El trágico final de Polly Klaas: la nena a la que secuestraron durante un pijama party

La niña tenía doce años cuando invitó a sus amigas a dormir a su casa. Pero durante la noche un hombre entró mientras dormía y se la llevó.

 

La historia de Polly Klaas conmocionó a Estados Unidos y constituyó un quiebre en la legislación vigente hasta el momento.

 

La pequeña de 12 años invitó a sus amigas a disfrutar de un piyama party durante la noche del viernes 1 de octubre de 1993. Sin embargo, lo que debía ser una tarde de juegos y risas se convirtió en la peor pesadilla. Un hombre entró por la noche mientras las pequeñas jugaban y se la llevó sin que nadie pudiera evitarlo.

 

Incluso su madre, Eve Nichol, que dormía con su otra hija de 6 años, no fue consciente de lo que sucedía a apenas unos metros de su habitación.

 

Los cuartos estaban separados solamente por el baño de la hija. Eve les dio las buenas noches y se retiró a su dormitorio.

 

Cerca de las 22, comenzó la pesadilla: la pequeña Polly abrió la puerta de su dormitorio para ir a buscar las bolsas de dormir para sus amigas y un hombre desconocido estaba parado del otro lado.

 

Una vez adentro de la habitación, las amenazó para que no gritaran y las obligó a tirarse al sueño boca abajo. A continuación, las ató con tiras de ropa y las amordazó.

 

Después tomó las fundas de las almohadas y se las puso a las pequeñas en las cabezas. El pánico aumentó pero el hombre les exigió que contaran hasta 1000 y les dijo que, para cuando terminaran de hacerlo, él ya se habría ido. Y lo hizo, pero secuestró a Polly.

 

Cuando las nenas se liberaron, le contaron todo lo que había pasado a Eve y la mujer llamó a la policía.

 

“Aparentemente un hombre se introdujo en casa y se llevó a mi hija. Me acabo de despertar y estoy con las dos chicas que pasan la noche en mi casa con mi hija… ella tiene 12 años y medio”, dijo la mujer.

Los carteles de la desesperada búsqueda de Polly.

 

Cuando el hecho salió a la luz, varios vecinos brindaron su testimonio y aseguraron haber visto al hombre en cuestión esa misma tarde por la zona.

 

La investigación por la desaparición de Polly estuvo plagada de errores. El hombre que se había llevado a la menor de la comodidad de su casa era Richard Allen Davis y tenía un frondoso prontuario que incluía intentos varios de secuestro.

 

Luego de cometer el delito, el acusado cayó con su auto en una zanja tras un llamado al 911 por parte de una mujer, dos oficiales de policía fueron enviados al lugar: Mike Rankin y Thomas Howard. Sin embargo, ninguno de ellos sabía todavía lo del secuestro de Polly Klaas, ocurrido un rato antes en la cercana ciudad de Petaluma.

 

El 27 de octubre, la dueña de la propiedad donde se había encajado el auto encontró lo peor: unas calzas rojas y un buzo negro dado vuelta. Para ese entonces Polly llevaba casi dos meses desaparecida y no había ningún detenido.

 

Llamó a la oficina del Sheriff y comunicó sus hallazgos. El investigador Mike McManus fue hasta allí. Revisando más minuciosamente con Danna el terreno encontraron, además, un envoltorio de preservativo, dos pedazos de correa, una botella de cerveza y unos fósforos. Todo fue levantado de la escena y llevado al laboratorio de criminalística del FBI para comparar con otras prendas tomadas de la casa de Polly. Las calzas y la capucha encajaban a la perfección.

 

Tras ser arrestado, Davis jamás proporcionó el cronograma exacto de cómo se desarrollaron los hechos, pero sí admitió que Polly vivía para el momento en el que le tomaron los datos de su auto.

 

Además, el acusado contó que una vez que la policía se fue del lugar, él volvió y se sorprendió al notar que Polly seguía ahí y no había intentado escapar.

 

La subió de nuevo a su coche, manejó en el medio de la oscuridad y en medio de un paraje desolado, la estranguló y la enterró. En el juicio aseguraría no recordar si la había violado.

 

Richard Allen Davis, de 39 años, no debía haber estado libre aquel día, sino cumpliendo una condena tras las rejas por un grave delito anterior.

 

Tras ser detenido fue acusado y, en 1996, sentenciado a muerte.

 

 

 

Fuente: Radio Mitre

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