Jerome Mincy: “Venir a Misiones fue reinventarme para surgir en el básquetbol”

18 años después, el boricua que fue la gran figura de Luz y Fuerza en la Liga Nacional de Básquetbol en la década del 90, regresó a Misiones.  “Visitar amigos y recorrer los lugares en los que he estado me trajeron de nuevo hasta aquí”, le dijo a Misiones Online Jerome Mincy. El ala-pivote que deslumbró en el equipo eléctrico y no sólo dejó una huella deportiva en la provincia, “también fue la oportunidad de reinventarme en este deporte”.

 

A los 55 años, la figura de Jerome Alfred Mincy Clark es la misma que en la década del 90 y con sus 2,03 metros, imponía respeto en todas las canchas del básquetbol argentino. Bermuda, remera al tono y la amabilidad propia de una tierra cálida como Puerto Rico, todavía lo distinguen con la humildad de los grandes. Y no sólo de estatura, sino como jugador y fundamentalmente, como persona. El “Negro Jerome” como lo conocieron todos cuando integró el fantástico equipo de Luz y Fuerza que en la temporada 95-96, lideró la Liga Nacional de Básquetbol toda la primera ronda y casi da el gran batacazo en su única temporada en la elite. “Cómo estás amigo…”, la primera expresión de Jerome cuando se encuentra con el cronista de Misiones Online, listo para una charla en una fugaz pero maratónica visita a Posadas. “Vine a visitar amigos, recorrer lugares en los que he estado y de paso disfrutar de la buena comida de acá y de la medialuna”, arrancó Jerome mientras desayunaba en un céntrico bar de Posadas.

Los más jóvenes ocasionales curiosos se sorprendían con el porte del puertorriqueño que nació en Aguadilla y que fue el emblema de los Vaqueros de Vayamón, formación histórica del básquetbol de su país. Y los más veteranos, saludaban a la distancia y se emocionaron con volver a ver nuevamente al gran Jerome. “Hace 18 años que no vengo por acá y estoy muy sorprendido de cómo cambió la ciudad. A pesar de que cuando vine por última vez, se notaba que había muchas obras en construcción”, aclaró uno de los goleadores históricos de los Mundiales de Baloncesto.

En Misiones, su estancia como basquetbolista duró una temporada que sencillamente fue inolvidable. “Yo estaba por arreglar con un equipo de Brasil donde también iba Oscar Schmidt (el mejor jugador de la historia de Brasil) pero como ellos querían un centro, no arreglé, entonces apareció la opción de Luz y Fuerza y me vine para acá”, explicó con suma sencillez Mincy, quien fue el líder dentro de la cancha del inolvidable quinteto que conducía Rubén Magnano.

¿Pero conocías algo de Misiones, algún dato del club Luz y Fuerza?

Nada, lo único que pregunté era cómo es el clima en Misiones y como me dijeron que hacía calor, dije ´vamos´. Porque la temperatura es parecida a Puerto Rico.

 

¿Y deportivamente?

Cuando venía en viaje hacia Posadas, miré un número de la revista Solo Básquet y de 16 equipos, Luz y Fuerza estaba último. Así que había que trabajar mucho y enseguida se revirtió todo eso. Jugábamos a estadio lleno en el Zaimán, le ganamos a todos los grandes equipos del momento y algunas lesiones nos complicaron en la segunda rueda, pero nadie podía creer que estábamos primero en la Liga Nacional.

¿Cuánto tuvo que ver Magnano?

Mucho, porque tanto él como yo, venir a Luz y Fuerza significó reinventarnos deportivamente. Acá en Misiones hice una gran Liga y pude resurgir, después salí campeón con Boca y Rubén pudo hacer una gran carrera. Y él (por Magnano) después fue un gran entrenador de la Generación Dorada y mucho tuvo que ver el trabajo que hizo en Luz y Fuerza, porque nosotros éramos desconocidos y enfrentábamos a equipos fuertes con jugadores consagrados como Marcelo Milanesio, Juan Espil, Mili Villar, Pichi Campana, todos perdieron acá en Posadas.

¿Desde que te retiraste del básquetbol profesionalmente, a qué te dedicas?

Vivo en los Estados Unidos, entrené a infantiles y actualmente trabajo en una empresa. Y como me tengo que mover caminando varios metros, eso me mantiene en forma.

 

Un té con limón, un vaso de jugo de naranja y medialunas acompañaron la charla con Jerome, donde la campaña de Luz y Fuerza en el 95-96 fue el común denominador. “Fue una lástima que no se pudo mantener la plaza. Todavía me lamento por mi lesión en la mano en la segunda ronda y la lesión del otro extranjero, Herb “Paco” Blunt, porque si los dos estábamos bien, no se si no salíamos campeones”, recordó.

Un gran agasajo en Córdoba, encabezado por otro ex Luz y Fuerza como Mario Milanesio, fue la primera parada de su viaje relámpago a la Argentina. “Sigue acá en Misiones con amigos y después me voy a Buenos Aires donde me espera Leo Montero y ex compañeros de Boca. Después ya me vuelvo a mi casa porque tengo que trabajar”, contó Jerome Mincy.

El café terminó, aunque las anécdotas continuaron. El mejor extranjero que pisó una cancha de básquetbol en la Argentina y que se dio el lujo de jugar cinco mundiales y tres juegos olímpicos no se olvida del mítico Luz y Fuerza, el verde de Misiones que hizo historia, con los triples, la jerarquía y el carisma de Jerome, un boricua suelto, que 18 años volvió un ratito a Misiones.

 

DG EP

 

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