Tus puertos posibles

Insertos en la vorágine cotidiana en el transito, en las filas, en las llamadas telefónicas en la espera de que algún interlocutor nos atienda, respirar e Imaginarnos en una ciudad portuaria, distinguir sus paisajes, sentir su brisa o su calor, el aroma, el sonido, admirar encallar los barcos o ver cómo llegan los contenedores de mercaderías. Disfrutar de la vista de los botes más pequeños que van hacia los barcos. Puede que nunca hayas estado en una y ahí incluso la imaginación se cuela en el día para cantarnos una canción.

Tanto para apreciar en un solo lugar, quizás inserto en la cola si hablamos de puertos no vengan a tu cita los contenedores de mercaderías  la manera en que cargan sobre los camiones para salir con las mercaderías, como se mueven las grúas, o quizás si o puede que mientras leas estas líneas estés imaginando si tienen para conocer ahí en ese lugar, venta de pescados o determinados lugares típicos para comer.

Cada lector de acuerdo a lo que le haga sentido en su vida , conforme a lo que admira a lo que sueña puede disfrutar de una manera o de la otra. Y eso es lo maravilloso de esta historia podemos ir al mismo puerto y maravillarnos con distintos elementos del lugar.

Todo este lugar definido por el mar, los barcos, los contenedores que llegan de tierras lejanas, las gaviotas, los peces , los lugareños, las historias que guardan secretos entre el las mareas.  Postal de múltiples colores y lo que cada uno observe y disfrute de ese entorno se convertirá en una realidad. Para un pintor retratar los rostros del lugar con el fondo del mar los barcos, para el amante de los procesos y las industrias podría pasarse todo un día observando cómo llegan las grúas como toman los contenedores como depositan, las sirenas que marcan la carga, la salida , la entrada, y estar ahí absorto en eso. Para quien ama el mar la contemplación absoluta de cómo tremenda inmensidad en cierta manera es generosa y llega a las costas sin tantas olas, más calmado.

Cada persona tiene su reflexión personal sobre las cosas a su alrededor y le da el valor que  lo eleva que lo llena el corazón.

Una ciudad, un lugar, un momento, una circunstancia pueden ser las portadoras de múltiples posibilidades y oportunidades las cuales estarán ahí latentes hasta que venga algún valiente y ponga su atención es eso. Hasta que las cosas no tengan la atención, la observación, la emoción de algo que queremos que suceda eso se mantiene latente, esperando.  Basta que el pintor ese día suelte sus lienzos al sol y diseñe con sus pinceles o colores una maravillosa pintura para que esas posibles pinturas se conviertan en una realidad que próximamente puedan estar en un atelier o en una feria callejera, en el salón de una casa. Hasta que no se prestó la atención, se ejecuto la acción y se involucro con todo lo que existe a su alrededor haciendo de eso un momento único era en la realidad cotidiana de una mañana en el puerto, una posible historia.

¿Cómo ves tu vida con las posibilidades que te rodean? ¿Como estas frente a tus puertos? ¿A que le prestas atención? ¿Te pusiste a reflexionar sobre aquello que te importa? O simplemente miras el lugar añorando que las cosas pasen, que las circunstancias lleguen, que el contenedor traiga los elementos que te hacen falta, pero que la grúa sea la encargada de realizar todo. ¿Cómo te ves frete aquello que te interesa? ¿Estás esperando? ¿O estas realizando las acciones para que nazcan pequeñas realidades?

Más de una vez consideramos que no vamos a poder y esta creencia es la que te limita a que puedas pararte en tu propio puerto, disfrutar de aquello que a vos te hace único, disfrutes tu propio paisaje y acciones en consecuencia.

Las posibilidades están ahí esperándote en cada puerto solo cuando las mires, te detengas, las observes, las sientas y creas en ella dejara de ser  una posibilidad, un paisaje de afuera y se convertirá en aquello que desees crear para tu vida.

De las distintas posibilidades se convertirá en realidad aquella en que pongas tu acción y tu elección. En la que te detengas, en la que incorpores tu lenguaje, tu emoción de querer alcanzarlo,  ahí dejaran de ser varias y se convertirá en la única posible. Tus puertos pueden ser imaginarios o pueden convertirse en tu realidad cotidiana.

 

 

*COP. M. Natalia Ferreira. [email protected]

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