Román Queiroz desacreditó la denuncia del diario Perfil contra Nicolás Laharrague: «Es una noticia malintencionada»

Así comenzó respondiendo el maderero Román Queiroz a la entrevista con ExtraPrensa.com de Eldorado, respecto a la consulta por la publicación del diario nacional que dirige el empresario de medios Jorge Fontevecchia. En mayo, y el reciente fin de semana, el mismo medio publicó que Nicolás Laharrague, actual director de Desarrollo Foresto-industrial de Agroindustria de la Nación «recibió millonarios dividendos como accionista de una firma familiar, que a la vez había beneficiado el año pasado con un crédito que él mismo aprobó desde su repartición”, intentando demostrar que se habría infringido la Ley de Ética Pública en el gabinete de Cambiemos.

Perfil volvió con una segunda “investigación” cuestionando la transparencia de la gestión actual del ex empresario forestal, y el mecanismo del Estado para otorgar los beneficios a través del sistema de promoción de la Ley 25.080. En ese contexto, el presidente de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) no eludió responder sobre el tema a la prensa local y salió en defensa del funcionario nacional que tiene fuertes vínculos con el sector foresto-industrial de Misiones por su trayectoria familiar. “Nadie duda (en el sector) de la honestidad de Nicolás (Laharrague); hizo mucho desde su cargo por la actividad. Se involucra, se preocupa por las PyMEs foresto-industriales. Y gobierne quien gobierne en los próximos 4 años, ojalá Nicolás siga en el cargo”, expresó.

 

La nota de Perfil denuncia una incompatibilidad de intereses, por el cargo que ocupa y el pago de subsidios a la empresa donde, según la denuncia del medio, actualmente sigue como “accionista”. Lo que fue descartado en su momento desde la Oficina Anticorrupción (OA).

De igual forma, desde Agroindustria respaldaron el desempeño del funcionario e informaron, con documentación jurídica, el cumplimiento ajustado a derecho del funcionario en la que no cabe “conflicto de interés alguno”  y garantizaron la transparencia en la operatoria del sistema de promoción forestal argentino.

El empresario Queiroz explicó que “la empresa Laharrague hace años que foresta y siempre cobró ese subsidio, todos los años, desde que el régimen está vigente, porque es una PyME forestal. Ahora, ocupa ese cargo Nicolás, y la empresa familiar sigue cobrando pero porque le corresponde, si tiene en regla su plan y la provincia en principio lo aprueba, y la Nación también. Así es el mecanismo del subsidio de la ley 25.080, que quien foresta y realiza bien los papeles cobra el incentivo forestal. ¿Y por qué va a dejar de cobrarlo, porque este hoy ahí Nicolás?», interrogó Queiroz.

En esa línea, agregó que «se trata de un empresario conocido en el medio que representa», y separó las cuestiones políticas de la gestión, ya que si bien Queiroz no comulga con las políticas del actual gobierno, respecto a Laharrague dijo: “Nos sentimos (como sector) muy bien representados con él en ese cargo. Realmente muy bien. Me parece que es una pena que intenten ensuciar su gestión de esta manera”.

Aclaró también que desde Amayadap “no nos involucraremos institucionalmente en el tema, pero sí respecto a defender su integridad; la verdad es muy injusto lo que le están haciendo”.

Y comentó que mantuvo en la jornada de ayer una comunicación con Laharrague por razones de trabajo y respecto a esta situación admitió que “está muy dolido, no tiene nada que ver lo que dan a entender, es una desinformación y malintencionada, pero él reconoce que son situaciones a las que se están expuestas cuando uno asume una responsabilidad en la gestión pública”.

 

Un segundo semestre “más” complicado

Román Queiroz también dialogó ayer con Página 12. Propietario de Coama Sudamérica, una empresa con 70 años de historia del rubro maderero, con una fábrica en Misiones y un centro de distribución en la localidad bonaerense de Tigre, se refirió al escenario que se avecina para los próximos meses. “Los que pueden exportar están en un momento bueno, pero quienes producimos para el mercado interno veníamos con una situación complicada y ahora estamos peor”, expresó.

Además, es secretario general de la Federación de la Industria Maderera (Faima). Durante los últimos 15 días post devaluación le suspendieron la entrega de insumos. La resina, las herramientas y los repuestos que utilizan para la producción aumentaron un 15 por ciento, y eso se trasladó al precio de venta de los tableros. Además, sus compradores le frenaron los envíos “ante la incertidumbre de no saber si va a haber ventas”.

La fábrica, ubicada en Eldorado, con 13 mil metros cuadrados no tiene más lugar por la cantidad de stock. “Las ventas cayeron un 50 por ciento, entonces, para no despedir gente, seguimos fabricando y hoy tenemos un stock elevado. En este rubro es difícil despedir un empleado porque la experiencia es muy valiosa. No esperamos despedir, pero si sabemos que no vamos a tomar nuevos”. En 2016, con la apertura de importaciones, había tenido que despedir a 50 personas.

Con líneas que no operan, turnos reducidos y la fábrica trabajando al 50 por ciento de su capacidad, el panorama de hoy es desolador: “Estamos desesperados por el momento actual y el año que viene también va a estar complicado por el pago de la deuda. Con estas tasas es imposible pensar en invertir, estamos en punto muerto”, opinó Queiroz.

Estima que la reactivación llegaría a mediados del año que viene, en caso de bajar las tasas de interés y reactivarse el consumo interno. “Tratamos de tener un poco de sentimientos optimistas porque esto en algún momento se tiene que revertir”, concluyó.

 

 

Fuente: Página 12 y ExtraPrensa

 

 

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