La crisis económica golpea distintos rubros de la producción también en el NEA

El rubro panificados, es uno de los más afectados por el recrudecimiento de la crisis económica, tras la última devaluación de agosto, debido al encarecimiento de las materias primas de fabricación.

Uno de los costos que aumentó fue el de la harina, esto afectó a las panaderías, sector que afronta una caída de la demanda en Corrientes. Los comercios más grandes pudieron recuperarse, pero los más chicos tuvieron que disminuir la producción. Desde una de las panaderías céntricas, que tiene varios años en Corrientes Capital, manifestaron que antes producían por la mañana y la tarde; sin embargo, ahora al haberse agudizado la crisis económica sólo lo hacen en las primeras horas del día y esto les alcanza para toda la jornada.

 

En los pequeños locales de panificados trabajan con una diferencia de hasta $30 menos en el precio de sus productos, en comparación con otros negocios del sector. Sin embargo, destacan los comerciantes que dejan de elaborar frente a una determinada cantidad para “no hacer de más y luego desperdiciar la mercadería”. Otros comerciantes, comentaron que lo que recaudan sólo sirve para comprar nueva materia prima o mercadería para que el negocio continúe en pie.

 

“Todas las materias primas subieron su costo; leche, harina, grasa y manteca, entre otros. La harina aumentó después de las Paso y la grasa incrementa todas las semanas el precio”, manifestó al diario correntino El Litoral, Graciela de “El Nuevo Molino”.

 

“Se vende menos que antes. Primero producíamos a la mañana y a la tarde, ahora sólo lo hacemos temprano y vendemos a la tarde lo que ya tenemos”, relató una de las dueñas de la panadería ubicada frente a la Dpec, donde el kilo de pan cuesta $70 y la docena de facturas $150.

 

Desde un negocio ubicado por calle Salta, a metros de la peatonal e inaugurado hace dos meses, el dueño relató: «se vende poco de panadería; la gente compra más puflitos o ese tipo de mercadería porque cuesta menos. No podemos tener ganancias por la baja demanda, tengo que poner dinero de mi bolsillo para poder reponer”.

 

“Subieron mucho los costos en estos dos meses, tenemos que hacer el doble de esfuerzo, sólo atiende la familia. El proveedor nos trae menos mercadería que antes porque a él ya le cuesta producir más, por lo tanto, tenemos menos también para vender. Hay días que nos quedamos sin chipá porque nos trae poco, no trae el stock que necesitamos”, contó al diaro Fabián de “Alma de Chipá”.

 

Por su parte, Marcela de “El Criollo”, local ubicado en calle 9 de Julio casi San Juan, contó que la demanda “depende de los días de cobro de sueldos. En estos días estamos vendiendo muy poco, pero en otros, se vende más. Preferimos a veces quedarnos sin facturas, pero no que sobre para no desperdiciar mercadería”. El costo de la docena de facturas es de $180, de medialunas $120 y el kilo de chipá, $380.  Desde “Bien Argento”, ubicado frente a Correo Argentino en calle San Juan, Dora contó a El Litoral que “la venta es muy precaria; sólo nos queda seguir luchando, después de las elecciones la demanda bajó mucho, pero hay días mejores que otros. Vamos cocinando lo que va saliendo en el día, es decir, que la producción depende de la venta durante cada jornada”.

 

Cabe recordar que el fuerte aumento del dólar impactó en productos de la alimentación básica y sobre todo en las harinas. Los molineros pocas horas después de las Paso no bajaron bolsas en las panaderías y admitieron que las que se bajaron fueron con un 30% de incremento.

 

El costo promedio del kilo de pan en Corrientes es de $70 y otros pueden llegar a superar los $90. La docena de facturas en pequeñas panaderías se puede conseguir a $150, pero en otras se duplica el valor. En cuanto a la chipa, el costo de los 100 g supera los $30 en panaderías del centro de la ciudad.

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