Técnicas en Promoción Socio Cultural buscan jerarquizar su título y dar a conocer el potencial de sus competencias de gestión social

Patricia Franco es Técnica en Promoción Socio Cultural, y es una de las líderes del grupo de mujeres que representan a unas 135 nuevas profesionales, entre egresadas de la carrera terciaria o que están terminando de cursar la tecnicatura en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), promovido por el Programa «Ellas Hacen» del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Las mujeres se organizaron para generar talleres y actividades que les permitan dar a conocer sus competencias, fortalecer sus conocimientos y lograr el reconocimiento laboral de su título.

Explicó que lograron estudiar y especializarse por la oportunidad que generó el programa nacional, que ofrecía trabajo y formación a las mujeres en situación de vulnerabilidad.

Este martes, se reunieron para un taller para debatir acciones que les permitan dar valor e identidad a su especialización, un título técnico que aún no se conoce en el campo laboral. Fue en el marco de un taller denominado de “Inclusión, Empoderamiento y Compromiso”, que contó con charlas motivacionales de especialistas y se dictó en la sede la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, en calle Colón casi Salta.

 

Educación pública y políticas sociales

Este centenar de mujeres busca “empoderarse”. Lograron estudiar la tecnicatura en la UNaM a través del convenio firmado por la Nación, con el Ministerio de Desarrollo Social, como una política pública de inclusión destinadas a madres de más de tres hijos, amas de casa, para mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género o aquellas que estén vinculadas a personas con discapacidad.

El título de Técnica en Promoción Socio Cultural les brindó herramientas para transferir críticamente los conocimientos teórico-metodológicos y técnicos construidos durante su proceso de formación para la comprensión de los procesos sociales y su incidencia en la vida cotidiana de las comunidades en las que se desempeñará. Cuentan con las herramientas para reconocer propuestas innovadoras de acción comunitaria en el plano socio-cultural desde una mirada interdisciplinaria y multiactoral. Están habilitadas para co-diseñar en el marco del escenario de la cooperación y en equipos cooperativos propuestas socio-culturales de intervención integral.

Pueden gestionar y promover el despliegue de capacidades y recursos locales en acciones colectivas para el mejoramiento de las condiciones de ciudadanía y la vida en común.

Tienen las capacidades para co-evaluar con los profesionales intervinientes las acciones emergentes de su intervención.

“La tecnicatura se abrió en Posadas inicialmente, pero hoy se dicta solamente en las extensiones del interior de la provincia. El programa Ellas Hacen certificaba las horas de estudios para poder percibir la ayuda social, y nos brindaban la oportunidad de continuar estudiando en la universidad. A las clases, incluso, asistían mujeres con sus hijos para poder estudiar”, detalló Franco en una entrevista con MisionesOnline.

En total, hay un número de 55 técnicas egresadas, mientras que otras 80 mujeres aún están terminando de cursar o con clases de apoyo. La tecnicatura tiene una duración de tres años.

“Del total de 135, somos alrededor de 25 las mujeres que nos movilizamos, nos reunimos y organizamos actividades para que las técnicas ganen espacios, fortalezcan sus conocimientos y los apliquen. Este año estamos programando el dictado de talleres con las temáticas que se necesitan para capacitarnos en forma integral y, fundamentalmente, dar a conocer más nuestra especialidad a la sociedad en general”, explicó Franco.

El primer taller con este objetivo se realizó esta semana en la sede la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, con el dictado de un Taller de “Inclusión, Empoderamiento y Compromiso” que incluyó charlas motivacionales del coaching de la consultora GLE (Desarrollo Intencional) Miguel Galeano, junto a Mónica Valiente. Los especialistas brindaron asesoramiento y compartieron algunos tips de competencias comunicacionales y herramientas para conocerse interiormente y así fortalecer su personalidad, con sus atributos y capacidades.

