Aurora Bitón y un interesante recorrido por el Haiku en su vida y en la literatura

La escritora oriunda de la localidad de San Ignacio visitó el programa Los de Acá para revivir anécdotas de su vida y carrera como trabajadora cultural, y también de su faceta como deportista.

 

“Nací entre piedras talladas, con grandes arcadas, puertas, árbol corazón de piedra, escaleras de verdes colores, bosques con mantos de flores, aguas grandes y bravías en nubes de inmensas cortinas, aguas danzantes entre arco iris, mariposas multicolores, camino rojo, árboles empolvados, pinos perfumados, esencia de la naturaleza misma”, respondió Aurora durante la entrevista recitando el prólogo de su primer libro.

 

Una entrañable amistad con un embajador de Japón la hizo viajar y residir allí durante ocho meses, tiempo que aprovechó para recorrer todas las ciudades del país. “Es algo maravilloso. Yo siempre aconsejo a la gente a ir a conocer Japón, porque preservan la cultura en tal forma”, aseguró la escritora.

 

Entre anécdotas, Aurora recordó cómo fue el primer vínculo que tuvo con la familia del embajador japonés y el motivo por el cual tomaron distancia: “Yo me estaba por casar con este embajador cuando él se retiró del medio diplomático. Todo muy bien hasta que se enteró la familia que se iba a casar conmigo. La madre me invita a tomar el Té, y me ofrece en una taza que de un lado estaba un poco gastada, y un poquitito de Té que te sirven, el Té típico de ellos. Yo miré esa taza y me llamó la atención. Entonces a la hija que estaba con nosotros y compartía la mesa, le pregunto por qué me sirvieron el Té en esa taza tan valiosa, porque tendría muchos, no sé cuántos años, por cómo estaba de gastada, entonces le pregunta a la madre y me da la respuesta: “La cultura japonesa nunca cambia”. Entendí la lectura y en dos días seguí mi camino. Ahí me dijo en dos palabras, lo que ella sentía, y yo me di cuenta que iba a ser una mariposa de colección. Entonces la mariposa siguió su camino”.

 

De todas maneras, aseguró que haberlo conocido dio grandes frutos en su vida: “Él me enseñó a escribir Haiku. Por eso es un recuerdo muy importante para mí. Este libro me abrió puertas. Yo le mando as mi sobrina que estudiaba en la universidad de Minnesota, Estados Unidos, y me llama y me dice “venite a Minnesota”. Va a ser un encuentro en el cual va a estar Gabriel García Márquez. También estuvo Vargas Llosa entre otros. Todos los estudiantes de la universidad eran quienes participaban y además las personas que trajeron sus colegas. A mi me tocó compartir con una mexicana que hizo la tesis en Japón, entonces ella trabajó mi libro y me dijo que el Haiku es una filosofía del conocimiento de la vida. Cuando se llega a mayor. Ella me hizo notar que Jorge Luis Borges escribió 14 Haikus cuando terminaba su carrera”.

 

Aurora Bitón incursionó durante muchísimos años en el Haiku, un tipo de poesía japonesa. También recorrió muchísimos países del mundo que la ayudaron a enriquecer su lectura sobre diferentes aspectos que hacen a la vida y a la cultura de los pueblos.

 

 

 

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