Argentina lidera el ranking de consumo de bebidas azucaradas, con un promedio de 131 litros por persona anualmente. Este dato es realmente alarmante si pensamos en los efectos que tienen las mismas sobre el organismo.
En relación a las consecuencias de consumir habitualmente bebidas gaseosas sabemos que predispone al sobrepeso y obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, renales, e incluso, algunos tipos de cáncer.
Un nuevo estudio científico detectó que las personas que beben dos o más vasos de cualquier tipo de gaseosa por día tienen un mayor riesgo de morir que las personas que beben menos de una por mes.
La investigación abarcó a más de 450.000 personas de 10 países durante casi 20 años. Ninguna de las personas tenía cáncer, diabetes, enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular antes de su participación.
Los investigadores descubrieron que los hombres y mujeres que tomaban dos o más vasos al día de gaseosas endulzadas con azúcar tenían un mayor riesgo de morir por trastornos digestivos, mientras que los que bebían la misma cantidad de bebidas dietéticas tenían un mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
En este estudio, un vaso contenía 250 mililitros; la típica lata de bebida gaseosa en todo el mundo contiene 355 mililitros con lo cual el riesgo sería mayor que el estudiado.
“La evidencia empírica sugiere que el alto nivel de azúcar en la sangre y el alto consumo de azúcar pueden dañar la barrera intestinal, lo que lleva a un ‘intestino permeable’ y al acceso al sistema inmunitario intestinal”, dijo el Dr. Sharon Horesh Bergquist, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Emory en Atlanta. A su vez, esto causa inflamación intestinal, altera la microbiota intestinal y aumenta la susceptibilidad a las infecciones intestinales.
Este estudio, así como otras investigaciones sobre la conexión entre la dieta y las bebidas azucaradas y los riesgos para la salud, es observacional y no puede mostrar causa y efecto. Según los investigadores, esa es una limitación importante, ya que es imposible determinar si la asociación se debe a un edulcorante artificial específico, un tipo de bebida, obesidad u otro problema de salud oculto.
Es importante que tomemos conciencia de que el consumo diario de bebidas azucaradas es perjudicial para la salud. Las mismas nos aportan calorías “vacías”, es decir, tienen calorías, pero no brindan ningún nutriente beneficioso al organismo. Lo que sí contienen son cantidades importantes de azucares simples, sodio y aditivos artificiales como colorantes, saborizantes, conservantes, etc.
Debemos reemplazarlas por agua, agua saborizada naturalmente (con hierbas y/o frutas), jugos naturales de frutas y verduras, entre las más saludables.
El grupo más susceptible al consumo de estas bebidas son los niños, siendo aún más grave el impacto sobre su salud a corto y largo plazo, por lo cual, los adultos somos responsables de crear buenos hábitos para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles.
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P. n° 147
Fuente: https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/2749350
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