Tragedia en Mendoza: un bebé murió tras ser atropellado por un colectivo

Thiago Videla, un bebé de 1 año y 8 meses, murió en un trágico accidente luego de ser atropellado por un colectivo de la línea 401 en la localidad de Las Heras, en Mendoza.

El siniestro sucedió anoche, cuando el menor cruzó la intersección de las calles Lisandro Moyano y Paso de los Patos y fue embestido por el vehículo.

El niño estaba junto a su tía, de 30 años, a quien se le habría soltado de la mano.

Tras el hecho, los vecinos de Las Heras apedrearon al colectivo del interno 72 de la línea 401, que era conducido por Martín Federico Molina Olivera, de 29 años, y a otros colectivos que circulaban por la zona.

El caso está siendo investigación por la Oficina Fiscal número 6.

Había ido a pedir leche a una vecina

En medio del dolor, la mujer declaró que el fatal accidente no hubiera sucedido «si Thiago hubiese tenido para comer».

En medio de la conmoción por la muerte de Thiago, el nene de un año y 8 meses que fue atropellado el martes a la noche por un micro en Las Heras, la declaración de una vecina le sumó todavía más dolor a la historia. Thiago le había ido a pedir leche.

Mientras que muchos salieron a cuestionar en las redes a la madre del chico por dejarlo salir solo de noche, el conductor del colectivo del Grupo 400 que protagonizó el accidente fatal quedó en libertad después de que se comprobara que no tuvo ningún tipo de responsabilidad en su muerte.

“Realmente la situación de esta familia es muy crítica. Ellos viven a media cuadra de mi casa y anoche vinieron a pedirme leche porque no tenían para comer«, contó Iris Pucheta con tristeza al diario Los Andes “Vino con sus primitos y les di un poco de leche que me quedaba. Cuando se ha ido volviendo a su casa se escapó y se salió a la calle por lo que ha sido una lamentable fatalidad», relató.

La mujer contó que ahora está ayudando a la familia a reunir el dinero para velarlo, ya que la municipalidad les da el cajón y el traslado pero no les cubre el servicio velatorio. La mueve la solidaridad con ellos, y también un sentimiento de culpa.

“Yo los acompaño cuando puedo, pero el martes estuve toda la mañana en la sala porque me dio un ataque de asma, entonces me acosté temprano. Mi hijo los miró, pero cuando los dejó de ver en la esquina se metió para adentro. Es la primera vez que no los acompañamos hasta su casa. Ha sido una tragedia y yo me siento responsable”, se lamentó.

En tanto, los testigos aseguraron que el chofer iba a la velocidad correspondiente y no hizo ninguna maniobra indebida, por lo cual ni siquiera será imputado.

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