Reflexión del Pastor Guillermo Decena: «La soberanía de Dios y nuestra libertad»

No fuimos creados para vivir sin un destino, fuimos creados para ser sustentados por un futuro con sentido y propósito, para ser fortalecidos cada día por esta seguridad y esta confianza: lo que ocurre hoy en nuestras vidas, no importa cuán opaco y ordinario sea, es un paso realmente significativo hacia algo grandioso y bueno y hacia un hermoso mañana.

Efesios 1:3-6. La Biblia muestra que ante la propuesta de la vida todo ser humano puede tomar tres opciones:

1) sorprendentemente puede quitarse la vida él mismo;

2) Puede adormecerse con los entretenimientos de este mundo (alcohol o drogas, televisión, pornografía, novelas románticas, computadoras, trabajo desesperado o juego frenético); o

3) Puede buscar reestablecer el vínculo con Dios encontrando cuál es su verdadero destino.

I) ESTAMOS PREDESTINADOS PARA GRANDES COSAS QUE DIOS HA PREFIJADO EN SU MENTE

Efesios 4:13-14. Hemos sido creados para estar en los propósitos de Dios y los planes de Dios se cumplirán. La predestinación se refiere a los propósitos que ya han sido establecidos para la humanidad y se cumplirán. Tengo la decisión de plegarme, o no, a esos planes ya hechos desde antes de la fundación del mundo.

II) TENEMOS LIBRE ALBEDRIO, PARA DECIDIR NO PARTICIPAR EN LOS PROYECTOS DE DIOS.

1 Corintios 9:17 (NVI). Dios es soberano, Él impone restricciones para nuestro bien. Compone el juego y las reglas de juego en la vida. Establece leyes morales para que podamos prosperar, pero no nos obliga a llevar a cabo estas leyes. De hecho, somos libres de hacer lo que nuestros corazones desean.

Génesis 3:6. Si deseamos violar la ley, lo hacemos. Si queremos rechazar la salvación de Dios en Cristo, podemos hacerlo. Todos tomamos decisiones genuinas, decisiones que se alinean con el deseo de nuestro corazón. Pero esta libertad es también el problema. Consideramos que es poco atractivo—si no imposible—abrazar la soberanía de Dios, porque en el fondo, realmente queremos estar a cargo. Queremos hacer las reglas. Queremos establecer nuestro propio camino, y no incluye el camino de la abnegación y sumisión a Dios Padre.

Deuteronomio 30:19 (NVI). Lo que todos necesitamos no es un libre albedrío (ya tenemos eso), es más bien un nuevo corazón. Necesitamos un poder sobrenatural que nos dé la capacidad de elegir a Dios, amar sus caminos, y abrazar sus «restricciones» como el camino a la verdadera vida. Jesús hizo esto perfectamente. Su corazón era puro. Él optó por seguir la voluntad del Padre, aún cuando significaba sufrimiento y muerte. Si renunciamos a nuestra fijación de auto-soberanía y recibimos la gracia, el amor y el perdón justo de Dios, realmente encontraremos la verdadera vida.

III) AL DECIDIR HACER SU VOLUNTAD, DIOS NOS DA LOS RECURSOS NECESARIOS

En las manos de Dios, lo poco se vuelve mucho. Dios quiere capacitarnos y dejarnos equipados para servirle.

Cuando Dios alcanza tu vida y decides entregarle tu vida a Cristo, tienes un propósito en Dios. Aunque somos pequeños y no tenemos gran capacidad por nosotros mismos, Dios, a través de Cristo, tiene un propósito hermoso para cada uno de nosotros. Creo que esa es la razón por la cual Jesús escogió a quienes escogió para ser sus discípulos.

Hechos 4:13 (NTV). Los primeros discípulos de Jesús, sin ser hombres preparados llegaron a deslumbrar al Sanedrín (una asamblea de sabios). Estos hombres, habían sorprendido a los maestros de la ley.

2 Timoteo 3:16 (NTV). Sabiendo esto, ¿Crees que Dios puede usarte a vos? ¡Claro que Dios puede usarte! Siempre y cuando pases tiempo con Jesús. Dios quiere usar nuestras vidas para ser de bendición a otros y, por ello, Dios quiere equiparnos para que seamos útiles en nuestra casa, en nuestra ciudad, para que seamos de influencia en nuestro trabajo y en nuestra sociedad.

Imagínate si le hubieran puesto a Moisés una prueba de orientación vocacional. Sus resultados hubieran sido algo como: malo para hablar en público, tartamudea. Si le hubieran puesto la prueba a Gedeón: miedoso. Si le hubieran puesto a Pedro una prueba de personalidad: impulsivo, no sigue instrucciones. Sin embargo, cada uno de ellos fue usado por Dios de una manera súper poderosa. El problema de este tipo de pruebas es que te dicen lo que puedes hacer con base a tus habilidades y capacidades presentes, pero no te dicen lo que Dios puede hacer a través de tu vida. Y lo que Dios puede hacer a través de tu vida es mucho mayor de lo que te imaginas.

IV) PODEMOS INFLUIR EN LAS DESICIONES DE DIOS SI SOMOS COLARABORADORES DE ÉL

1 Corintios 3:8-9. “Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”.

El término usado por Pablo para colaboradores, es sunergos. El prefijo sun, significa juntamente. Y ergos, es de por sí más importante, pues se refiere a la energía de Dios. Así, para Pablo no solo hacemos el servicio colaborando con Dios, sino que lo hacemos animados y fortalecidos por la energía divina; es decir, movidos, fortalecidos y guiados por el poder de su Espíritu Santo. Esto implica:

– La tarea de la Iglesia no puede hacerse en nuestras propias fuerzas. Se refiere tanto a la imposibilidad de hacerlo, como a la inconveniencia de tratar de hacer con nuestros recursos. Dada la naturaleza espiritual de la tarea, simplemente no podemos hacer la obra de Dios con nuestros recursos. Además, no conviene que tratemos de hacerlo pues, tarde o temprano, la tarea expondrá nuestras debilidades y terminará por destruirnos. Dios, consciente de ello, nos llama a ser llenos de su Espíritu Santo, para así estar en condiciones de ser sus testigos.

– Nosotros somos quienes nos sumamos al quehacer divino. Los que no son discípulos de Cristo, se acercan a Dios esperando que Él colabore con ellos en lo que están haciendo: vida personal, familia, profesión, empresas, etc. Pero, los discípulos nos sumamos a lo que Él hace, nos negamos a nosotros mismos. Lo interesante es que al seguir así a Cristo, nuestra vida no se desvaloriza, ni pierde calidad ni trascendencia. Por el contrario, nuestra vida adquiere una nueva calidad que la hace plena, satisfactoria y sumamente fructífera. Y esto es maravilloso porque permite el ser íntimos de Dios, “Dios no tiene hijos favoritos, solo que algunos llegan a ser íntimos de Él”.

Que Dios te bendiga y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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