Una víctima contó cómo era el modus operandi del pediatra posadeño detenido por abuso

Cuando escucho el testimonio de las otras chicas es casi idéntico de lo que me pasó a mi”. Así inicia el relato de Rocío, la madre de un paciente del doctor Fernando Vinuesa. Allí deja entrever que el galeno no variaba demasiado en cuanto a sus modos de acción a la hora de hostigar a las víctimas. Destacó puntos coincidentes de su caso con el de otras madres que sufrieron acoso por parte de Vinuesa.

Víctima de Vinuesa – Red Ciudadana

 

Fernando Vinuesa (54 años), se encuentra detenido desde el pasado martes acusado de “abuso sexual simple”. Este jueves se presentó ante el juez Cardozo en el Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, pero el médico se negó a declarar.

 

 

Vinuesa trabajaba en el Hospital Pediátrico del Parque de la Salud.

 

La denuncia la formuló ante la Fiscalía de turno una mujer de más de 30 años, madre de una paciente de 2 años del doctor Vinuesa en el Hospital de Pediatría, Dr. Fernando Barreyro, quien acusa al médico de haberla “manoseado” en el consultorio.

 

Sin embargo, esta denuncia por abuso sexual, desencadenó una cataratas de acusaciones hacia el doctor, entre las que abundan casos de hostigamiento o acoso a través de mensajes de texto que el profesional mandaba con la intención de “realizar un seguimiento” de sus pacientes. Aparentemente una vil coartada para lograr un “aproximamiento” a sus víctimas. 

 

Ésto decía el abogado de Vinuesa al salir de la declaración indagatoria.

 

Fue el caso de Rocío, una de las primeras personas que hizo trascender los mensajes totalmente fuera de lugar que Vinuesa le enviaba, entre los cuales exigía que le enviara “fotos de cuerpo completo” y que incluso, ante la negativa de la madre por enviar dichas fotos, la exhortaba diciendo “ah dale, ¿cómo me vas a dejar así?”.

 

Ella contó que llegó hasta el consultorio del Vinuesa ya que su pequeño hijo tenía un problema de la índole en la cual el doctor es especialista: la gastroenterología. Relató que los primeros encuentros con él fueron totalmente normales y sin ningún motivo que la haga sospechar que tras el ambo de doctor, se escondía una persona con irrespetuosos propósitos.

 

Ella contó que Vinuesa, en su momento “nos dio un tratamiento que teníamos que seguir. Y lo que él hacía era darte su número telefónico para que vos una vez por semana le mandaras un informe de cómo había continuado ese tratamiento”.

 

El médico posadeño acusado de abuso sexual se negó a declarar y por ahora seguirá detenido

 

La madre del paciente contó que no siguieron a rajatabla las solicitudes del médico en cuanto al envío de estos “informes”, pero que sin embargo el tratamiento prosperó.

 

Hasta que en abril de este año volvieron al consultorio, pero especificó que allí ella y su marido notaron en él una actitud cambiada, “hacía chistes obscenos y se burlaba de mi marido”. Detalló que lo ninguneaba diciéndole: “Vos a ella los pechos ni le tocas, ni hablar de lo segundo”. Todo esto causó rechazo por parte del matrimonio ya que “no es lo que uno espera de un profesional”.

 

A partir de allí dice que salió muy incómoda de su consultorio, pero el caso no terminó allí ya que el doctor Vinuesa comenzó a hablarle a su teléfono personal exigiéndole fotos más del plano íntimo, sin propósito razonable para la labor del profesional. Contó que tras varias insistencias no tuvo más remedio que bloquear al doctor y dejar las visitas al médico que su hijo necesitaba, en manos de su marido.

 

Hugo Zapana es el abogado defensor del médico.

 

Lo curioso es que de varios testimonios trascendidos en los últimos días desde la detención de Vinuesa, hay varios puntos que parecen coincidir en su modus operandi. Contactar a madres de pacientes, hacerlo con la excusa de necesitar informes de sus hijos, pedirles fotos íntimas y escudarse con la idea de que son “necesarias para el seguimiento”.

 

Rocío contó también que esta situación generó mucha culpa en ella, hasta que en determinado momento se dio cuenta que no podía responsabilizarse por la conducta indecorosa del galeno y tomó coraje para hablar. Por ello cerró la entrevista preguntándose de manera retórica “¿Cuántas mujeres más habrán pasado por esto pero sin animarse a hablar?”.

 

DL  / EP

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