Desde Cancún, pero criado e inspirado en la Tierra Colorada, Pony Kavala llega a la Argentina para presentar «De Sabios y de Locos»

Será el lanzamiento de su primer libro biográfico motivacional y tendrá lugar el viernes 18 de octubre en la ciudad de Apóstoles.

El misionero radicado en México volcó en su primera obra literaria un centenar de historias y anécdotas que transcurrieron durante su infancia, adolescencia y juventud en Misiones, y su vida adulta en Centroamérica.

Motos, viajes, estudios, su carrera profesional como abogado penalista, son algunas de las experiencias que relata, además de los vaivenes que vivió entre momentos de crisis, desempleo, de trabajar en las empresas más importantes de México a vender choripanes en las calles, y abrir restaurantes de sabores argentinos en Puebla.

Reflejando una cruda y valiente historia de vida, el autor pretende motivar a sus lectores: “Mi idea es poder contar que la vida de un extranjero en otro país muchas veces no es tan fácil como se cree, puede ser muy difícil, pero nadie se entera”, detalló Pony Kavala durante una entrevista con Misiones Online.

 

Una vida de viajes, luchas y desafíos hecha literatura

El centenar de recorridos realizados dentro de la provincia de Misiones desde los 12 años, el trasnochar reparando motos, conocer motoqueros de otras ciudades y compartir la misma afición fueron la piedra de toque para volcar toda su experiencia y sus anécdotas en su primer libro titulado «De Sabios y de Locos», libro que comenzó a escribir alrededor del año 2001.

“El objetivo de este libro es poder ayudar a alguien que quiera leer algo que le ayude porque el libro tiene matices motivacionales, algunas partes muy graciosas y otras muy tristes, porque es una historia de vida. Como soy un soñador empedernido estoy buscando la posibilidad, en algún momento de mi vida, de hacer una película sobre esto”, comentó a Misiones Online.

Conocido como Pony, apodo que alude a su estatura y a la rebeldía que denotaba en su personalidad desde muy pequeño, Ricardo Ariel Kavala nació en Apóstoles en el seno de una familia que por el lado materno desde muy jóvenes experimentaron la pasión por las motos, las carreras y las competencias. Con pilotos como “Yuyo” y “Chilín” Silveira, por un lado, como también la familia Guimaraez, reconocida en el ámbito del motociclismo en las décadas de los 80´ y 90´ por ser campeones a nivel provincial.

 

Esta afición volcada al deporte profesional perduró con el correr de los años y trascendió los límites de la provincia, así logró correr en Buenos Aires y Santa Fe: «Hoy por hoy siguen existiendo corredores de la familia a nivel nacional, como lo son el caso de Adrián y Mariano Silveira».

Con el rugir de los motores en la mente y la adrenalina en las venas, Pony experimentó su primera carrera de motos con tan sólo 9 años en Apóstoles, sin que sus padres lo supieran y compitiendo con jóvenes que lo doblaban en edad.

«Me crie en todo ese ambiente en lo que respecta a motociclismo. La pasión comenzó cuando era muy chico, a los 7 años comencé a andar en moto y a molestarle a mis padres para que me la compren. Junto con esto había empezado a molestar a los vecinos porque siempre fue una constante andar molestando por la ciudad que era muy pequeña en aquel entonces».

De esta manera logró recorrer la provincia en moto, de competencia en competencia, durante muchos años.

«Fue un ambiente de lucha noble, de competencias limpias donde siempre juegan algunos factores económicos. En ese ambiente me crie, me desarrollé y me dio las herramientas para seguir con mi vida», recordó Pony Kavala.

Y agregó: “Corrí un tiempo para mi tío Yuyo Silveira, con el equipo de él, pero como yo era muy rebelde y quizás teníamos el carácter similar, chocábamos mucho, entonces no tuve la potencia como para salir de Argentina y seguir corriendo en el exterior. La idea era irme a España, pero nunca pude por problemas económicos».

En determinado momento Pony decidió estudiar, ya que consideró: «La carrera motociclística y deportiva posiblemente no me hubiera dado muchos resultados. Me había roto muchos huesos y estaba muy lastimado».

Su diferencia respecto a otros contrincantes fue que debió correr con equipos precarios y de menores recursos a lo largo de su carrera en el motociclismo. Una pelea constante en la desigualdad de condiciones.

Aún así, en los años 2003 y 2004 salió campeón provincial de motociclismo misionero. También salió sub-campeón en dos categorías en el año 1993, año en que se recibió del colegio secundario con 16 años, estando adelantado un año. Además, corrió en Buenos Aires y en Santa Fe junto a Sebastián Porto.

Luego de estas experiencias estudió Derecho en la Universidad Católica de Santa Fe en Posadas, donde se recibió como abogado. Si bien reconoce que su fuerte no era el estudio, la constancia y la disciplina permitieron que aprobara 17 materias en un año académico, marcando un récord en la institución hasta el día de hoy.

Luego del título logró conseguir un lugar para su despacho donde se desempeñó profesionalmente en el ámbito del derecho penal. Pasado un tiempo, decidió mudarse a México para continuar desafiándose profesionalmente.

Al llegar a la ciudad de México DF con 28 millones de habitantes «No conocía a nadie, estaba solo, sin contactos», todo lo contrario a lo que le había dicho a sus padres, para evitar su preocupación y poder encaminar una nueva y fructífera etapa en su vida.

Allí contactó a Onorio para que le rentara un departamento y comenzó a trabajar en un despacho jurídico en el DF, Roma Norte, cerca de la Bolsa de Valores de México. Comenzó a trabajar como cadete y al poco tiempo forjó su carrera en el ámbito penal como consejero del despacho.

En este contexto logró entablar una entrañable amistad con Jorge Silva Carreño, autor de varios libros de derecho migratorio en México.

Luego de un tiempo volvió a cambiar de trabajo. También sufrió el desempleo en reiteradas oportunidades, hasta el punto de quedarse en las calles sin nada, pero la voluntad y el ingenio le permitieron volver a incursionar en otros espacios laborales, entre ellos emprendimientos gastronómicos como La Cochera del Pibe y La Vaca del Pibe, una parrilla al mejor estilo argentino.

Si bien en el año 2012 volvió a la Argentina intentando adaptarse y retomar la profesión en su país de origen, esto no fue posible por diversas cuestiones y en el año 2014 regresó a México. Al poco tiempo recorrió EEUU, Las Vegas, Los Ángeles y California trabajando en la restauración y venta de autos antiguos.

“Volví a salir adelante, las cosas de la vida se prestan así. Por esto mi libro tiene un tinte motivacional muy grande. Hay veces que hay que agachar la espalda, cerrar los ojos y seguir caminando. No todo es color de rosas, a lo mejor la gente tiene dificultades y problemas grandísimos y nunca nos enteramos de sus batallas”.

Todas estas historias y anécdotas se podrán leer en detalle en “De Sabios y de Locos”, obra que será lanzada en Apóstoles el viernes 18 de octubre y en Puebla- México el 22 de noviembre.

AVD

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