Familiares y militantes le brindaron el último adiós a Cachilo Rodríguez

El cuerpo del secretario general de Luz y Fuerza ya descansa en un cementerio privado de las afueras de Posadas desde la tarde de este lunes. Militantes y dirigentes lo despidieron con aplauso y muestras de agradecimiento. “Se fue una mente brillante”, señalaron desde el gremio.

Los restos mortales de Julio Héctor “Cachilo” Rodríguez fueron sepultados en la tarde de este lunes en un cementerio privado de las afueras de Posadas hasta donde se acercaron para acompañar a su familia, dirigentes y militantes de la Agrupación 13 de Julio, además de sus compañeros de Luz y Fuerza, gremio que condujo durante más de 35 años.

La caravana partió desde el salón velatorio ubicado por calle Santiago del Estero a las 16.30 y durante su recorrido pasaron frente al edificio del sindicato, ubicado sobre la avenida Mitre. Tras una vuelta, continuó el recorrido por las avenidas Francisco de Haro y Blas Parera para llegar a su morada final a través del acceso Oeste.

En el ingreso al cementerio lo aguardaron cientos de militantes que recibieron el cortejo en medio de aplausos para el conductor del sindicato al que muchos de los trabajadores lo consideraban un amigo. Una vez ingresados al camposanto, se ubicó el féretro en la que sería su última morada donde recibió el responso del párroco Gervasio Silva, quien durante su mini homilía destacó la figura pública de Cachilo, pero sobre todo sus dotes como amigo y miembro de su familia. Luego dos empleados de Energía de Misiones brindaron unas palabras de despedida en donde lo definieron como un gran amigo, con un humor pícaro que será difícil de olvidar. Luego fue el turno de Héctor “Negrito” Rodríguez, hijo de Cachilo y actual  secretario de Servicios Públicos quien agradeció a los compañeros y amigos que se acercaron, en nombre de sus hermanos y de los nietos del difunto. “Nos sentimos orgullosos de su legado. Todo lo que sembró durante su vida lo está cosechando hoy, con la presencia de todos ustedes”, señaló entre los aplausos de los presentes.

Minutos después, cuando comenzó a descender el cajón con sus restos, una lluvia de flores y pétalos cayeron sobre los restos de Cachilo, que ya se encuentran es su morada final.