Una joven vietnamita envió el SMS de despedida a su familia el martes por la noche. Al día siguiente, la policía encontró 39 cuerpos en un camión en Essex.
«Lo siento, papá y mamá. Fallé en mi viaje al extranjero. Estoy muriendo, no puedo respirar». Ese fue el último mensaje que Pham Tra My, una joven de 26 años, envió el pasado 23 de octubre a sus familiares.
Su mamá, Pham Van Thin, denunció a las autoridades que cree que su hija está entre las ocho mujeres y 31 hombres encontrados muertos el pasado miércoles en un camión refrigerado en el este de Inglaterra.
La chica mandó el mensaje contando que se estaba asfixiando el martes por la noche y desde entonces su familia no volvió a tener noticias de ella.
Al parecer, Tra My, que antes trabajó durante tres años en Japón, habría pagado 30.000 libras (unos 38.000 dólares) por ser ingresada ilegalmente en el Reino Unido, según la BBC.
El conductor del camión, el norirlandés Maurice Robinson, de 25 años, fue acusado formalmente este sábado de 39 cargos de homicidio y otros delitos, confirmó la policía.
Al menos 14 familias vietnamitas denunciaron la desaparición de familiares y sospechan que puedan estar entre los 39 migrantesmuertos. En un primer momento, la policía británica indicó que las víctimas eran de nacionalidad china pero después admitió que los datos sobre la identificación de los cadáveres estaban «evolucionando».
El primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, ordenó en un comunicado el sábado una investigación sobre la posible presencia de vietnamitas entre las víctimas y se comprometió a actuar con severidad contra las redes de tráfico de personas.
(TN)
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