Día de la Enfermería: ¿Por qué se celebra el 21 de noviembre en Argentina?

En la Argentina, el 21 de noviembre celebramos el Día de la Enfermería. En esa fecha, en el año 1935, se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicas de Enfermería, que nombró como patrona a la Virgen de los remedios, cuya festividad coincide con la fecha.

 

El Ministerio de Salud de la Nación instituyó por decreto la efeméride, en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora de los Remedios, considerada patrona de la actividad. Según la OMS “la enfermería abarca la atención autónoma y en colaboración a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas las circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la atención a enfermos, discapacitados y personas en situación terminal”.

 

La historia de la enfermería en el mundo desde sus orígenes

 

La palabra enfermería deriva del latín infirmus, que vendría a ser algo así como lo relacionado con los no fuertes. Se podría decir que la enfermería es tan antigua como la humanidad ya que las personas siempre han necesitado cuidados cuando están enfermos o heridos. Se cree que la figura de la enfermera apareció en durante la Edad Media. Las enfermeras eran en su mayoría mujeres sin formación que ayudaban a traer niños al mundo o eran nodrizas.

 

En 1259, los Hermanos de Alexian inauguraron el Ministerio de cuidado de los enfermos y hambrientos, que todavía existe hoy en muchos países, incluyendo Estados Unidos. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios se formó en España en 1550. Desde 1550 a través de 1614, San Camilo de Lelis atendía a los enfermos y moribundos en el Hospital de Santiago en Roma. No fue hasta 1633 cuando San Vicente de Paul fundó la Hija de la Caridad, donde las mujeres comenzaron a jugar un papel más importante en la enfermería organizada.

 

A lo largo de los años, las guerras han aumentado la necesidad de enfermeras y han tenido una gran influencia en la evolución de la enfermería. Florence Nightingale, es ampliamente considerada como la madre de la enfermería moderna, destacando por sus servicios en la guerra de Crimea de 1853 a 1856. Sus esfuerzos de saneamiento disminuyeron drásticamente la tasa de mortalidad y a su vuelta fundó la Escuela Florence Nightingale para Enfermeras en Londres. Fue el primer paso para la auténtica profesionalización de la enfermería. En 1861 las enfermeras empezaron a usar uniforme. Hoy día, la enfermería es ampliamente reconocida en el mundo.

 

Cualidades de una enfermera o enfermero: las 10 claves para la profesión

 

A pesar del progreso vivido en la ciencia enfermera, pasando de ocupación a profesión, todavía se desconocen las aptitudes que se deben reunir para llevar a cabo la tarea correctamente.

 

Desde vittal, institución dedicada a la medicina y emergencias, detalla algunas de las características de todo buen enfermero o enfermera:

 

· Habilidades de comunicación

 

Las habilidades de comunicación sólidas son un fundamento básico para cualquier carrera. Sin embargo, para las enfermeras o enfermeros, es uno de los aspectos más importantes del trabajo. Una gran enfermera tiene excelentes habilidades de comunicación, sobre todo cuando se trata de hablar y escuchar a los pacientes.

 

· Estabilidad emocional

 

La enfermería es un trabajo estresante en la que hay que hacer frente a situaciones difíciles. La capacidad de aceptar el sufrimiento y la muerte sin dejar que afecte a su desempeño profesional es una cualidad crucial en una enfermera.

 

· Empatía

 

Las grandes enfermeras sienten una gran empatía por el dolor y el sufrimiento de los pacientes. Estas profesionales son capaces de sentir compasión por los demás y preocuparse para que estén lo más cómodos posibles.

 

· Flexibilidad

 

Una enfermera o un enfermero debe ser flexible en cuanto a las horas de trabajo y responsabilidades. Las enfermeras, al igual que los médicos, a menudo tienen que hacer horas extra trabajando incluso noches y fines de semana. Es algo a lo que hay que acostumbrarse.

 

· Atención al detalle

 

Cada paso en el campo de la medicina puede tener consecuencias de largo alcance en la salud del paciente. Por eso una enfermera debe prestar atención al detalle y cuidarse de no saltarse los pasos o cometer errores.

 

· Habilidades interpersonales

 

Las enfermeras o los enfermeros son el vínculo entre los médicos y sus pacientes. Así que deben tener buenas habilidades interpersonales para lidiar con ambos, equilibrando las necesidades de cada uno de ellos.

 

· Resistencia física

 

Estar de pie durante largos periodos de tiempo, mover a pacientes, trasladar material, son algunas de las tareas propias del día a día de una enfermera. Todas ellas requieren estar en buena forma.

 

· Habilidades para resolver problemas

 

Los mejores problemas son los que pueden resolverse antes incluso de que se presenten. Una enfermera debe tener las habilidades necesarias para resolverlos y, mejor aún, anticiparlos para evitar situaciones difíciles.

 

· Respuesta rápida

 

Muy a menudo, el trabajo de cuidado de la salud es simplemente tener la habilidad de la respuesta rápida a incidencias repentinas, y las enfermeras siempre han de estar preparadas para lo inesperado. Mantener la cabeza fría en una crisis es una gran cualidad.

 

· Respeto

 

La relación enfermera-paciente se basa en unos cuántos pilares básicos, uno de ellos es el respeto. La enfermera o enfermero tiene que ser respetuoso con la gente a la que atiende, pero también con el resto de sus compañeros.

 

Ilustración: Maru Melgarejo

Fuente: Agencia Moscú

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