Chile: con gases dispersan a los manifestantes que vuelven a copar el centro de Santiago

«Que se vayan los milicos», gritan las personas que se concentran en la plaza Italia. Hay más de 1.500 detenidos y al menos 11 muertos.

Chile está «en guerra», afirmó el presidente Sebastián Piñera, cuyo país es sacudido desde hace cuatro días por manifestaciones violentas y saqueos que dejaron once muertos y casi 1.500 detenidos, el peor estallido social en más de tres décadas.

«Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite», dijo Piñera a periodistas luego de reunirse durante una hora con el general de Ejército Javier Iturriaga, quien tiene a cargo el orden y seguridad de Santiago durante la coyuntura.

Con ese marco, el calmo arranque del lunes en la capital chilena duró poco. Miles de ciudadanos comenzaron a concentrarse en distintos lugares de la ciudad, principalmente en la céntrica Plaza Italia, en una protesta masiva y pacífica. Sin embargo, en los alrededores, los carabineros dispersan a los manifestantes con gases lacrimógenos y camiones hidrantes.

Los manifestantes comenzaron luego a caminar por una de las avenidas hacia el oriente de Santiago, cantando canciones del cantautor chileno Víctor Jara o consignas de «no violencia».

En algunos puntos de la marcha, no obstante, comenzaron a registrarse incidentes, con lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.

En otras zonas de Santiago, como la plaza de Ñuñoa, donde el domingo tuvo lugar una manifestación pacífica, volvieron a concentrarse cientos de personas con cacerolas.

Las manifestaciones ciudadanas en protesta por las desigualdades del país se dan también esta jornada en otras zonas del país, como en las ciudades de Valparaíso (centro) y Concepción (sur), donde se registraron enfrentamientos entre ciudadanos y Fuerzas de Seguridad desde temprano, motivando que se decretaran sendos toques de queda para esta noche.

La capital de Chile aspiraba a recuperar la normalidad este lunes, en la primera jornada laboral desde que se radicalizaran las protestas sociales, con una línea de metro abierta y servicios de autobuses subsidiarios para tratar de que los ciudadanos acudan a sus trabajos con normalidad.

La situación en Santiago provocó la cancelación de cientos de vuelos en el aeropuerto, mientras miles de personas esperaban varados en las terminales.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas