Cientos de fieles comenzaron a marchar esta madrugada en bicicleta desde la Rotonda de Posadas, hasta la histórica Basílica, en una nueva edición de las muestras de fe más convocantes del país. Será la edición N° 39 de la peregrinación de ciclistas del Mercosur hacia el santuario de la Virgen de Itatí en Corrientes.
Desde muy temprano la rotonda de Posadas se fue poblando de ciclistas dispuestos y ansiosos a recorrer 270 km hasta la basílica. Después de las palabras y posterior bendición del padre Marcelo, se inició la caravana encabezada por dos móviles de la policía y una ambulancia que los escoltó hasta el Arco que divide Posadas con Corrientes.
Como la primera vez hace 39 años, y acompañados por un buen chamamé y palabras de aliento, fieles Misioneros partieron a saludar a la Virgen en el Dia de la Inmaculada Concepción, el próximo domingo 8 de diciembre.
En los rostros de los ciclistas se observa que hay una risa, una historia y una anécdota distinta, aunque todos ellos comparten una misión: renovar la esperanza, dar gracias, pedir a la Madre y compartir momentos agradables, por medio de la fe.
Lito de Iguazú comentó su experiencia en la peregrinación hacia Itatí “Esperemos que la Virgencita nos acompañe y lleguemos todos sanos y salvos”, y sostuvo que “tengo 73 años y tuve algunos problemas de salud y lo estoy superando con el ciclismo”.
“Este año que nos regale mucha salud y que nuestra Argentina mejore un poquito”, indicó Lito un fiel que vino desde Puerto Iguazú a sumarse para la caravana.
Con un clima agradable y con una temperatura ideal para pedalear, donde el viento favorece a muchos “debutantes” que por primera vez se animan a esta travesía, de esta manera a las 4.30 arrancaba la tradicional peregrinación hacia Itatí.
Raúl López, de Garupá tendrá su experiencia n° 17 arriba de la bici e indicó “agradezco a Dios por la fuerza que me da, hace 8 años tuve un accidente muy feo y pensé que iba perder una pierna. Gracias a Dios me recupere y cada vez estoy mejor”.
“La amistad que hay a lo largo del camino, donde hay grupos y capillas que nos sirven desayuno, leche, fruta, de todo. Es una experiencia única, les recomiendo a todos que hagan un esfuerzo, muchos tienen miedo, pero hay que animarse siempre”, señaló Raúl de Garupá.
A la religiosidad por la Virgen, se añaden otros motivos: la práctica del ciclismo como deporte y la tendencia del cicloturismo. Una actividad recreativa y no competitiva que consiste en trasladarse por las ciudades a un ritmo pausado y bajo la consigna de disfrutar los paisajes. Con fe y agradecimientos e ilusión los feligreses ya están en camino a Itatí, para brindarles su homenaje a la Virgen.
AR