WhatsApp: las funciones que suma en 2019 y el molesto cambio que llegará en 2020

El mensajero se debate entre agregar funciones esperadas y otras que disgustarán a muchos de sus 1.5 mil millones de usuarios.

Los detalles de su historia ya los repasamos acá; por eso comenzamos este especial sobre WhatsAppcon un rapidísimo resumen de sus diez años de vida. El mensajero debutó en 2009, en 2014 fue adquirido por Facebook, y a poco soplar las 11 velitas se prepara para cambios fundamentales en su ADN.

Es natural que mucho haya cambiado desde sus primeros años de vida. Hay algunas mutaciones fundamentales, comenzando por su crecimiento exponencial: ahora tiene más de 1.5 mil millones de usuarios, el 20% de la humanidad.

A medida que su popularidad creció, el mensajero sumó funciones progresivamente. Ahora incluye llamadas, videollamadas e historias efímeras, antes ausentes. Además está disponible para diferentes plataformas, escritorio incluido, y cuenta con una versión para hacer negocios (WhatsApp Business).

En la línea de tiempo, los meses que siguen serán fundamentales para la aplicación que emergió hace poco más de una década. Igual que un nene que se abre paso a la adolescencia, WhatsApp empieza a definir su personalidad con algunos cambios. Como suele ocurrir, no todos estarán felices con esta transformación.

Cambios pequeños y otros más grandes

Los agregados que WhatsApp lanza en forma periódica, por lo general mejoran la experiencia de uso y, en parte, consiguen que una aplicación con semejante base de usuarios siga creciendo y seduciendo.

Por ejemplo, se dijo que los desarrolladores del mensajero trabajan en una función para acceder a la misma cuenta desde diferentes dispositivos. O que añadirán una opción para escuchar audios desde las notificaciones, sin que sea necesario abrir la app.

Fuentes especializadas señalaron, además, que algunos cambios en las condiciones del servicio harán que la app no pueda ser utilizada por menores de 13, respondiendo al pedido de gobiernos y organizaciones para proteger los datos de los nenes. También supimos que WhatsApp prueba nuevos sistemas de seguridad para acceder a los mensajes, mediante desbloqueo con huella dactilar.

Más allá de esos cambios, los más rutilantes están conectados entre sí y se espera que lleguen en tiempos en los que WhatsApp ya es una “zona liberada” para Facebook. Los fundadores de la app se marcharon de la compañía, y los empleados que responden a Zuckerberg tienen ahora pleno dominio sobre los destinos del producto.

Algo parecido ocurrió con Instagram, una app que la empresa californiana también compró en el pasado.

A continuación, las tres mutaciones fundamentales en el mensajero.

Publicidades en el mensajero

Los fundadores de WhatsApp, Brian Acton y Jan Koum, procuraron que su criatura digital ofrezca una experiencia libre de anuncios. Sus respectivas salidas de Facebook anticiparon que, tarde o temprano, las publicidades llegarían a la aplicación.

La profecía se cumplió. A fines de 2018 un ejecutivo de WhatsApp confirmó oficialmente ese plan. Por entonces no se habló de fechas para la implementación, aunque sí informó que los anuncios se verán en los Estados. Es decir, en primera instancia no aparecerán en los chats.

Hace poco, en mayo de este año, la empresa estadounidense celebró un evento enfocado en el marketing y ofreció más información sobre esta metodología con la que monetizarán. Sabemos que las publicidades llegarán a WhatsApp en 2020. ¿Cuándo, exactamente? Aún no lo han informado.

Algunos de los que asistieron a ese encuentro compartieron en Twitter aquello que vieron en las pantallas.

Gracias a esas revelaciones sabemos que las publicidades tendrán en WhatsApp un formato similar al que ya vimos en las Historias de Instagram. Es decir, aparecerán al navegar los Estados: el usuario podrá saltarlos o solicitar más información, en caso de que el producto o servicio promocionado sea de su interés.

¿Jamás veremos anuncios en los chats de WhatsApp? Eso no podemos confirmarlo.

Todo queda en casa

WhatsApp no sólo “copiará” la mecánica publicitaria de sus parientes cercanos. También se espera que el mensajero avance hacia una integración más profunda con Instagram y Facebook. Así, mermará notablemente la relativa autonomía que esos productos habían tenido en el pasado.

Por un lado, hace poco se supo que la firma californiana tiene en mente agregar su nombre a las aplicaciones que son de su propiedad. De este modo, el mensajero se llamará, formalmente, WhatsApp de Facebook. “Queremos ser claros acerca de los productos y servicios que son parte de (nuestra empresa)”, señalaron fuentes de la red social a The Verge. “Deseamos que realmente sepas quién está a cargo”, agregaron.

Además se informó que los empleados de esos departamentos también serán explícitos respecto a quién es su verdadero empleador. Las cuentas de correo electrónico que terminan en @instagram o @whatsapp serán cambiadas por el formato “[email protected]”.

Pero más allá de las denominaciones se espera una integración práctica entre los diferentes mensajeros. Cuando Facebook pagó cerca de 20 millones por WhatsApp, muchos creyeron que FB Messenger desaparecería. Como sabemos, eso no ocurrió y los servicios de mensajería convivieron en relativa armonía.

Esa relación se prepara para dar un nuevo paso. Ya se confirmó que WhatsApp, FB Messenger y el mensajero de Instagram se integrarán en una “macroplataforma”. Esto no quiere decir que alguno de ellos desparecerá en favor de otro, sino que será posible enviar mensajes entre uno y otro servicio.

Por ejemplo, un usuario podrá escribir un mensaje a un contacto que está usando FB Messenger. El propio Mark Zuckerberg definió este movimiento con el término “interoperabilidad” y reconoció que supone un gran desafío técnico para los ingenieros de la compañía.

Mientras tanto, la decisión de integrar los servicios se conoce cuando Facebook está bajo la lupa de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FCC) por eventuales prácticas monopólicas. En ese marco, Zuckerberg dijo que encriptarán los mensajes, una movida que supone que los mismos no serán almacenados en los servidores de la empresa.

Plata en el mensajero

Facebook ya explicitó sus planes para subirse a la ola de los pagos digitales. Por un lado aparece Libra, una moneda virtual que aún no tiene fecha de lanzamiento, que ya generó polémicas y resquemores en autoridades de Estados Unidos y de la Unión Europea.

“Facebook es peligroso. Ha demostrado escándalo tras escándalo que no merece nuestra confianza. Estaríamos locos si le diésemos la oportunidad de experimentar con las cuentas bancarias de los ciudadanos”, advirtió un senador del Partido Demócrata.

Por otra parte, aparecen los pagos digitales en el mensajero. En este caso se trata de WhatsApp Pay, que tiene un funcionamiento similar a los sistemas que ofrecen empresas como Apple y Google.

Se espera que a finales de este año esa plataforma debute en La India (en ese país ya funciona en estado beta) y que luego llegue a mercados como Brasil, México y el Reino Unido. ¿Cuándo hará pie en más países? Eso dependerá de la estabilidad de la propuesta y del feedback que recojan en las plazas en donde probarán el mecanismo de pagos.

WhatsApp Pay no requiere que el usuario cargue plata en la app. Lo que hace es tomar la información de una tarjeta de débito o crédito, permitiendo realizar pagos desde el teléfono.

Mientras tanto, siempre se agradecerán los cambios pequeños y mucho menos rutilantes que aquellos que repasamos, pero que sin dudas mejoran la experiencia de uso de un servicio que usa el 20% de la humanidad.

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