“La organización de este taller es parte del empoderamiento que queremos transferir a las técnicas y futuras profesionales. Hay mujeres que ya tienen el título y las capacidades, pero no salen de sus casas por miedo, por inseguridad, no se animan a trabajar en terreno. Están muy sumisas aún, por lo que tenemos que contenerlas y empoderarlas, porque tienen el conocimiento, que es la herramienta más poderosa para salir adelante y aportar a la sociedad a través de la gestión pública”, expresó Franco.

Construcción profesional y re-construcción social

Para cada paso que dan, este grupo de mujeres necesita diálogo, apoyo y contención. Capacidades les sobran, pero para salir a la “selva” de la vida laboral hay que prepararse, y ellas lo saben. “Comenzamos a reunirnos y generar este espacio de discusión sobre cuáles son nuestras debilidades para salir al campo laboral y hacer valer nuestra tecnicatura, que sería un brazo de la Licenciatura en Trabajo Social. Hoy esta carrera no se dicta más en Posadas, pero soñamos con lograr que se vuelva a abrir la oferta académica para un público general, porque es una carrera social muy linda y necesaria, teniendo en cuenta las problemáticas socioculturales y económicas actuales, esta formación brinda herramientas de análisis, encuestas, diagnóstico, lo que permite un abordaje profesional”, explicó Franco.

Todas estas mujeres están preparadas para integrar equipos de trabajo de gestión de políticas pública, en organismos públicos, organizaciones civiles, ONG, cooperativas, municipalidades, fundaciones, centros culturales o diversas instituciones sociales.

“La mayoría que iniciamos la tecnicatura hemos egresado, hay unas 60 mujeres que están terminando de cursar, pero todas preparadas para trabajar. Varias de nuestras compañeras realizaron trabajos sociales en sus barrios, otros en arte urbano –generando un registro de artistas-, es decir, cuentan con las capacidades para realizar entrevistas, análisis, observaciones, es un campo laboral muy grande y cuentan con todas las herramientas que nos brindó la universidad”, aseveró Franco.

Desde su punto de vista, podría bien considerarse la tecnicatura como una carrera intermedia a la Licenciatura en Trabajo Social, pero aún falta construir este camino. “No tenemos, en la actualidad, el reconocimiento necesario y tampoco nos hemos organizado como para contar con un colegio o consejo de técnicas. En el colegio de licenciados en Trabajo Social nos derivan con la UNaM, no nos brindaron un espacio como para analizar la posibilidad de estar en su mismo ámbito”, respondió ante la consulta de Misiones Online.

Otra dificultad que se les presenta es que algunas de las mujeres trabajan aún como “agentes” públicas, no se les reconoce la especialización técnica. “Creemos que esto se debe a que no se conoce la carrera ni saben las herramientas que brinda. Todo es un proceso de construcción”, aseveró Franco.

Desde la Universidad, el grupo de egresadas tienen todo el apoyo institucional y acompañamiento para que en proceso se fortalezcan y organicen profesionalmente. Por ello, el taller se realizó en el salón de la facultad, en Posadas.

Este primer encuentro fue para discutir todas estas problemáticas, organizarse y comprometerse con su especialización.

Franco, por ejemplo, decidió continuar estudiando la Licenciatura en Trabajo Social, y en la FHyCS le reconocieron todas las materias de la tecnicatura. “Pero en mi trabajo aún no me reconocen por mi título de Técnica de Promoción Socio Cultural. Y esto que me pasa a mí hoy, les pasa a muchas otras mujeres en los espacios donde se desempeñan. Eso es lo que queremos lograr, el reconocimiento de nuestra especialización, y dar visibilidad a nuestro trabajo, para que nos convoquen, que cuenten con nosotras. Pero hay que revisar y lograr dar este paso”, concluyó.

