Contrajo una «bacteria come carne» por la picadura de un insecto y estuvo a punto de perder un pie

 

La mujer estaba de vacaciones en España cuando empezaron los síntomas. Atención, las imágenes pueden herir tu sensibilidad.

El viaje de placer de una mujer a la ciudad costera de Benidorm, en España, dio un giro inesperado cuando una grave infección estuvo a punto de obligar a los médicos a amputarle un pie.

De acuerdo con medios locales, todo comenzó cuando Faye Wilkes, de 41 años, sintió un pinchazo en el pie izquierdo mientras descansaba en la pileta del hotel en el que se hospedaba junto a su hermana. Al observar la zona, notó una pequeña marca roja, por lo que supuso que solo se trataba de la picadura de un mosquito y continuó con normalidad.

Sin embargo, los días pasaron y toda su pierna comenzó a hincharse lentamente. «Mi hermana Carrie y yo acabábamos de perder a nuestro padre como consecuencia de un cáncer de pulmón. Solo queríamos relajarnos, por lo que minimicé el problema. Pero rápidamente nuestras vacaciones de ensueño se convirtieron en un verdadero infierno», contó Wilkes.

Cuatro días después de la picadura, la mujer empezó a tener dificultades para apoyar la pierna izquierda, por lo que decidió hacer una consulta en un hospital local. Tras ordenarle una radiografía, los doctores le dijeron que tenía un «esguince de tobillo», y la enviaron de vuelta al hotel con un par de muletas.

Con la sospecha de que había recibido un diagnóstico incorrecto, la mujer decidió suspender sus vacaciones y viajar de vuelta a Inglaterra, de donde es oriunda, para realizar una nueva consulta. Para cuando llegó, su pie estaba cubierto de ampollas y su piel visiblemente infectada.

Ante la gravedad del caso, Wilkes fue trasladada directamente desde el aeropuerto de Gatwick al hospital Royal Surrey, donde los médicos le informaron que había contraído una «bacteria come carne» posiblemente transmitida por la mordedura de una araña. Posteriormente, le diagnosticaron sepsis, y le dijeron que si hubiera llegado un solo día después, hubiesen tenido que amputarle el pie.

«Estaba horrorizada. Jamás imaginé que la simple picadura de un insecto en Benidorm pudiera terminar en sepsis y en la posible amputación de un miembro. Por suerte, lograron eliminar la infección sin tener que hacerlo, pero todavía me siento extremadamente débil», contó la mujer.

Tras cuatro meses en cuidados intensivos, Wilkes se recupera en su casa, pero todavía conserva las cicatrices de las enormes ampollas que le salieron por la infección. «Lo importante es que estoy viva, y que todavía tengo mi pierna y mi pie», reflexionó la mujer, y agregó: «Aún me queda un largo camino por recorrer».

 

(TN)

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