Javier Castrilli: “El árbitro del VAR debería tener mayor jerarquía que el juez principal”

La llegada del VAR (videoarbitraje), la tecnología al servicio del arbitraje y la idea de instalarse en Misiones para desarrollar una línea de ropa deportiva con su nombre, fueron algunos de los temas que el ex árbitro abordó en un extenso diálogo con Misiones Online.

 

Solo las canas que cubren toda su cabeza, denotan que ya no es el mismo de la década del 90, pero a los 62 años Javier Castrilli mantiene un físico impecable y ese rostro adusto porque el cual lo apodaron el Sheriff, cuando era uno de los destacados árbitros del fútbol argentino. Pero de aquel hombre que representó al referato argentino en el Mundial de Francia 98 queda la pasión por el deporte que lo hizo famoso y es una palabra autorizada cuando se viralizan jugadas polémicas y que ahora requieren la intervención del polémico VAR: “La tecnología nos tiene que devolver esa credibilidad perdida en la justicia del fútbol”, dice un Castrilli amable, que recibió a Misiones OnLine en un hotel céntrico de Posadas, tras una visita fugaz por la tierra colorada.

“Vine a visitar amigos, acá tengo un amigo que lo conozco hace 30 años, que fue árbitro que es Jorge Gerber, lo quiero mucho y tenemos proyectos para hacer juntos”, arranca el diálogo que deriva en un anuncio que puede incluso generar trabajo en Misiones: “La idea es sacar una marca de ropa con mi nombre y por eso vengo manteniendo reuniones para ver si se puede concretar”.

Javier Castrilli, aquel que ni se inmutó en 1996 cuando expulsó a Diego Maradona en un partido que Velez goleó a Boca, se dedica exclusivamente a la actividad privada, “estoy con el negocio de las pinturerías porque hay que seguir trabajando. Uno tiene que seguir generando. El rubro está tremendo. Está muy duro todo y por eso no hay que quedarse con algo sólo, hay que seguir buscando, produciendo.”

Antes de la nota, El Sheriff se tomó unos minutos para fumar y luego se introdujo en una charla que comenzó en la política y terminó en el fútbol y el uso del VAR.

¿Y cómo está el rubro de las pinturerías, la gente pinta las casas como antes o solo apelan a algún arreglo?

La gente ya no pinta toda la casa, va haciendo arreglos porque está paralizada la construcción. Hay una recesión enorme, pero de alguna manera la gente sigue manteniendo sus hogares.

Ya pasaron más de 20 años que dejó el arbitraje y en todo este tiempo, coqueteó con la política e incluso formó parte del gabinete de María Eugenia Vidal en el ámbito del deporte. Sin embargo, optó por retirarse simplemente porque “no voy a calentar una silla nada más para cobrar un sueldo. Si no hay presupuesto, si no invierten en deporte, no se puede hacer nada, no se puede cambiar nada”, explicó.

 

¿Cómo se sale de esta situación económica?

Con mucho esfuerzo, con trabajo, con sacrificio y con gobiernos que acierten en la tecla en el ámbito económico. El país está atravesando un momento muy duro, hay una crisis enorme. Estamos frente a un cuadro de inflación más recesión y a eso se le suma la precarización laboral y el desempleo. Es por eso que apelo a que aquellos que nos gobiernen en el próximo mandato, tengan la sensibilidad social para pensar en los sectores más perjudicados.

 

¿Por qué te alejaste de la política?

Por falta de presupuestos. Y yo no voy a estar en la política para calentar una silla y ocupar un cargo cobrando un sueldo público si no puedo modificar la realidad. Yo no sirvo para quedarme de brazos cruzados. Me siento muy incómodo. Si no se puede generar desde el deporte, prefiero no ocupar cargos. Para mí el deporte es fundamental porque educa, forma personas y es necesario darle la importancia que el deporte se merece. Por eso preferí dedicarme a la actividad privada”

¿Si aparece un proyecto serio, volverías a ocupar un cargo?

Estoy curtido de ver desfilar políticos que se llenan la boca hablando del deporte y lo único que hacen es sacarse la foto con los olimpistas. Porque el deporte no es sólo el fútbol o el básquet. Es muy amplio y siguen adelante por el esfuerzo de los dirigentes y de los familiares de los deportistas. Y allí hay que inyectar dinero porque son disciplinas importantes. No hay que quedarse sólo con los que más convocatoria tiene. Y también del deporte social. Las políticas deben resolver el problema que los chicos practiquen deporte todo el año y no sólo en determinados meses.

¿Pero no me respondiste?

La democracia siempre nos da la posibilidad de cambiar el voto si las personas a las que elegimos, nos defraudaron. Si aparece un espacio que pueda dar lugar para trabajar en transformar en serio la política deportiva, me sumaré, sino seguiré en el ámbito privado.

 

La llegada del VAR, la herramienta tecnológica al servicio del arbitraje en el fútbol

 

¿Con el VAR, vamos camino a transparentar situaciones en el fútbol?

En estos momentos, lejos de aportar transparencia, está generando más confusión, alimentando cada vez más a la suspicacia. No sólo en la Argentina, en toda Sudamérica. En Europa es distinto, se piensa distinto y la utilización del VAR es en el marco de un ambiente de mayor confiabilidad y de mayor aceptación de la tecnología.

 

¿En qué se está fallando?

