El Pepo pidió la prisión domiciliaria por un «pozo depresivo» pero la querella advierte por un «trato privilegiado»

Los familiares de las víctimas fatales descreen de la versión de la defensa del cantante. Cómo sigue el proceso judicial.

El juez de garantías de Chascomús, Cristian Gasquet, ordenó el 23 de agosto la detención preventiva de Rubén Castiñeiras, «El Pepo», por el choque en el que murieron dos de sus acompañantes, su representante Ignacio Abosaleh y su trompetista Nicolás Carabajal, pero nunca resolvió sobre el pedido de prisión domiciliaria. Los familiares del trompetista advierten que el magistrado podría otorgarle ese beneficio.

En la presentación, Miguel Ángel Pierri, abogado de Pepo, puntualizó: «Existe la imperiosa necesidad de que mi ahijado procesal sea cuidado por su esposa conforme lo indicado por el doctor Enrique De Rosa en su informe médico. Eso posibilitará un mayor funcionamiento de la psiquis y recuperación del estado de ánimo del imputado a fin de revertir el pozo depresivo que atraviesa desde el día del hecho».

«Eso facilitaría un mejor funcionamiento familiar con sus hijos volviendo al calor del hogar», insistió el letrado en su planteo. Pierri además prometió: «En el régimen de prisión domiciliaria no existe obligación de hacerse cargo del imputado, pero a fin de aseverar la seriedad del pedido, su cónyuge asumirá su cuidado y sustento económico asumiendo el compromiso en forma juratoria».

De acuerdo con los exámenes toxicológicos, «El Pepo» tenía marihuana y cocaína en sangre cuando volcó con su camioneta. Además, manejaba a 139 kilómetros por hora en un tramo de la ruta en el que la velocidad máxima permitida es de 110. Sin embargo, el límite se reduce a 60 en el caso de que haya niebla, situación que se registraba en la madrugada del sábado 20 de julio, cuando ocurrió el hecho.

Enterado de la presentación, Marcelo Biondi, abogado de los familiares de las víctimas fatales, solicitó una pericia psiquiátrica para Pepo. Además, su perito de parte, Rafael Milano, consideró ante este medio: «Todas las personas privadas de su libertad tiene un compromiso de su psiquis. Esto no puede ser una excusa para salir del ambiente carcelario».

«El término ‘pozo depresivo’ no existe en el ámbito de la psiquiatría. En todo caso debería hablar del trastorno del estado de ánimo. Esto también es muy frecuente en el ambiente carcelario. Llegado el caso, con los avances farmacológicos, lo pueden tratar de manera ambulatoria con excelentes resultados», continuó su análisis el perito de la querella.

Los familiares de Abosaleh y Carabal advierten de esta manera sobre un posible «trato privilegiado» si la Justicia finalmente le otorga la prisión domiciliaria a Pepo para que lo cuide su esposa y salga de la cárcel de Dolores. La última palabra la tendrá el juez.

 

(TN)

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