¿Cómo cuidar la salud de los riñones?

Las enfermedades renales (ER), tanto agudas como crónicas, han aumentado en estos últimos años en forma desmesurada con un gran impacto en términos de: morbilidad destacando la evolución hacia estadios avanzados de insuficiencia renal crónica (IRC), mortalidad y costos.

 

Las razones de este fenómeno se atribuyen en parte al envejecimiento de la población, al aumento de la prevalencia de comorbilidades tales como IRC, insuficiencia cardíaca crónica, insuficiencia hepática, diabetes, obesidad, hipertensión, entre las más destacables.

 

En Argentina dicho fenómeno se desarrolla en un contexto caracterizado por la ausencia de datos epidemiológicos y por una marcada desigualdad social, lo cual condiciona fuertemente la evolución de los segmentos más vulnerables de nuestra población.

 

 

Misiones registra actualmente una prevalencia de 105 casos por millón de habitantes. Se trata de una patología que no presenta síntomas en la primera etapa de la enfermedad, por lo que es de gran importancia la detección temprana para el control de la enfermedad.

 

Es importante saber que, si bien varias enfermedades renales tienen causas genéticas o un factor hereditario, hay otras que se pueden prevenir y por lo tanto es fundamental conocer las formas de cuidar a nuestros riñones día a día.

 

Algunos aspectos de suma importancia:

  • Mantener un peso saludable. Si padece sobrepeso u obesidad debe comenzar un plan alimentario adecuado a sus necesidades que lo ayude a reducir el peso de manera saludable.
  • Controlar la presión arterial. La hipertensión arterial es causa frecuente de daño renal y más aún si existen otras patologías asociadas como diabetes o colesterol elevado.
  • Consumir abundante cantidad de agua, alrededor de 2 litros diarios, los cuales se adecúan a cada persona según sus características y según el clima, por ejemplo, en Misiones, aumentan nuestras necesidades de hidratación por las altas temperaturas y humedad.
  • Moderar el consumo de sal: en Argentina consumimos más del triple de sodio del requerimiento diario. Comencemos a cocinar sin sal, agregándola al final de la cocción y en cantidades mínimas, utilizando condimentos aromáticos, limón, pimienta, etc.
  • Realizar actividad física regular. Al menos 3 o 4 veces por semana, la misma ayuda a reducir la tensión arterial, los valores de glucemia, de colesterol, favorece el descenso de peso. Todos estos aspectos son importantes para la salud renal.
  • Evitar el consumo de alcohol y el hábito del tabaco.
  • Llevar una alimentación saludable, equilibrada y variada, especialmente rica en frutas y verduras.
  • La salud del corazón está directamente relacionada con los riñones, por lo tanto, debemos también cuidar el tipo de grasas que consumimos, preferir aceites vegetales de oliva y canola, pescados al menos 1 vez por semana, semillas, frutos secos.
  • Y como regla general, siempre realizar un chequeo anual, análisis de sangre y orina para controlar el funcionamiento del organismo y prevenir enfermedades crónicas.

 

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

 

M.P.n°147

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