proveedora de salud, nos ponen palos en la rueda para no cumplir (…)  ni siquiera me quieren autorizar el estudio genético necesario para confirmar ese diagnóstico, y yo lo único que le exijo al Estado Nacional y Provincial es que me ayude”, afirmó en una publicación en redes sociales.

Síndrome congénito

En una entrevista en Radio Libertad, Cáceres narró cómo a las 12 semanas de su embarazo, sus médicos detectaron que el bebé tenía una mega vejiga, que afectaba su sistema urinario.

“Los doctores me dijeron que él no se iba a poder desarrollar y que sus pulmones tampoco porque la vejiga ocupaba mucho espacio, pero llegó a las 36 semanas y nació con más de dos kilos  y con toda la pancita sin músculos, ni su aparato urinario funcionando”, expresó.

La madre de Máximo contó que en primera instancia en el Hospital de Pediatría le diagnosticaron el síndrome de Prune belly o del abdomen ciruela pasa, que se caracteriza por la ausencia de músculos abdominales y piel arrugada en el vientre.

Lo único que cubre los órganos de mi bebé es su piel, pero a medida que fueron pasando los días, los médicos se dieron cuentan que sus intestinos tampoco se movían y continuaron con los estudios”, dijo.

En sus casi tres meses Máximo Salvador habría pasado por tres cirugías y diversos exámenes, sorprendiendo a mucho por su fuerza y vitalidad. “Ahora está estable, no necesita respirador, pero sí precisa el tratamiento”, dijo la mamá.

Con los nuevos síntomas que detectaron, para los doctores puede tratarse del Síndrome de Berdón, una enfermedad más rara aún y que registra apenas 230 casos a nivel mundial.

Para confirmar este diagnóstico Máximo debe ser trasladado a Buenos Aires para realizarle unos estudios genéticos y habilitarlo para su alimentación parenteral, para lo cual Belén debe recibir capacitación para poder nutrirlo en casa.

“La genetista manda la muestra a Buenos Aires y se hace allá y se ve qué síndrome tiene. Y para su alimentación parenteral la la obra social tampoco quiere autorizar el traslado. Mi bebé va a necesitar mucho tiempo y en el hospital no le pueden tener más con esos aparatos. En la cCpital le deben colocar todo para mejorar su calidad de vida y me enseñen a mí a mantenerlo”, dijo.

Cáceres presentó diversas cartas a la obra social de los Médicos de la Ciudad de Buenos Aires (OSMEDICA) con sede en la calle Rivadavia en Posadas y hasta ahora no recibe respuesta.

“Yo soy monotributista y elegí esa obra social, porque me dijeron que era buena. Él nació hace tres meses y para afiliarle me hicieron hacer un millón de cosas y ahora que está afiliado y estable me dicen que no que están evaluando y que los auditores están en contacto con los médicos del hospital y que corren riesgo y eso es mentira. Ninguno de ellos vino a ver a mi hijo”, cuestionó.

Lamentó que no tomen como urgencia su caso y expresó, “creo que están esperando un desenlace fatal y que pase lo peor para ahorrarse la plata. Los médicos me explicaron que mi hijo corre riesgo de infección si sigue aquí, cada día agarra algún bichito que le hace tener fiebre y está con antibióticos todo el tiempo”, manifestó preocupada.

“Tuve que hacer público el caso de mi hijo porque no me escuchaban. Me dicen que como Máximo corre riesgo de vida, no le quieren atender, pero mi bebé no está moribundo, solo está con su bolsita (…) no estoy pidiendo nada que no me correspondan quiero que reciba la atención que merece”, acotó.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas