Misiones: Los adolescentes y niños con discapacidad que buscan una familia, pero están casi condenados a no ser adoptados

“Es más difícil aún, que se adopte a un niño o niña con discapacidad que a un adolescente”, refieren desde la Defensoría del Niño, Niña y Adolescente y es una triste verdad. Cada año, miles de personas en el país inician un proceso para adoptar a un infante y aunque los más solicitados son los bebés, la gran mayoría de los que están en situación de adoptabilidad se encuentran en su segunda infancia, en su adolescencia o tienen alguna discapacidad. Muchos llegan hasta los 18 años esperando a una familia que quiera recibirlos, sin embargo, al no conseguirlo, a su mayoría de edad deben dejar lo único que conocen: la institución.

 

El anhelo de formar una familia, de ser padre o madre, hace que muchas personas opten por la adopción. Sin embargo, según la Ley este no sería un motivo correcto, porque el enfoque se orienta al bienestar y protección del niño, niña y adolescente y no al deseo “romántico” de un adulto. Sin embargo, las solicitudes de adopción muestran una alta preferencia por niños menores de 5 años y aquellos que se encuentran en su segunda infancia, adolescencia o que tienen alguna discapacidad, son los menos “solicitados”.

 

 

“Urge un cambio en el enfoque que tenemos de los niños, niñas y adolescentes, no verlos como necesitados, sino como sujetos de derecho”, afirmó Gisela Knipp, Ex directora de la filial misiones de la Asociación aldeas infantiles SOS y referente del sector.

 

Según Marcelo Sussini, coordinador del área jurídica de la Defensoría del Niño, Niña y Adolescente, los datos del RUNNAI señalan que a la fecha hay 314 chicos institucionalizados, de estos 248 se encuentran con medidas de protección y de ese número solo 30 están en situación de adoptabilidad, es decir con disposición para iniciar un proceso de adopción.

 

“Cuando se toma una medida excepcional de protección es decir cuando se separa al niño de su entorno de origen, la institucionalización implica ir a un hogar (…) Hay un plazo de 180 días para tratar de restituir el derecho y a partir de eso, el juez tiene 90 días más, es decir 270 días donde debe darse una situación de adoptabilidad de un niño”, señaló Sussini.

 

Explicó que en muy pocos casos se cumplen estos plazos. “A grandes rasgos no se está cumpliendo, hay un número alto por encima de los promedios legales”, explicó el encargado jurídico de la entidad.

 

Largo proceso

 

Señaló que más de un año puede tomar que un niño, niña o adolescente ingrese a una situación de adoptabilidad “hasta que se agoten las vías y con familiares, pero en promedio es un año (…) Una medida excepcional de protección la tienen que tomar los organismos administrativos y de protección ya sea municipal o provincial y a partir de allí se somete a una revisión de la legalidad de estas iniciativas y va al juez”.

 

Frente a aquellas personas que sostienen que los procesos de adopción son engorrosos, afirmó que más allá de ello, la gran parte de los infantes que se encuentran con situación de adoptabilidad tienen más de 10 años o son un grupo de hermanos, por lo que son los menos solicitados.

 

Gabriela y Aaron / Villa del Parque, CABA / 28-10-18 / Rocío Brunero / ANCCOM

 

Precisó que de los 30 niños aptos para ser adoptados en hogares de Misiones, no hay chicos de cinco, “hay niños de 0-5 años institucionalizados, pero aún no están en situación de adoptabilidad y son las excepciones (…) Son pocos los casos en los cuales personas aceptan el cuidado de niños más grandes o grupos de hermanos”.

 

 

 

Plan de contención y egreso

 

Nico tiene 17 años, ya faltan pocos meses para que llegue a la mayoría de edad y esto, en lugar de generarle una alegría, lo llena de ansiedad por no saber qué le prepara el futuro. Su vida está en el hogar donde vive desde hace 9 años y que lo cobijó a raíz de una serie de maltratos que sufrió en su entorno biológico.

 

Esta historia se repite. Muchos adolescentes deben dejar el único hogar que conocen y enfrentar al mundo, por ello surgió la Ley de Egreso Asistido, que busca ayudar a que los jóvenes que tienen escasa posibilidad de ser adoptados.

 

“Las instituciones residenciales contaban con aportes de ese tipo y tenían la posibilidad de becar a los chicos, pero hoy en día está más difícil llegan a los 18 años y están a su suerte”

 

Precisó que el proceso es similar tanto para adoptar un bebé como un adolescente, pero cuando se llega a la convocatoria hay pocos postulantes para este grupo. “el último informe que tenemos del año pasado señalaba que  habían 80 familias inscritas y de ellas el 80% eran familias que buscaban chicos menores de 5 años”, dijo el abogado de la DNNyA.

 

Un informe del diario Clarín publicado en el 2018 daba los siguientes datos: En el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos del Ministerio de Justicia de la Nación hay 5.465 postulantes. El 90% quiere que el niño tenga menos de un año, el 71% aceptaría hasta 4 años, el 15% se estiraría hasta los 8 años y sólo el 0,8 % -44 candidatos- adoptaría un niño de hasta 12 años. En el registro también se ve que sólo el 15% de los aspirantes aceptaría a un niño con alguna discapacidad o enfermedad y un escaso 5% adoptaría tres hermanos o más.

 

 

Los niños y niñas que tienen alguna discapacidad tienen incluso menos opción que los adolescentes. Para Viviana González , encargada del Programa Familias Solidarias, es necesario que las instituciones enseñen a los menores a iniciar un proceso de desinstitucionalización desde su ingreso al hogar.

 

Por su parte Knipp “La ley de egreso es una ley que estuvo mucho tiempo trabajada por distintas organizaciones a través de distintos programas con la guía elaborada sobre la experiencia de los chicos que egresaron para conocer desde su voz qué era lo que ellos querían y proyectaban para ellos era la voz de los que estaban institucionalizados”.

 

Señaló que hasta hace unos años eran más de 600 niños institucionalizados y hoy son alrededor de 260. “el 15 de diciembre fue reglamentada, Misiones no se adhirió, pero ya presentó ante cámaras de diputados el pedido de adhesión, pero desde la organización empezaron a trabajar ya con los dispositivos con los equipos técnicos y jóvenes que están trabajando en el egreso a nivel organización”, manifestó.

 

Anunció que el viernes 06 de diciembre a través de un convenio del gobierno de Misiones y la SeNAF vendrán a capacitar a todos los efectores del sistema de protección de la provincia donde están los equipos técnicos.  Recordó que la ley de egreso es un programa de acompañamiento de adolescentes y jóvenes que vivieron en espacios de cuidado.

 

Como afirmó González, la institucionalización del niño es la última alternativa. El niño, niña y adolescente merece vivir – es su derecho- en un entorno familiar de protección.

 

 

Por ello, ante los casos que alarman a la sociedad misionera sobre maltrato infantil y abandono de chicos, los expertos coincidieron en que es necesario dejar de ver a los niños como “pobres” que necesitan ser ayudado y preguntarle, conocer y defender sus derechos y eso incluye darles un hogar, una familia, más allá de un deseo de “ser padre, madre” de un adulto; va más allá de la edad del niño y de su situación de salud.

 

SPM

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