Pese al recorte del financiamiento nacional, el Iprodha prevé cerrar el año con 9.000 viviendas y 65 escuelas construidas

El presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) consideró que la política de vivienda pública desarrollada por el Gobierno nacional fracasó porque gran parte de los recursos fueron a cubrir costo financiero y poco se destinó “a ladrillos”. Señaló que en lo que va del año recibieron de Nación el equivalente a menos de la mitad de un mes de facturación. Con relación a las perspectivas para el año próximo consideró que los recursos que manejará Nación seguirán siendo escasos, pero si se aplicara un criterio más federal en la distribución, Misiones recibiría bastante más. “Frente a la nada, lo poco que podamos recibir será mucho”, razonó. Destacó que en los últimos 15 años Misiones construyó más de 40 mil viviendas y 1.500 escuelas.   

 

Cuando asumió el Gobierno de Macri se propuso un cambio en la política de vivienda que a partir de 2016 dejó de apoyarse en los institutos provinciales de viviendas y se centró en la entrega de créditos hipotecarios bancarios indexados por UVA con el acompañamiento de subsidios para complementar la inversión inicial. El colapso de la economía y particularmente el desbande de la inflación, provocaron el fracaso de ese sistema y como efecto secundario, los institutos de vivienda perdieron el financiamiento que les llegaba de Nación.

 

El presidente del Iprodha, Santiago Ros, destacó que prácticamente todos recursos que manejan provienen de la provincia. “Este año el Iprodha viene facturando alrededor de 350 millones de pesos por mes este año, mientras que de la Nación recibimos en todo el año alrededor de 140 millones, un aporte ínfimo. Nos adeudan certificaciones corrientes por alrededor de 200 millones y tenemos un crédito a favor por ajuste de precios de alrededor de 2.900 millones de pesos que se vienen arrastrando desde 2016”, señaló.

 

Consideró que una muestra del fracaso de las políticas nacionales en atería de viviendas puede apreciarse en el desarrollo urbano del Procrear que se erige en el barrio Itaembé Guazú, en terrenos y con infraestructura aportados por la Provincia. “Hay 717 viviendas que están construidas y solamente se entregaron 67, las demás están vacías y se están deteriorando. Es lamentable que un capital tan grande y tan importante desde el punto de vista social esté abandonado. La provincia aportó infraestructura, el terreno y el equipamiento comunitario. Hicimos una escuela primaria y un jardín de infantes que están trabajando a media máquina porque no tienen demanda”, dijo.

 

Anticipó que ese proyecto está “destinado al fracaso” porque se está negociando a través del mercado bancario a un costo financiero que resulta impagable.  “El cambio de paradigma en vivienda social fracasó rotundamente por el costo financiero, el Estado terminó aplicando a subsidios una cantidad astronómica de recursos que fueron a cubrir costo financiero, no se transformaron en ladrillos. El mercado no está preparado para absorber un programa de esa naturaleza”, dijo.

 

La escasez de recursos y las características propias de la demanda modificó el esquema de prioridades del Iprodha. “85% de nuestra demanda está conformada por la clase social más humilde, que no la veníamos atendiendo más que con el Plan Techo. Hemos cambiado esa modalidad, aprovechando que la Nación había lanzado programas orientados a la clase media que lamentablemente después fracasaron”, dijo.

 

Adelantó que este año el Iprodha brindará 18 mil soluciones habitacionales, entre las que se cuentan unas 9.000 viviendas la mayoría de las cuales son de tipo básico, planes techo, regularización de viviendas, regularización de situaciones de informalidad en la tenencia de las tierras.

 

Resaltó que hace dos meses contrataron con el sector maderero casi 900 viviendas. “Todas van a salir de la fábrica instalada en el Parque Industrial de Posadas. Es una satisfacción que el esfuerzo del sector empresario haya estado respaldado por la demanda que generan nuestros programas. La fábrica de viviendas de madera a nosotros nos permite comprar mejor, a menor precio y construir más rápido”, enfatizó. Adelantó además que llamarán a licitación próximamente para construir otras 1.700 viviendas, de 30 a 34 metros cuadrados cada una.

 

No fue demasiado optimista en sus proyecciones hacia 2020 con relación al envío de fondos de Nación, pero consideró que en comparación a la situación actual, cualquier cambio va implicar una mejora. “La situación general de la economía del país no va a cambiar, los pocos recursos que existen se concentran hoy en el 7% de la geografía del país, si logramos que se distribuyan con un criterio más homogéneo, cualquier recurso que caiga en la provincia va a ser más de lo que estábamos recibiendo, porque no estábamos recibiendo nada. En comparación a la nada, lo poco que pueda venir será mucho, esa es nuestra expectativa”, razonó.

 

Argumentó además que una de las más urgentes necesidades que enfrentará el Gobierno nacional el año próximo pasa por la generación de empleo y que el camino más corto para lograr eso es la obra pública en vivienda. “Un error gravísimo que cometió este gobierno: nos sacaron 40% del Fonavi (Fondo Nacional de Vivienda) para financiar obras viales o hidroeléctricas con un altísimo costo financiero. Todo ese dinero que fue a grandes proyectos y a costos financieros hizo que se perdieran 9 de cada 10 puestos de trabajo. Es doloroso que se hayan tomado esas decisiones”, opinó.

 

Resaltó que pese a la baja en el envío de fondos nacionales, la Provincia siguió construyendo entre 65 y 80 escuelas por año, 10 a 15 comisarías  e igual número de hospitales.

 

“Es un trabajo sostenido en el tiempo, 1200 escuelas construyó el Iprodha en los últimos 15 años, más las que ejecuta el ministerio de Educación. La Provincia lleva más de 1500 escuelas construidas y 40 mil viviendas”, destacó.

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