Las personas – conflicto

Hay personas que viven en el conflicto, se alimentan de él, y se entusiasman únicamente cuando fueron lo suficientemente astutas como para seguir generándolo. Están sumidas en situaciones que las complican, se enfrascan horas y horas en el celular, en la compu, trabajos, y conversaciones que las llevan a repetir de manera interminable el mismo circuito vicioso.

 

Si compran por internet: algo les llega fallado, o alguien se aprovecha de ellas. Si hacen un negocio: lo enturbian, lo dificultan, hasta que deje de funcionar para rematar que la culpa es del otro; o del País que se cae a pedazos. Si tienen amigos, se sienten “usadas», y si no los tienen es porque a estas personas – según ellas – “nadie las entiende” y consideran que es mejor mantenerse al margen.

 

Todas las oportunidades, sean del tipo que sean, les generan algún tipo de problema, molestia, exabrupto, o motivo para alimentarse de lo único que las mantiene vivas, el conflicto. Su motivación, a primera vista, es la de resolver problemas. Pero cuando están desequilibradas, ponen toda su atención en los obstáculos que encuentran en el camino, en las cosas que faltan o no se cumplieron; siembran dudas permanentes en otros, los paralizan, y se alejan de cualquier posibilidad de llegar a la meta.

 

Si la historia terminara allí, y fueran capaces de bancarse semejante estado de locura, sin molestar al resto, no habría mayores inconvenientes, ¿no? Pero su estilo egoísta, siempre las pone en primer plano, y cuando se vinculan -generalmente-, todos están equivocados en algún punto, menos ellas.

 

Algunas de estas personas-conflicto, han aprendido a patalear lo suficientemente fuerte y alto como para generar reacciones que van desde el rechazo absoluto de los pacíficos, hasta el hartazgo total de quienes procuran a toda costa ayudarlas.

 

Con las personas-conflicto no hay punto intermedio. Si emprenden proyectos con socios expertos en simplificar complicaciones, y armar circuitos que funcionen, buscan de mil formas diferentes, hacer que el negocio no suceda. Y si tienen personas a cargo, no se hacen cargo, aludiendo que están llenas de inconvenientes en muchos frentes como para escucharlos. Su equipo, termina cargándolas y las lleva al hombro, hasta que el peso se vuelve tan pero tan insoportable que algunos se van marchando, o finalmente todos salen disparados.

 

Su liderazgo es tóxico, su vida es caos, y cuando se vuelve extremo ese estado de permanente conflicto, el resultado es uno solo: la enfermedad. Síntomas de todo tipo, que arrancan como señales silenciosas de una mente que necesita re-programarse, re-pensarse desde la salud, y la paz de manera urgente. Pero no hay caso, no hay manera, no hay forma de que suceda. No porque sea demasiado tarde, no porque no sea posible salir del conflicto, si no porque estas personas no tienen el más mínimo interés en salir del problema, ya que en lo más profundo de su ser sienten que si lo hicieran, su vida perdería toda razón de ser.

 

Qué hacer en estos casos, suelen preguntarme las personas que están a su alrededor, o los empleados que las padecen a diario. Y mi respuesta, no puede no ser sincera, menos, mucho menos, en situaciones donde la salud de esos otros que las rodean comienza a entrar en riesgo, para terminar colapsando.

Es importante tomar conciencia que lo que vivimos no es producto del azar, es el resultado de cada una de nuestras decisiones frente a un determinado contexto, y a un otro. Todos podemos elegir, cuando estamos a tiempo, y tenemos la suficiente fuerza como para hacerlo.

 

Ahora bien, la persona-conflicto, ¿manifestó que quiere cambiar?¿podrías decir con absoluta certeza que tiene intenciones reales de hacerlo?

Si la respuesta es no, deberías preguntarte si estás dispuesto a seguir viviendo situaciones donde la única regla seguirá siendo el problema. O si ya es tiempo, ya es hora de priorizar tu salud, y tu bienestar. No porque seas lo único importante en toda esta historia; para nada, los dos lo son y probablemente para esta altura ambos hayan naturalizado al conflicto. Si no, porque sólo desde la honestidad serás capaz de lograr de manera sustentable todo lo que estás buscando, y podrás compartir con otros eso que tanto te interesa.

 

 

 

(*) Lic. Sol Jouliá
www.soljoulia.com.ar
instagram: @soljouliaok

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