La desgarradora escena del femicidio de Alicia Muñiz en la serie de Monzón

 

La historia no fue ficcionada, todo fue real y los productores mostraron cómo el ex boxeador golpeó a Alicia Muñiz y la ahorcó hasta matarla, para luego arrojarla por el balcón de la casa de Pedro Zani 1567, tal como ocurrió el 14 de febrero de 1988 en Mar del Plata.

 

El último capítulo de la serie Monzón, estuvo centrado principalmente en el femicidio de Alicia Muñiz, pareja del aclamado boxeador Carlos Monzón. Dada la brutal escena, en las redes se mostraron impactados, y celebraron el gran trabajo de la actriz que la interpretó, Carla Quevedo.

 

La historia no fue ficcionada, todo fue real y los productores mostraron cómo el ex boxeador golpeó a Alicia Muñiz y la ahorcó hasta matarla, para luego arrojarla por el balcón de la casa de Pedro Zani 1567, tal como ocurrió el 14 de febrero de 1988 en Mar del Plata.

 

Carlos Monzón, en la piel de Jorge Román, y la ex modelo, encarnada por Carla Quevedo, se reencuentran en el aeropuerto después de que ella decidiera viajar desde Uruguay para visitar a Mati (Maximiliano), el hijo de la pareja, que había ido a pasar unos días con su padre. E intentan una reconciliación.

 

Pero, después de una tarde de festejos y ya entrada la noche, empiezan los conflictos en el casino, cuando el ex boxeador nota que Alicia no llevaba puesta su alianza de matrimonio. Ella le explica que no la tiene porque ambos están «separados». Pero él, enojado, el responde: «Vos sos mi mujer».

 

Entonces, mientras sigue bebiendo alcohol, Monzón se aleja de Alicia. Y ese momento es aprovechado por otro hombre, que se acerca a la modelo para entablar un diálogo. Pero, al verlo, el ex boxeador no lo duda y lo agarra de la solapa del saco, dispuesto a golpearlo. Hasta que sus amigos lo separan.

 

Al rato, charlando con el personaje del Flaco Hermida (Alberto Olmedo), en la piel de Yayo Guridi, Monzón dice: «Yo quiero estar bien. Vos sabés que no me gusta que le estén encima, que la miren o que le hablen… ¡No me gusta nada! Lo que es mío, es mío».

 

Después de escuchar los consejos de Hermida, Monzón sale del casino pidiéndole perdón a Alicia por el episodio que habían protagonizado. Y ambos deciden continuar la noche junto a El Turco (Adrián El Facha Martel), interpretado por Nacho Goano, en una disco dónde siguen bebiendo alcohol y parecen divertirse. Pero el ex boxeador, al ver a la ex modelo bailando junto a su amigo, se enfurece.

 

«No te hagas la pelotuda, me hacés calentar. ¿Por qué te tenes que andar refregando con otro, me decís?», le dice Monzón en el taxi, de regreso a la casa. «El Turco es tu amigo, Carlos. ¡Estamos todos locos!», responde ella incrédula. «Está bien, ya se me va a pasar», retruca él.

 

Pero cuando llegan a la casa, la situación empeora. Después de servirse whisky, poner música y comenzar a mimarse en el sillón, empiezan a discutir. «Tenemos que cambiar, Carlos, si nos amamos», le dice Alicia. «Sí, amor. Pero no es fácil. Porque nosotros estamos bien así, ahora, un rato, pero después, a los veinte minutos, se pudre todo», anticipa él.

 

Entonces la conversación va subiendo de tono. Ella le dice que tiene que cambiar algunas cosas. «¡¿Yo tengo que cambiar?!», protesta él, levantando la voz. «No me grites, me hablás mal a veces. Si tomaras menos…», le dice ella. Él se pone cada vez más violento.

 

 

«¿Qué hago Carlos? ¿Qué hago para hacerte feliz? No sé qué hacer…», dice Alicia. «No me vuelvas loco», responde Monzón. Entonces ella decide refugiarse en el baño. Saca un frasco de pastillas, pero las vuelve a guardar. Y luego regresa al living. Entonces el ex boxeador le pide que vaya nuevamente al sillón, junto a él.

 

«Te voy a comprar una casa igual que esta, mejor, para que vivamos los tres. Sí, amor: vos, el Mati y y yo, frente al mar. ¿Ves que podemos estar mejor?», le dice Monzón. A lo que ella responde: «Vamos a tener que dejar de gastar tanto en pavadas». Y él, nuevamente, se enfurece.

 

«¿Vos me estás queriendo decir algo? ¿Me estás recriminando como yo gasto mi guita?», le dice él. «Sos horrible cuando te ponés así. Estás borracho y te ponés violento», le responde Alicia. «Vos sos una puta histérica», le grita él.

 

En ese momento, ella intenta agarrar el frasco de pastillas, pero él le tira la cartera. «La madre de mi hijo no puede ser una drogadicta», le dice Monzón. «Con un padre borracho y golpeador le alcanza», le responde Alicia mientras empieza a huir. «Nadie te quiere, negro sucio de mierda», le grita, lo que termina por enfurecer al boxeador. Es allí que él le responde arrojándole una botella por la cabeza, que la deja gravemente herida en el rostro.

 

De inmediato y sabiendo el peligro que corre, Alicia comienza a correr escaleras arriba. Pero Monzón la persigue, tironeándole el vestido hasta arrancárselo. Ella, desesperada, se encierra en la habitación suplicando piedad. Pero él golpea con fuerza la puerta hasta logar abrirla.

 

Solo al entrar a la habitación, Monzón le da un un fuerte cachetazo y la agarra de los pelos para arrastrala hasta la cama. Entonces empieza a ahorcarla mientras le grita que es una «puta». Hasta que, finalmente, la mata.

 

Al darse cuenta de lo que había hecho, Monzón intenta reanimar a Alicia. «Despertate amor, por favor, ya está», le dice. Y luego la arrastra hasta el baño para mojarle la cabeza. Pero ya es tarde. Entonces, se sienta en la cama y se pone a llorar.

 

Justo cuando está a punto de hacer un llamado, el femicida nota la sangre en sus manos. Eso lo hace reaccionar. Entonces se quita la ropa manchada, la esconde y se lava la cara. Luego levanta el cadáver de Alicia y lo arroja por el balcón. Camina unos metros al interior de la habitación. Y, finalmente, toma envión y salta para simular un accidente.

 

La impactante escena rápidamente fue el tema de conversación en Twitter.

 


 

 

Fuente: La Mañana de Neuquén

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