Análisis semanal: el cepo desinfló al dólar pero no frenó la sangría de reservas y Cristina prometió «un nuevo orden» en su paso por Posadas

A un año y cuatro meses del inicio de la corrida cambiaria que dejó en evidencia la fragilidad del sistema financiero argentino, el presidente Macri finalmente reconoció el fracaso de su política de liberación del flujo de capitales y contra sus más profundas convicciones aceptó que el Estado aplique regulaciones para defender el valor del peso. Aplicando recetas de la más pura heterodoxia económica, aplicó medidas que actúan al mismo tiempo sobre la oferta y la demanda de dólares.  Obligó a los exportadores y a los bancos a volcar divisa al mercado y restringió a las empresas las posibilidades de acceder a los dólares para atesoramiento.

 

Con menos presión en la punta compradora y más oferentes además del Central, la cotización del dólar cayó 4 pesos en una semana, se recuperaron los bonos argentinos –algunos más de 25%- y el riesgo país bajó casi 500 puntos, pese a lo cual cerró por encima de los 2000 puntos.

 

Pese a los buenos y rápidos resultados conseguidos gracias a la vuelta de las regulaciones, el propio Macri lamentó haber tenido que alejarse de la senda de la ortodoxia económica, buscó justificativos en la “incertidumbre política” y aclaró culposo que de resultar reelecto retomaría el camino de la liberación financiera y cambiaria.

 

En contra de esa posibilidad se pronunciaron incluso economistas de reconocida raigambre liberal como Gustavo Satángelo quien consideró que “Argentina no está para tener libertad cambiaria” debido a los desequilibrios macroeconómicos y la alta inflación que padece.

 

Opinó que el control del cambio “vino para quedarse” y deslizó que “lo más probable” es que en algún momento deba ser endurecido. “Si el límite hoy es de 10.000 el día de mañana será 8.000 o 5.000 o cero eventualmente en algún momento. Estábamos en una situación en la que la demanda de divisa superaba a la oferta. Este es sólo el primer round”, pronosticó.

 

Ante los resultados observados durante la última semana gracias a las regulaciones y la comparación con lo ocurrido durante el último año y medio, la pregunta que queda picando es ¿por qué recién ahora?

 

Con los resultados del lunes, incluso alguien como Satángelo que se define como un liberal ortodoxo, haciendo un ejercicio de revisionismo de corto plazo admite que “en el 2015 Argentina tampoco estaba lista para la libertad cambiaria”.

 

Sangría de reservas y depósitos

 

El cepo de baja intensidad aplicado por el Gobierno nacional habrá servido para desinflar al dólar pero todavía no demostró efectividad para contener la dramática pérdida de reservas. Sólo el viernes se fueron 424 millones de dólares y durante toda la semana 3.151 millones. Desde el principio de agosto la cifra se eleva a 16.950 millones, más de una cuarta parte del total del préstamo acordado con el FMI.

 

Por la misma vía caminan los depósitos en dólares de los bancos, que continuaron esta semana en baja. La última información disponible es del martes último, ese día los depósitos se ubicaron en 29.499 millones de dólares y registraron una contracción de 752 millones. La merma había sido de 913 millones el lunes. Desde las elecciones se perdieron 7.556 millones.

 

El largo camino a diciembre

 

En la continuidad de una campaña electoral que formalmente recomenzó el viernes último pero que en realidad nunca se interrumpió, los candidatos a presidente con mayores chances se empeñan por estos días en sostener el delicado equilibrio necesario para convencer “al pueblo” y a los mercados al mismo tiempo, públicos con intereses bastante diferentes cuando no contrapuestos.

 

Macri se esfuerza por demostrar una renovada sensibilidad social a punta de intervencionismo estatal al tiempo que se ocupa de convencer a los mercados que el perfil kirchnerista que viene tomando su gestión forma parte de una estrategia electoral temporaria que quedará sepultada rápidamente de resultar reelecto y en un insólito intento de negación de la realidad repite que las elecciones todavía no sucedieron.

 

Su rival, el virtual candidato electo Alberto, viajó a España con intenciones de tranquilizar a los banqueros, de jurarles que de resultar electo no acometerá con una aventura anticapitalista como las que sueñan algunos de sus partidarios, entre ellos el dirigente Juan Grabois que diseña una improbable reforma agraria expropiadora.

 

En una declaración que sonó ambivalente, el candidato del Frente de Todos prometió que en su gestión cumpliría con todos los compromisos asumidos por el país, pero advirtió que no lo haría a costa del sufrimiento de los argentinos. Esa última aclaración no hizo más que profundizar la incertidumbre entre los financistas que tienen muy en claro que Argentina no tiene forma de cumplir con el exigente calendario de pagos que acordaron el Gobierno nacional y su principal financista de campaña, el FMI, si no es a costa del sufrimiento de los argentinos.

 

Cristina y una alianza con Misiones

 

Sobre el final de la semana la atención del mundillo político no se concentró en ninguno de los candidatos si no en la contendiente a la vicepresidencia, que por más que dosifique sus apariciones públicas le basta una salida esporádica para ganar el centro de la escena.

 

Esta vez habló en Posadas, donde presentó su libro Sinceramente ante una ruidosa multitud. A diferencia de sus años presidenciales, no le habló únicamente a su tropa sino que buscó interpelar a diferentes públicos que inciden en el contexto político nacional y prometió que si le tocara volver a integrar un gobierno no habría una vuelta al pasado sino un “nuevo orden mejor”.

 

La visita sirvió para dejar en claro que a pesar de no compartir boleta en el presente proceso electoral, las relaciones entre la dupla Fernández y la Renovación son muy estrechas. Ambas fuerzas comparten una visión bastante parecida en cuanto al rol del estado en cuestiones centrales como el apuntalamiento de la economía y una gestión presente en salud, educación y desarrollo social.

