Alimentá buenos hábitos, no tires comida

En el «Día para Promocionar la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos”, se unieron la FAO, el Ministerio de Agroindustria de la Nación y la cadena Unilever para acercar información del impacto respecto a desperdiciar los alimentos. Entre los principales tips para mejorar los hábitos: planificar las compras, calcular las porciones, y reutilizar las sobras de alimentos.

El desperdicio de alimentos no solo es tirar comida, es contribuir a la erosión del suelo y escasez de agua, dañar el clima y la biodiversidad.

En el mundo, cada año 1.300 millones de toneladas de alimentos son desechados, y 1/3 de lo que se produce nunca es consumido. Hay 820,8 millones de personas que no tienen acceso a una alimentación que proporcione la cantidad necesaria de calorías para poder llevar una vida activa y saludable (Sub-alimentación).

¿Sabías que cada año se tiran 16 millones de toneladas  de alimentos aptos para consumir en la Argentina? Si a ello, además, se le suma a que cada día 1.000 millones de personas en el mundo se van a dormir sin haber ingerido nada en todo el día, es una señal clara de que debemos tomar conciencia y actuar.

En el marco de un trabajo mancomunado de Carrefour y el Plan de Vida Sustentable de Unilever, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, acercan algunos consejos y recomendaciones muy prácticas y fáciles para ayudar a la comunidad a contribuir a la reducción de desperdicios de comida en casa.

Por  eso,  reducir  las  pérdidas y desperdicios de los alimentos representa que:

1. Aumenta la seguridad alimentaria;

2. Hace un uso responsable de recursos hídricos, terrestres y climáticos, que hubieran sido desechados al producir alimentos que no se consumen.

3. Favorece la producción agropecuaria y la economía nacional

¿Cómo podes mejorar tus hábitos?

Antes, hay que identificar las etiquetas de consumo inmediato en los productos.

Seguido, organiza un recorrido inteligente. Empezá por los artículos de limpieza y perfumería. Después elegí los alimentos secos y no perecederos (fideos, harinas, aceites, etc.)Luego los frescos o perecederos (frutas y verduras).

Finalmente buscá los refrigerados o congelados (lácteos, carnes).

Otra recomendación, es planificar las comidas. Al terminar la compra, buscá alternativas de refrigeración y sino, volvé directo a tu casa para no perder la cadena de frío de los alimentos refrigerados y congelados. ¡No dejes que pasen más de dos horas!

Lo ideal es diseñar el menú semanal: además de ahorrar y comprar de forma eficiente, contribuye también a seguir una alimentación más saludable.

Si tenés hijos o hijas, también será de ayuda consultar qué comieron en la escuela y, en función de ello, organizar cenas y fines de semana. Con anticipación, con base en cinco comidas al día, idealmente se pueden preparar: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.

En la lista: armar en base a tu planificación y así podrás hacer un recorrido inteligente en el punto de venta.

 

¿Y si no dispongo de freezer o heladera?

Cuando no contás con un método de refrigeración adecuado para almacenar aquellos alimentos frescos que lo requieran debés tener especial cuidado para evitar el desperdicio por otros medios:

1. Calculá muy bien las porciones en base a la cantidad de comensales.

2.  Repartí los alimentos que sobraron entre las personas que han asistido a la reunión.

3. Pedile a un vecino o familiar con heladera o freezer que guarde los alimentos que te sobraron.

4. Convertí las sobras en nuevos platos.

 

Menú reciclaje

Algunos consejos prácticos para segundas oportunidades a las sobras de alimentos:

• Para bajar la temperatura de las sobras usá el baño María inverso (sumergir el recipiente con las sobras en otro recipiente con agua y hielo).

• Guardá las sobras de alimentos en la heladera o freezer lo más rápido posible, en recipientes con tapa o bolsas herméticas.

• Las sobras de la heladera se deben consumir durante los 2 días siguientes.

• Las del congelador debés consumirlas antes de los 3 meses. Podés descongelarlas en el microondas, o la noche anterior en la heladera.

• Nunca vuelvas a congelar las sobras descongeladas

Prepará las comidas para el trabajo o la escuela en recipientes herméticos apropiados.

Si les interesa más información, a través de las redes sociales pueden seguir otros tips en los Hashtags : #NoTiresComida #ValoremosLosAlimentos #AlimentáBuenosHábitos

 

 

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