Chile: Piñera envía tanques a reprimir las protestas y decretan toque de queda

Desde la dictadura de Pinochet no se veían tanquetas militares en las calles de Santiago. Segunda jornada de protestas violentas luego de un aumento del 92% del pasaje de subte.

 

El presidente chileno Sebastián Piñera trabaja esta tarde en una serie de anuncios para contener a los manifestantes chilenos que en las últimas 48 horas cruzaron a Santiago y Valparaiso con piquetes y saqueos.

De momento y en un intento de contener a las multitudes de manifestantes, el presidente dictó pasada la medianoche el «estado de emergencia» en la Región Metropolitana de Santiago de Chile, instancia previa al estado de sitio, y sacó a los militares a la calle. En las principales avenidas de Santiago se ven tanquetas, algo que no sucedía desde el fin de la dictadura de Pinochet.

En Valparaiso además se decretó el toque de queda luego que manifestantes incendiaran la sede del diario El Mercurio.

La protesta comenzó el lunes con una convocatoria en las redes sociales a una «Evasión Masiva» del pago del boleto del Metro (el subte) en respuesta a la decisión de elevar el costo de un viaje de 0,6 dólares (420 pesos chilenos) a 1,15 dólares (830 pesos), lo que representa un aumento del 92% y el incremento del costo de transporte al 10% del salario mínimo.

La medida fue esencialmente acatada por jóvenes y estudiantes, que fueron violentamente reprimidos por los carabineros el día viernes. Esto despertó una oleada de repudio y manifestaciones que fueron desde cacerolazos a incendios de colectivos, destrucción de algunas estaciones del Metro y saqueos.

Este sábado las manifestaciones se extendían por la Región Metropolitana con distinto grado de virulencia y sin referentes políticos que lideraran las protestas, en un marcado paralelismo con los chalecos amarillos franceses, que señalan su rechazo al alto costo del agua corriente, el privilegio de los militares de contar con una pensión pública (en Chile el sistema jubilatorio es esencialmente privado y no permite superar el 60% del salario mínimo para la mayoría de los jubilados) y un repudio generalizado a la clase política que se expresó con cacerolazos.

Grupos radicalizados, por su parte, incendiaron entradas al Metro -que cerró sus puertas ayer-, colectivos y también la sede de la empresa ENEL, distribuidora de energía eléctrica. Precisamente la suba del pasaje del Metro se justificó por la suba del costo de la energía.

En tanto este sábado, los más violentos se concentraron este sábado en la zona de Plaza Italia donde chocaron con carabineros primero y militares también.

 

El descontento se manifestó también en las redes sociales con insultos hacia Piñera acompañados de una foto que lo mostraba al presidente chileno cenando en una lujosa pizzería mientras parte de la ciudad estaba en llamas. Fue luego de esta cena y tras reunirse con sus ministros que el presidente decretó el «estado de emergencia», que suspende derechos civiles y habilita a los militares a salir a las calles «para retornar al orden público».

Analistas políticos, en línea con el caso francés, prevén que no bastará con la revisión del aumento de la tarifa del metro para aplacar el descontento social de los santiaguinos.

Fuente: La Política Online

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