Las madres en la actualidad deben combinar las tareas laborales con las actividades relacionadas con la maternidad, teniendo en cuenta sus exigencias individuales y sociales.
«En la clínica advertimos varias formas de ejercer la maternidad, vemos muchas mujeres “multitasking” o multitarea, y es que son madres que reparten su tiempo en diferentes actividades como el trabajo, el estudio, los hijos, las tareas domesticas y el tiempo libre, entre otras», explicó a Misiones Online la licenciada en psicología Leticia Fontana, quien se desempeña en Posadas.
En este sentido, agregó: «Ellas reflexionan acerca de su propia vida y sobre sus vínculos, de los desafíos y de las prácticas acerca de maternar en una sociedad que es mucho más exigente con las mujeres que con los varones. Antes, estaban recluidas a las tareas domésticas exclusivamente. Hoy estudian y trabajan, pero al mismo tiempo, siguen asumiendo su rol en la esfera doméstica. Las mujeres hacen doble jornada de trabajo, y eso es algo pesado que llevar sobre los hombros».
Sobrellevar la maternidad en la contemporaneidad
«La maternidad debe ser entendida como una construcción social, que se encuentra en permanente transformación y en el cual inciden tanto factores culturales como sociales y políticos, los cuales la han relacionado con las definiciones de mujer, amor, procreación y crianza. De esta manera, las transformaciones que se han dado a través del tiempo, a partir de la lucha por los derechos de las mujeres, han determinado también el papel de las formas de maternar».
Leticia Fontana, explicó también que las madres tienen la posibilidad de poder decidir qué hacer con su tiempo y elegir el rumbo de su vida, y por el otro, la maternidad les exige elegir entre continuar con la carrera profesional o estudiar, por ello decidir ser madre se vuelve un desafío personal. «Un hijo transforma por completo la vida de una mujer, cambia su cuerpo, su tiempo, reconfigura la familia y exige postergar proyectos personales».
«Entran en juego representaciones sociales del “deber ser madre” en contraposición del “querer ser”. Circulan varias voces alrededor de cómo debe ser el cuidado de los hijos, y es que el pensamiento tradicional espera que una madre sea dedicada 100% a sus hijos, sea cariñosa y abnegada. Por lo que se espera que ellas cumplan con esos criterios además de cumplir con las tareas domesticas y el trabajo al mismo tiempo. Al no poder cumplir con éstas exigencias, aparece el cansancio, la culpa, las autoexigencias, las frustraciones y angustias», sostuvo.
También, indicó que para que no recaiga todo sobre las madres, se necesita que el proceso de crianza sea más compartido. «Hoy, el rol de los padres es mucho más activo y acompañan a la hora de la repartición de tareas domésticas y participan más del proceso de cuidado. Sin embargo, continúa siendo un desafío en la terapia a la hora de que la repartición sea más equitativa e igualitaria».
¿Cuáles son los abordajes o trabajos realizados a nivel social y político en lo que respecta a familias y el rol de las madres?
«Es imprescindible el rol de Estado en materia de políticas públicas, para que se trabajen las condiciones necesarias para que las madres no tengan que dejar su vida de lado o no recaiga todo sobre ellas el proceso de la crianza o sobre otras mujeres. Porque para la mujer están las dos cosas, la de necesitar seguir con su vida sin que nadie dependa de ella y salir a trabajar en las mismas condiciones que los hombres», comentó la psicóloga.
«Gracias a las luchas de las mujeres se visibilizan y se ponen de manifiesto las necesidades en materia de políticas públicas como por ejemplo: más guarderías estatales y privadas, extender las licencias de paternidad, repensar las trabas de reinsertarse al trabajo durante los meses de lactancia, mayores oportunidades e igualdad de condiciones en el mercado laboral, etc», explicó.
«Por eso, teniendo en cuenta que la maternidad como la paternidad son construcciones sociales, celebramos las múltiples formas de ejercer la maternidad en la actualidad, como así también los avances sobre la forma de concebirlas. Pero al mismo tiempo, reflexionar acerca de esto en un día tan especial como lo es el día de la madre, es necesario para que la carga que muchas veces genera el ocuparse de múltiples tareas, sea compartida. Porque en cada madre hay una historia de lucha, experiencias y vivencias que deben ser puestas en valor», finalizó.
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