Hackean las redes de Anahí Benítez con perturbadores mensajes a sus padres

Se hicieron pasar por la joven asesinada y les decían que estaba viva. La madre cree que puede tener que ver con el juicio por el crimen, que arrancará el 18 de febrero.

El dolor parece no tener fin para la familia de Anahí Benítez, la adolescente secuestrada, abusada y asesinada en 2017 y cuyo cuerpo fue encontrado en la Reserva Santa Catalina. Mientras esperan el juicio oral programado para el 18 de febrero, familiares y allegados de la joven fueron blanco de una situación desgarradora: alguien hackeó las redes sociales de Anahí y envió mensajes morbosos a sus más íntimos.

“Modificaron temporalmente la foto de perfil de Anahi. Luego hicieron un nuevo perfil con esa foto nueva y me mandaron solicitud de amistad a mí, al padre de Anahí y a varios amigos simultáneamente”, cuenta Silvia Pérez Vilor, mamá de la joven. Compartió con Clarín las capturas de pantalla que tomó de los mensajes que le llegaron y que entregó inmediatamente a la Justicia. En ellas se lee: “Esa chica que estaba enterrada no soy yo. Ayuda por favor. Me tienen secuestrada”.

Todavía no saben si se trató de una inexplicable y cruel broma o de una intimidación que va más allá de los mensajes. “No sé si es un inconsciente que quiere causar daño y dolor o alguien que pueda tener algo que ver con la causa”, señala. La denuncia fue radicada en la UFI N° 1 de los Tribunales de Lomas de Zamora, y aunque la familia aún no tiene noticias del avance de la investigación, confían en que se sabrá la verdad. “Me aseguraron que era posible descubrir la identidad de quien lo hizo”,. agrega. A través del rastreo de la dirección IP desde donde se enviaron los mensajes es posible rastrear la ubicación exacta desde donde partió el hackeo.

Por prevención, los familiares de Anahí tienen custodia permanente, no sólo de la Policía bonaerense sino a partir de una alarma comunitaria que fue colocada cerca de la casa y que también pueden utilizar los vecinos de los alrededores.

La familia no sabe de dónde pueden provenir los mensajes ni con qué objetivo, pero están alerta a todas las posibilidades. “No recibimos amenazas concretas pero la investigación de la causa está avanzando mucho. El juicio es el 18 de febrero y puede haber alguien afectado por eso. Y justo pasa ésto. Que si bien no es una amenaza, sí es con un claro propósito: dañar dónde más duele”, cuentan.

La elevación a juicio oral fue comunicada a fines de abril y lleva al banquillo a los dos acusados del crimen, Marcelo Villalba y Marcos Bazán. Al primero se le pudo probar, a través de una prueba de ADN, que abusó sexualmente de Anahí. Cayó cuando, días después del crimen, el celular de Anahí se activó y resultó que lo tenía el hijo de Villalba. Poco antes el hombre se lo había regalado. Por su parte Bazán es el propietario de la casa ubicada en la Reserva Santa Catalina donde se cree que estuvo secuestrada Anahí, a partir del rastreo de un perro entrenado.

Para la familia hay más implicados que podrían salir a la luz durante el debate judicial. Anahí fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 y la encontraron asesinada después de días de búsqueda.

 

(Clarin)

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