Gabriel Rolón en la Expo Posadas Ciudad Universitaria: “El estudio nos da nociones, conocimientos y preguntas que no nos hubiésemos hecho jamás sin haber estudiado”

Frente a un numeroso grupo de estudiantes, docentes y público en general, el reconocido psicoanalista brindó una amena y emotiva charla que permitió motivar y guiar a los jóvenes en su etapa de elección de una carrera, advirtiendo que esta quizás no sea la primera y enseñando que las frustraciones son parte importante en el desarrollo del aprendizaje.

 

La lectura, el estudio, el conocimiento, el pensamiento, el fracaso, el sacrificio y los sueños, fueron algunos de los conceptos recorridos.

 

Luego de sentarse y ser recibido por los asistentes, Gabriel Rolón observó al publico y reflexionó: “Esto me parece un milagro. En estos tiempos tan difíciles, de crisis, en estos momentos complicados, que se siga apostando a la cultura y que se siga apostando a la educación me parece un milagro”.

 

Y continuó: “Yo quiero destacar que ustedes pueden venir a construir su futuro porque desde hace cuatro años hay gente que trabaja para que ustedes tengan un lugar donde construirlo. Entonces, independientemente de simpatías políticas o no, que cualquiera podría tener, hay algo que excede el marco de lo partidario, pero no de lo ideológico, porque pensar que la cultura es importante es ideológico. También es político porque alguien tiene que decidir sobre estas posibilidades. Tener acceso a un lugar donde construir sus sueños es la diferencia entre hacerse cargo de construir un destino con lo que queremos o padecer un destino que otros deciden por nosotros”.

 

Al comenzar la charla, Gabriel Rolón se remontó a distintos momentos de su infancia y juventud. Criado en el núcleo de una familia humilde radicada en ese entonces en el distrito de La Matanza y habiendo sido diagnosticado de una enfermedad cardíaca durante sus primeros años de vida, su padre, desde muy pequeño le aconsejaba: “Vos tenés que estudiar, no vas a poder hacer fuerza como yo, vas a tener que estudiar”.

 

“Cuando jugábamos en el potrero con mis compañeros, algunos jugaban a que querían ser bomberos, otros soderos, y yo jugaba a que iba a la facultad. Algunos decían -bueno, pero eso no es para nosotros- y no sólo me lo decían a mí, yo escuchaba decir a algunos gobernantes que los chicos pobres no llegan a la universidad”, recordó Rolón.

 

“Me parece muy importante que se hable de esto porque cuando a los chicos pobres nos dan la oportunidad, somos tan capaces como los ricos y somos capaces de construir un destino en igualdad de condiciones, igual que los demás. Después dependerá de nuestro esfuerzo y a eso los invito, tienen abierto un lugar que es maravilloso y les dicen- vengan a luchar por sus sueños-, tienen que pelear por cumplirlos”.

 

Con esta idea en mente Gabriel se sentaba a leer en su casa y disfrutaba plenamente de diferentes campos del conocimiento, pasando por la música, la literatura, las matemáticas, entre muchos otros:

 

“El tenés que estudiar, consejo de mi padre, se me metió tanto en la mente que cada cosa que me gustó la estudié, me gustó la música y soy profesor de guitarra, me gustó la mitología e hice un curso, me gustaron las ciencias económicas e hice dos años de económica, me gustaban las matemáticas y me falta un año para ser profesor de matemática. Hasta el punto tal que esto que parece ser maravilloso terminó siendo una carga porque sólo me permito hacer las cosas que estudié y me pierdo un montón de cosas de la vida. Luego con el psicoanálisis pude permitirme muchas cosas que no había estudiado”.

 

 

A los 28 años estudió en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó. Posee, además, una especialización en psicoanálisis. Abocó su actividad a la Psicología Clínica, especialmente en el tratamiento de las neurosis, psicosis y perversiones.

 

“La vida no es nada más que tiempo, y jugar con nuestro tiempo es jugar con nuestra vida, de chicos no nos damos cuenta porque creemos que somos inmortales, nos parece que tendremos la eternidad para hacer lo que queramos. Ya cuando entramos a la universidad nos damos cuenta de que el tiempo existe, que no tenemos todo el tiempo del mundo para jugar nuestros sueños, para decir a alguien que lo amamos, para pedir perdón, empezamos a crecer de un modo diferente”.

 

“Construir un destino no sólo tiene que ver con la vocación, sino con el sacrificio. Yo en mi carrera vi recibirse a más gente que ponía el alma que a gente que tenía talento porque a veces creemos que sólo se trata de eso, no es sólo inteligencia, sino esfuerzo y dedicación”.

 

Gabriel Rolón también es autor de varios libros, entre ellos: Palabras Cruzadas, Historias Inconscientes, Cara a Cara, La Voz Ausente, entre otros.

 

Conocé más sobre la Expo Posadas Ciudad Universitaria

 

 

AVD

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas