Independiente venció a Talleres de manera agónica

El Rojo, con la vuelta de Pablo Pérez, ganaba con goles de Cecilio Domínguez y Sánchez Miño, pero la T lo igualó con Tenaglia y Godoy y el Libertadores de América estalló en bronca. Al final, Figal puso el 3-2 pero el clima quedó enrarecido.

 

Independiente volvió a caminar por la cornisa este domingo y, aunque su 3-2 sobre un Talleres que aspiraba a la cima ratificó su mejoría en los resultados y en buena parte del desarrollo de juego, la montaña rusa de emociones que se vivió en el Libertadores de América puede seguir dejando huellas en la relación de la gente con el equipo de Sebastián Beccacece.

 

Ciertamente, el Rojo mostró mejoría en su generación de juego justo el día en el que se efectivizaba el indulto a Pablo Pérez y cando la gente había concurrido a Avellaneda lista para dar su veredicto con el equipo. Cecilio Domínguez, gran protagonista de la primera parte del trámite, avisó primero con un tiro libre que tapó Guido Herrera, y después Nahuel Bustos desperdició un remate.

 

A los 33 minutos, una buena presión en la salida de la T terminó con Pablo Pérez escapando por derecha y enviando un centro para que Cecilio lo empujara al gol por el palo opuesto.

 

A los 46, antes de que finalizara el período inicial, una desatención entre el arquero Herrera y Nahuel Tenaglia ante el pique de un pelotazo terminó con un choque entre ambos y el aprovechamiento de parte de Juan Sánchez Miño, quien definió con el arco vacío para estirar ventajas.

 

El complemento se inició con la sensación de que la victoria local no corría peligro, aunque Jonathan Menéndez rompió con la paz con un tiro que Nicolás Figal debió sacar en la línea. Como contrapartida, Domingo Blanco pegó un remate en el travesaño. Hasta que, a los 34, Tenaglia cabeceó a la red un centro desde la izquierda y recrudecieron los fantasmas.

 

Con un clima de tensión creciente, a los 40 otro centro del mismo sector llegó a ser desviado por Martín Campaña y, por derecha, lo batió Leonardo Godoy. Entonces sí, se desató la silbatina, y los insultos y la reprobación para con el equipo bajaron de las tribunas.

 

El mérito del anfitrión fue seguir intentando con ese terrible marco en contra. Y a los 46, el ingresado Sebastián Palacios habilitó desde la derecha a Figal para que, de cabeza por el primer palo, consiguiera el tercero y se desataran exorbitados festejos, ¿algunos con dedicatoria?

 

El tanto desarmó la masividad de lareprobación, aunque el clima se enrareció al límite. A los 49, el ingresado visitante Lautaro Guzmán vio la roja y el cierre se dio con tumulto entre futbolistas de ambos bandos, con Beccacece yéndose rápido al vestuario con cara de pocos amigos y un murmullo de fondo.

 

Independiente continúa viviendo su extraño presente de resultados que no convencen, mientras Talleres mastica bronca por no haberse siquiera acercado a la cima.

 

(Fuente: TyC Sports)

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