 

La historia de Malena: “La tecnicatura en la universidad fue una gran oportunidad, me cambió la manera de mirar la vida”

Magdalena “Malena” Rosa Cuella (52) es madre de 6 hijos, vive en el Barrio A4 de la ciudad de Posadas. Es ama de casa y emprendedora por naturaleza.

A los 48 años cumplió su sueño de estudiar a la universidad pública, oportunidad que le brindó el Programa «Ellas Hacen». En tres años, se recibió en la carrera de Técnica en Promoción Socio Cultural, y asegura que le cambió “la manera de mirar la vida”.

Oriunda de El Soberbio, por primera vez visitó la ciudad de Posadas a los 14 años, y desde ese momento se dijo internamente: “quiero estudiar en ésta ciudad”.  Así fue que regresó a los 15 años, y terminó de cursar la primaria en una escuela para adultos (6to y 7mo grado junto en un año). Con 16 años, pasó a primer año del secundario y terminó sus estudios. Tiempo después, fueron llegando los hijos y las responsabilidades, y ya no pudo (o pensaba que no podía) volver a estudiar e intentar una carrera en la facultad.

“Por mis hijos, me quedé de ama de casa, pero siempre fui muy inquieta. Mi sueño era estudiar en la universidad, y se me presentó la oportunidad por ser mamá con el Programa Ellas Hacen y no dudé. Me recibí en tiempo y forma, a los tres años de la carrera. Aún no trabajo de la profesión, pero todo llega”, expresó con satisfacción Malena.

 

MOL: ¿Con qué expectativas iniciaste la carrera terciaria en la FHyCS-UNaM?

Comencé porque se presentó el programa de política social que fue creado por Cristina Fernández y Alicia Kirchner (a través del Ministerio de Desarrollo Social) para mujeres más excluidas y vulnerables.

Fue una muy buena experiencia. Mi paso por la facultad me ayudó a abrir la mente y ampliar mis horizontes, me brindó muchos conocimientos, cambiaron mis expectativas de vida, aprendí a mirar la vida de otra manera, cuando yo era una simple ama de casa y todo era dedicarme a mis hijos y las tareas domésticas.

Mi sueño siempre fue llegar a la facultad, pero económicamente me era imposible, porque tenía que atender a mi familia, trabajar tiempo completo. Tengo 6 hijos, y hoy ya tengo nietos que también cuido.

También me gustaba la política, pero no sabía cómo insertarme. Ahora también participo en política.

MOL: ¿Cuándo terminaste la tecnicatura, que línea de trabajo fue la que más te gustó?

Todo lo que sea involucrarme con las personas. Siempre tratar de estudiar cómo se puede mejorar el nivel de vida de las personas. Tratar de ayudarles a que entiendan, por ejemplo, que la Universidad Pública es para todos, y que cualquiera que haga un esfuerzo puede llegar a la facultad, que no es un imposible como yo creía.

A través de mi experiencia trato de hablar a los jóvenes de mi barrio (A4) donde hay muchos chicos y chicas excluidas de muchas cosas, pero que la universidad pública está abierta para todos, no es solo para la gente adinerada. Que tienen una oportunidad de cambiar sus vidas, pero también hay que esforzarse, estudiar. Muchas veces la cultura del estudio no está incluida en las familias más marginadas. En general, llegan a la secundaria y ya abandonan el estudio, tienen esa creencia (o le hacen creer) que llegar a la universidad es imposible. Y no es así. Nada es imposible, si se pone un poco de esfuerzo.

 

MOL: ¿Y porqué decidiste participar de este taller?

La verdad es que nuestro título de Técnica en Promoción Socio Cultural nadie conoce. Creo que tenemos que hacer algo para darnos a conocer y así lograr que nos reconozcan como profesionales.

Tenemos herramientas para ayudar a medir y generar información que permita analizar cómo mejorar la vida de las personas en una comunidad, es una escuela, en un barrio. Este trabajo es lo que buscamos dar a conocer.

 

 

Por Patricia Escobar 

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