El economista misionero y profesor egresado de la Universidad Nacional de Misiones, Darío Ochoa, opinó sobre el “reperfilamiento” de la deuda, anunciado ayer por el ministro de hacienda Hernán Lacunza. Consideró que era sabido que las políticas económicas del macrismo, basadas en el endeudamiento, iban a terminar de esta manera, y las asimiló con las gestiones económicas de Martínez de Hoz y Domingo Cavallo.
Darío Ochoa – Radio Libertad
En diálogo con Radio Libertad, afirmó que “si o si por la magnitud y la naturaleza de la deuda se iba a terminar en esto, algo parecido al plan Bonex, que es patear los vencimientos. Es un Bonex soft, pero Bonex al fin. Es megacanje y default, es un default selectivo”. Y explicó que esto sucedió porque el endeudamiento que tuvo el macrismo fue “sideral ya que no hay registro en la historia argentina de un proceso más violento de deuda”.
El docente dijo que cuando se analiza el endeudamiento argentino, hoy pasible de ser convertidos a dólares, “hay 82 mil millones entre Lecaps, Letes, bonos de deuda, déficit cuasi fiscal, más lo que hay en plazos fijos y en depósitos a la vista, más la plata circulante. Mientras que en reservas líquidas para hacer frente, si Argentina recibiera el nuevo desembolso del FMI, habría 25 mil millones, o sea no lo podés resolver”.
Ochoa criticó a los economistas que culpan de la agudización de la crisis a la victoria de la oposición en los últimos comicios, y manifestó que “el endeudamiento y el cambio de paradigma de producción y de acumulación de capital que sufrió el país fue muy fuerte. El macrismo es la continuación de la gestión de Martínez de Hoz y de Cavallo, es un modelo de apreciación financiera montado en deuda. El proceso de fuga de capitales tremendo que tuvo Argentina durante estos últimos tres años, está montado sobre deuda, y no puede funcionar un gobierno así eternamente, porque en algún momento se termina el financiamiento”.
También reprochó que el patrón de acumulación de divisas, que podría ser la producción de bienes y servicios esté cortado. E indicó que esto sucede porque ha girado hacia la rentabilidad financiera, con una tasa de 75%. Y ningún país puede funcionar de esa forma, porque no hay actividad de la economía real que pueda igualar esa tasa de rentabilidad.
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