Tero Común, el gritón centinela de las pampas

Hoy te invitamos a conocer a este integrante de nuestra avifauna nativa con el que seguramente tenés algún recuerdo en tus andanzas por los campos o incluso en los patios de las chacras. Es del grupo de los chorlitos y habita en todo nuestro país.

A través de una alianza con Aves Argentinasla centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, compartimos en forma semanal algunos de los secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves del país, y de nuestra Maravilla Natural Argentina, la Selva Misionera. Exclusivo de Misiones On Line.

En esta oportunidad te contamos del inconfundible Tero común, por su grito de alarma y su andar elegante. Esta ave zancuda habita zonas despejadas, por lo general pastizales cortos, caminos, playas y costas pero se adaptó muy bien a zonas urbanas por lo que podemos encontrarlo anidando incluso en parques y campos deportivos.

Foto: Gentileza Miguel Ángel Rodas 

Construyen sus nidos realizando excavaciones poco profundas o en depresiones del suelo que revisten con raíces, tallos y pastos. Ponen tres o cuatro huevos a finales del invierno y la misma pareja puede poner varias veces durante el año. Sus huevos son de color verde oliváceo con manchas de color castaño y negro que se confunden con la vegetación. La incubación dura 26 días aproximadamente y al nacer ambos padres se ocuparán de los pichones hasta que estos aprendan a volar, lo que sucede alrededor del mes de nacidos. Parecen de peluche.

 

Fotos: Gentileza Sol Verónica Gatti . Tero Común empollando. 

Una característica muy conocida por todos es su “determinación” para defender su área de acción, sobre todo en la época de nidificación y cuando tienen pichones. Al sentirse amenazados realizan vuelos rasantes mostrando unos espolones que tiene en lo que serían nuestros hombros; con ellos intimida a los posibles predadores e incluso se anima con los seres humanos. En el Hotel ubicado en el Parque Nacional Iguazú  e incluso en los parquizados frente a la zona de ingreso, suelen anidar y hacer los despliegues de rechazo, cuando los curiosos se acercan.

 

También utilizan una técnica distractiva que consiste en realizar gritos de alarma en un sitio diferente a donde empollan. José Hernández plasma esta característica en “La vuelta del Martín Fierro”:

 

 “De los males que sufrimos Hablan mucho los puebleros,
Pero hacen como los teros
Para esconder sus niditos, en un lao pegan los gritos
Y en otro tienen los güevos.”

 

Al ser aves tan territoriales es común, desgraciadamente, verlos como mascotas utilizándolos como «alarma» en casas y quintas.

Foto: Gentileza Damian Lozano

 

Un vecino de Posadas, Ernesto Doedderer, nos comenta que la ciudad capital no está excluida del privilegio de tener a esta ave de comportamiento tan particular, que se fue acercando probablemente de latitudes cercanas como los campos de Corrientes, Paraguay e incluso Brasil. De hecho una pareja de teros no tuvo inconvenientes en anidar para sorprender a Posadas con una nueva generación de ciudadanos emplumados.

Vale la pena aquí citar a un reconocido arquitecto de Iguazú y hermosa persona, quien organizaba periplos náuticos en canoa con estudiantes en el arroyo Urugua-í y relataba: “En el primer viaje nos despertaban las aves, en el segundo las motosierras y en el tercero los teros”. Ocurre que los teros habitan ambientes abiertos y transformados, por lo cual su presencia también nos puede informar de cambios a escala de paisaje.

Las creencias populares indican que cuando el tero canta, predice lluvia y también que su canto anuncia la visita de parientes. Si acabás de escuchar uno mientras lees estas líneas, por las dudas andá poniendo la pava.

 

 

 

Por Sol Verónica Gatti. Colaboró Andrés Bosso 

 

Foto: Vuelo de Portada, gentileza Miguel Ángel Roda

 

 

CP /PE

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