Una gata salvó a su dueña y evitó una tragedia

Era una noche más para Danielle Schafer. Apagó la luz, se acomodó en la cama y cerró los ojos para quedarse profundamente dormida en cuestión de segundos. Habían pasado pocas horas desde que había entrado en estado de reposo, sin embargo, repentinamente su gata Kitty se abalanzó sobre ella.

La humana y la gata se habían mudado recientemente a ese departamento en Lansing, Nueva York para que Schafer pudiera estar más cerca de la escuela de veterinaria en la Universidad de Cornell, donde cursaba su último año. Hacía cinco años que Schafer había rescatado a Kitty al costado de la autopista y, desde entonces, se habían vuelto inseparables.

Después de esos años de convivencia, cada una conocía las costumbres de la otra. Y no estaba entre las actividades de Kitty despertar a su humana en la mitad de la noche. Pero ese día había sido diferente. Algo estaba pasando y la gata insistió hasta que Schafer se levantó y corrió hacia la puerta principal. «Vi llamas rojas, humo y fuego». Y, aunque corrió de regreso a su habitación y supo que tenía que salir del departamento en ese mismo instante, no pudo encontrar a la gata.

Fue entonces cuando escuchó una gran explosión que venía de la calle. El fuerte ruido asustó a Kitty que pasó corriendo delante de ella hasta perderse por completo en la oscuridad de la noche. Mientras, un intenso fuego abrasador bloqueaba la puerta principal y Schafer intentó encontrar otra ruta de escape. «Estaba tratando de desbloquear las ventanas de mi habitación. No abrían. El humo estaba entrando. Empecé a llorar porque no podía encontrar a Kitty».

Cerró la puerta de su habitación y salió corriendo por la última salida que tenía: una puerta del patio, también rodeada de llamas. «Corrí a través del fuego y el humo y gritando por ayuda». Un hombre que pasaba por el edificio la escuchó y corrió hacia ella. «¡Mi gata está adentro!», le decía mientras señalaba la ventana de su habitación.

Schafer estaba tan concentrada en rescatar a Kitty que no advirtió lo rápido que se había extendido el fuego. Levantó la vista y vio que todo su edificio ahora estaba envuelto en llamas. Mientras estaba allí aturdida, los padres de dos niños que vivían en el segundo piso abrieron su ventana pidiendo ayuda, no habían logrado salir por la puerta principal debido al fuego. «Había toda una familia atrapada en su departamento. Me dejaron a los bebés y corrí con ellos en brazos hasta un estacionamiento cercano por seguridad. Pronto los padres escaparon y se reunieron con sus hijos».

Cuando llegaron los bomberos, Schafer les rogó que salvaran a Kitty. Los equipos de rescate prometieron que tratarían de encontrar a su gata y pasaron toda la madrugada combatiendo el incendio. A la mañana siguiente, Schafer regresó a su departamento. Su corazón se hundió cuando vio el edificio. Todo había quedado reducido a escombros humeantes. Y, aunque el fuego había consumido casi todo lo que Schafer tenía en el departamento, ella se aferraba a la esperanza de que Kitty sobreviviera de alguna manera.

«Escuché a un bombero decir: ¿Dónde está esa chica? ¡Estaba sosteniendo a Kitty!». «Fue como una película. ¡Fue increíble! Ella estaba en sus brazos y me miró como si estuviera enojada porque estaba en los brazos de un completo desconocido».

Brad George, subdirector del Departamento de Bomberos de Lansing fue quien rescató a Kitty. «Cuando entré en el departamento de Schafer, abrí la puerta de la habitación, vi la cama y almohadas contra la pared. Comencé a tirar de las almohadas muy lentamente y vi un pelaje. La gata estaba respirando». George puso a Kitty en su abrigo y se la llevó a Schafer. Y fue entonces cuando Schafer comprendió la increíble serie de eventos que ayudaron a salvar a su gato. Es que, al cerrar la puerta de su habitación segundos antes de dejar el departamento, desaceleró el fuego de envolver su habitación.

Schafer llevó a Kitty a la sala de emergencias veterinarias de la Universidad de Cornell, donde pasó varios días recuperándose. «Los médicos dijeron que es un milagro que esté viva. «Si ella no me hubiera despertado, no sé si estaría aquí ahora. Creo que ella apareció en mi vida por alguna razón».

 

Fuente: The Dodo/La Nación

 

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