El animal fue abandonado en una guardería de la Isla Jordán, en Cipolletti, Río Negro. Las voluntarias del lugar lo cuidaron con amor y dedicación hasta tanto el perrito pudiera ser alojado en un hogar.
El perro dogo argentino, de raza, es discapacitado. Es sordo y, a raíz de ello, no puede ladrar. Por eso sufrió la discriminación y el maltrato de muchas personas que lo dejaron de lado.
El dogo tuvo dos intentos de adopción, pero luego de unos días con familias sustitutas, el animal fue devuelto al refugio. “Ojalá que la gente nos ayude a buscarle una casa donde el perro no sea una alarma, sino que lo adoptan para ser amado”, dijo, con razón, una de las proteccionistas.
Pero la publicación en Facebook de la guardería canina de la Isla Jordán se hizo viral y muchas familias se conmovieron ante el triste presente del dogo.
Cuando las voluntarias seguían recibiendo llamados de personas interesadas en adoptarlo de provincias y ciudades distantes como Santiago del Estero, Formosa y Bariloche, apareció “la familia ideal” para el perrito.
Así, una familia de Río Negro se enamoró del dogo y acordó con los proteccionistas poderlo trasladar a ese nuevo hogar. El matrimonio adoptante tiene dos hijos y sabe bien cómo brindar amor: dos de sus integrantes son hipoacúsicos.
“Enseguida lo aceptaron como un integrante más de la familia. El dogo revisó la casa, corrió por todos lados y vio su reflejo en una ventana. Estaba muy emocionado», contó una de las proteccionistas del refugio.
Fuente: Clarín
EB
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