 

A partir de esas coincidencias, la Renovación y el Frente de Todos avanzan en una alianza estratégica, en la que cobra especial relevancia la visión del presidente de la Legislatura provincial Carlos Rovira, sujeto de consulta habitual por parte del equipo de Alberto Fernández.

 

Durante su discurso en Posadas, Cristina resaltó explícitamente la decisión del gobierno provincial de perseverar en su apuesta por la ciencia y la técnica a pesar de la crisis económica que atraviesa el país y en contra del ejemplo de un Gobierno nacional que desinvirtió en esas áreas. Como emblema de esa política provincial destacó a la Escuela de Robótica, un proyecto que fue impulsado con un interés casi obsesivo por Rovira.

 

La candidata a vice de Alberto no ahorró gestos para exteriorizar su cercanía con la renovación. Durante su estadía en la capital provincial se dejó ver y acompañar por la candidata que encabeza la lista de aspirantes a diputados nacionales del Frente de Todos en Misiones, la camporista Cristina Brítez, pero a la hora del discurso, cuando los ojos y los oídos del país atendían, las menciones fueron exclusivamente para dirigentes del Gobierno provincial.

 

El sábado se reunió con el Gobernador Hugo Passalacqua con quien coincidieron en la necesidad de que el Estado nacional recupere protagonismo en materia de salud pública –algo que fue reiterado luego por Cristina durante su discurso- y de la asistencia a los sectores más vulnerables.

 

 

 

Junto al gobernador electo Oscar Herrera Ahuad, recordó con tristeza la tragedia de San Pedro, luctuoso episodio que ambos experimentaron en primera persona: Herrera Ahuad porque dirigía el hospital de esa localidad y la actual senadora porque recorrió la zona durante el operativo de asistencia que se montó.

 

El recuerdo de ese doloroso evento también tuvo mención durante el discurso de presentación del libro, oportunidad en la que Cristina destacó la figura de su actual par en la Cámara alta, el exgobernador Maurice Closs.

 

La alianza con la renovación revela una concepción pluralista para los estándares tradicionales del peronismo que en su renovada vocación frentista se muestra dispuesto a sumar a aliados independientes dispuestos a colaborar en la búsqueda de acuerdos necesarios para recomponer al país, pero que dejan en claro que no tienen ningún interés por seguir ordenes ni acatar mandatos partidarios.

 

Mensaje para todos

 

Durante la presentación de su libro en Misiones, Cristina buscó alimentar la esperanza recordando políticas aplicadas durante los doce años del kirchnerismo que elevaron la calidad de vida de las clases medias y bajas, como los subsidios a los servicios públicos  y diferentes medidas orientadas a apuntalar el consumo interno.

 

En modo de campaña, cuestionó la política económica del actual gobierno haciendo especial énfasis en el endeudamiento récord en el que incurrió la gestión de Cambiemos. Recordó que durante la presidencia de Néstor Kirchner se pagó una deuda con el FMI que el país arrastraba desde los años 50 y que se fue incrementando durante las sucesivas administraciones cuyo monto era de alrededor de 10 mil millones de dólares, cifra ostensiblemente inferior a los 57 mil millones de dólares del préstamo otorgado por el organismo de crédito al gobierno de Macri.

 

También le habló a los mercados cuando afirmó que su administración siempre mostró voluntad de pago y de hecho canceló deudas asumidas por administraciones anteriores. Negó tener un perfil “anti multinacionales”, en ese punto recordó que su gobierno firmó un contrato con la empresa Chevron para explotar el yacimiento de Vaca Muerta a pesar de las recomendaciones en contrario de Rafael Correa, quien por entonces era presidente de Ecuador y mantenía un pleito con la mencionada compañía por pasivos ambientales.

 

No mencionó explícitamente a Macri durante su alocución, pero el editor de su libro, Juan Boido quien ofició de innecesario partenaire durante la presentación, trajo a colación un párrafo de Sinceramente en el que la expresidente asociaba a su sucesor con la idea del caos, lo que fue aprovechado en un juego de contrapuntos por Cristina para cerrar prometiendo una vuelta al orden “pero no en el viejo orden, en uno nuevo y mejor”, remarcó.

 

Distinción a los campeones

 

La Legislatura de Misiones recibió y homenajeó a los chicos misioneros que ganaron el campeonato nacional de robótica y que representarán a Argentina en el Mundial de Dubai, al considerar Carlos Rovira que “son un ejemplo y un orgullo para Misiones y para el país”.

 

Si bien se trata de un logro individual, también es resultado directo de una fuerte apuesta del Gobierno provincial a favor de la robótica y la educación disruptiva que lleva ya muchos años.

 

“Hoy se escucha que muchos hablan de inyectar dinero a la economía para poner en marcha el país pero los verdaderos emergentes y las sociedades progresan de la mano de la educación. En este sentido Misiones está dando pasos firmes de rescatar y contener una nueva generación y ofrecerle un esquema de aprendizaje del mejor nivel del mundo”, destacaron desde la Legislatura.

 

En otra acción a favor de los ciudadanos, la Cámara de Diputados sancionó el Programa de Soberanía Alimentaria Provincial, con el fin de propiciar el acceso a la tierra regularizada para fomentar el arraigo y  la producción. Asimismo, garantizar el acceso a  semillas nativas e  impulsar la implementación de mercados locales solidarios en cada municipio, en el que se propicien los principios de la economía social y la venta directa del productor familiar. El programa también promoverá el desarrollo de la investigación científica y tecnológica en materia agroalimentaria para proteger y enriquecer la agrobiodiversidad.

 

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