Conocé a la singular Chuña Patas Rojas, un ave tan bella como vanidosa

Hay dos especies de chuñas en la Argentina. Una de ellas alcanza a visitar la tierra roja, donde puede escucharse y observarse exclusivamente en los maravillosos campos del sur misionero.

 

 

A través de una alianza con Aves Argentinas, la centenaria organización ambientalista que impulsa su Programa Bosque Atlántico, estaremos compartiendo semanalmente secretos sobre la biodiversidad de las especies de aves en nuestra Maravilla Natural. Exclusivo de Misiones On Line

Hoy hablaremos de un ave singular, una renegada del sistema … ¡que prefiere correr antes que emprender vuelo! Pues sabe que con sus largas patas puede ganar cualquier carrera y cuando se siente amenazada, puede alcanzar una velocidad de 30 km/hora en tramos cortos durante su huida.

La Chuña Patas Rojas (Cariama cristata) es un ave exclusivamente Sudamericana; con una distribución que abarca desde el sur de Amazonas hasta la provincia de La Pampa, se la encuentra en bosques abiertos y no tan húmedos, aunque también habita en las Yungas y llega al sur de la provincia de Misiones.

Única representante de su género, su alimentación consta de insectos grandes, pequeños anfibios, reptiles (es una gran consumidora de ofidios), crías de aves y roedores, caracoles, materia vegetal como frutos y semillas y hasta plantas cultivadas si en su derrotero se topa con una huerta.

Ubican sus nidos a no más de 3 m de altura, que generalmente consiste en un conjunto de palitos que conforman una plataforma desprolija en la que ponen de 2 a 3 huevos que la hembra cuida durante un mes aproximadamente. Las crías nacen cubiertas por plumones (plumas débiles) pero se quedan 15 días dentro el nido hasta que se animan a saltar al suelo y seguir a sus padres. Aun les quedarán 4 o 5 meses de vida como polluelos hasta alcanzar la madurez. Hembras y machos presentan plumaje similar y en el campo son indistinguibles entre sí.

Fotografía: Gentileza Emilio White

No necesitan mucha presentación para que las reconozcas en una salida de campo, pero vale mencionar datos interesantes de su aspecto: puede llegar a medir 90 cm de alto y su estampa es notoriamente vertical y erguida. Sus tarsos rojos combinan perfectamente con el carmín de su pico y para completar su atuendo cenizo, las timoneras (plumas de la cola) oscurecen hasta casi el negro. Su penacho frontal despeinado (que incluso es destacado en su nombre científico cristata) te indica que estás frente al primo americano del famoso Secretario africano.

Cuenta la leyenda que la chuña era una chica muy vanidosa que, enojada con su imagen deslucida en un espejo, arrojó al suelo un medallón que contenía una figura religiosa y por eso fue castigada con la consigna de ser un pájaro sin belleza, sin canto y sin gracia para caminar. Esto último, en definitiva, es opinable. Cuando abre sus alas en plena carrera el diseño de sus plumas es increíble, su canto es un grito lastimero bien efectivo porque nos cala hondo al atardecer y no deja de ser una presencia elegante en las sabanas del norte.

Dos datos extras: como bien sabés, para la observación de aves en Misiones “el Sur también existe” y esta especie solamente la podrás observar en la zona de los campos. Por otro lado, existe una iniciativa de reintroducción de chuñas de patas rojas en el Iberá, donde se liberaron varios ejemplares en el año 2018.

Esperamos que tengas la suerte de avistar chuñas en tus paseos por Misiones y que te enamores de nuestra avifauna tanto como nosotros.

 

 

Colaboró Hilda Pommies / Aves Argentinas.

Foto de Portada: Gentileza Marcelo Wioneczack

 

 

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