Alerta en Puerto Rico: la tormenta tropical Dorian podría tocar tierra con la fuerza de un huracán

El fenómeno podría alcanzar la categoría 3 en su avance hacia Florida. EEUU declaró la emergencia.

Puerto Rico se prepara para la llegada de Dorian, la tormenta tropical que azotará a la isla durante la tarde del miércoles y cuya capacidad destructiva podría ser superior a la prevista por los expertos. Durante la mañana, el fenómeno se aproximó al territorio con fuerza cercana a la de un huracán y los meteorólogos dijeron que podría alcanzar la categoría 3 a medida que se desplace hacia la zona continental de Estados Unidos.

A raíz de la nueva información, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió una advertencia de huracán para las islas puertorriqueñas de Vieques y Culebra, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas, donde se espera que la tormenta provoque deslaves, inundaciones generalizadas y posibles apagones.

Por su parte, el presidente Donald Trump declaró una emergencia a última hora del martes y ordenó la entrega de asistencia federal a las autoridades locales.

«¡Wow! Otra gran tormenta se acerca a Puerto Rico. ¿Terminará alguna vez?», escribió el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter, donde también se jactó de haber enviado 92.000 millones de dólares para ayudar a la isla 2018, cifra que consideró «récord».

En la mañana, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos comunicó que la tormenta se había fortalecido ligeramente, con vientos máximos sostenidos de 110 km/h, mientras se desplazaba al noroeste a 20 km/h. Además, agregó que podría convertirse en un peligroso huracán de categoría 3 en su avance hacia el noroeste, con dirección a Florida.

«Se prevé que arroje entre 10 y 15 centímetros de lluvia, con precipitaciones aisladas de hasta 20 centímetros», afirmó el organismo.

El pronóstico preocupa a muchos de los habitantes del territorio estadounidense, donde todavía hay alrededor de 30.000 viviendas con lonas azules en lugar de techos tras la devastación provocada por el huracán María en 2017, y en donde los 3,2 millones de pobladores dependen de una endeble red eléctrica que sigue siendo propensa a apagones después de haber sido destruida por la tormenta de categoría 4.

José Ortiz, director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, reconoció que la red eléctrica aún tiene puntos débiles y que su funcionamiento podría verse afectado con vientos de entre 80 y 96 km/h, pero agregó que la agencia tiene el inventario necesario, incluyendo más de 120.000 bombillas, 23.000 postes y 7.400 transformadores.

Entre tanto, la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, instó a los residentes en zonas con tendencia a inundarse o en lugares en reparación a trasladarse a uno de los 360 refugios de la isla el martes en la noche, mientras que las autoridades informaron que las escuelas públicas y las oficinas gubernamentales estarán cerradas al menos hasta el jueves.

«Luego de María, hemos aprendido muy bien la lección», manifestó la gobernadora, y agregó: «Vamos a estar mucho mejor preparados».

 

 

(TN)

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