Los protocolos del uso del VAR están conceptualmente errados. Porque la tecnología debería ser una instancia de revisión para generar una rectificación de un error. Darnos la posibilidad de evitar el perjuicio para un jugador o un equipo. Y en tanto y en cuanto mantengamos el concepto de que al árbitro central se le tiene que dar la última palabra, seguiremos poniendo el carro delante del caballo”. Porque si una persona conceptualmente está equivocada y por más que mire más de siete veces el monitor, va a insistir con su equivocación. Entonces no está el espíritu de corregir el error. La prueba más palpable de darle la omnipotencia al árbitro de campo, estuvo en el partido de la copa América entre Argentina y Brasil. Con los penales que no le dio a la Argentina y además, en una de ellas, finalizó en gol de Brasil.

 

¿Pero estás de acuerdo con el uso del VAR?

Yo celebro la tecnología, celebro la irrupción de la televisión en la cocina del fútbol, porque ya no nos pueden engrupir, ya no nos pueden mentir. Lo estamos viendo por televisión. Entonces no podemos comer caramelos de vidrio.

Hablás de errores de concepto a la hora de apoyarse en el VAR por parte de los árbitros, ¿querés decir que ante una misma jugada lo ven de manera diferente?

El penal de Pinola, era penal y expulsión. (Copa Libertadores del año pasado, falta al misionero Martín Benítez de Independiente) Están existiendo situaciones que son exasperantes. En la actualidad no sólo se utiliza mal el VAR, sino hay una cuestión de fondo que es definir cuál es el verdadero rol que debe desempeñar el VAR. Pero no es la tecnología la que falla, es el hombre. Los que manejan la tecnología y los que interpretan cuándo debe ser utilizada la tecnología es lo que está fallando.

 

¿Y cómo se cambia esas situaciones? Porque siguen interviniendo seres humanos…

Estos partidos que acabamos de mencionar, tienen que ser aprovechados como partidos testigos para seguir generando cambios. Yo comprendo que es un período de transición, es un período de cambios, donde se está innovando, donde tenemos que tener paciencia. Pero las autoridades deben reconocer los errores y que se los vea trabajando para modificar eso. La tecnología nos tiene que devolver esa credibilidad perdida en la justicia del fútbol.  Pero para eso falta mucho terreno por recorrer. Lo que hay que considerar es la inversión afectiva del hincha que queda desairada.  La televisión desnuda las miserias humanas, los límites del hombre. Es decir, de la persona humana como garante de un orden normativo. Por eso la pelota está en el campo de los dirigentes del fútbol mundial, transformando la manera de aplicar la tecnología.

 

¿Cuál es tu opinión del actual nivel del arbitraje argentino?

Estoy lejos de sentirme satisfecho por el nivel del arbitraje argentino.

 

¿Te hubiera gustado dirigir y tener el VAR como herramienta para tomar decisiones?

Muchos partidos que yo dirigí se hubieran modificado si estuviera el VAR y tomo como ejemplo el partido Vélez 5 Boca 1. Porque hubo un gol que nunca se pudo comprobar si pasó o no. Allí se disparó el nivel de irritabilidad de los jugadores, el enojo del público, incidentes en las tribunas, hubo expulsiones y se desnaturalizó el juego y pasó de estar ganando Boca con una producción soberbia de la era Maradona y Caniggia, a una goleada en la que gana Vélez en el Clausura 96. Por eso la importancia de la tecnología y la seguridad del árbitro.

 

 

Ante la próxima pregunta Castrilli interrumpe porque quiere seguir hablando del VAR: “El árbitro tiene que ir resignando ese poder de omnipotencia que siempre se le confirió y poco a poco hay que ir esmerilando ese poder y cediéndoselo a la tecnología. Muchos insisten en que el fútbol va a perder su esencia y a todos les digo que lamentablemente nunca más vamos a volver a ver el fútbol que nos sedujo. Esto es producto de progreso que no nos pregunta si nos gusta o no nos gusta. El progreso avanza y si te pones por delante te lleva puesto”. Y agrega: “El árbitro del VAR debería tener un nivel jerárquico superior que el juez central, de manera tal que ese fallo de primera instancia, si está equivocado, se puede reparar el error con el árbitro del VAR. Y si eso ocurre, eliminaríamos demoras antipáticas. El árbitro de la cancha, tiene que acatar lo que le dicen desde el VAR”

 

¿Extrañás aquellos años cuando eras árbitro?

Extraño muchos los 22 años vinculados al arbitraje y eso que hace 21 años que lo dejé. Pero sigo el arbitraje y al fútbol con la misma pasión.

 

Se nota que opinás seguido en redes sociales…

Me manejo mucho en redes sociales porque es el lugar ideal para hacer catarsis. Y al mismo tiempo de visibilidad. Esa es otra forma de aprovechamiento del progreso.

 

Cuando Javier Castrilli pudo saciar su sed de hablar del VAR y el arbitraje, admitió que en su cabeza hace años que viene dando vueltas una idea: “me quiero venir a vivir a Misiones, instalarme acá y trabajar acá. Mis hijos ya están grandes y creo que en cualquier momento tomo la decisión”.  Fue el instante donde el rostro adusto se aflojó, pudo soltar una sonrisa y contar animadamente lo que significa para él, referirse a la tierra colorada. “La paz que hay acá, no hay en Buenos Aires. Si acomodo algunas cosas y avanza la idea de lanzar una ropa deportiva con mi nombre, quizás pronto me tengan por acá”.

 

 

DG  EP

 

           

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