Graciela Porsella, de 46 años murió tras una operación de hernia de disco en una clínica privada ubicada en calle 841 y 897 Solano, de Quilmes, Buenos Aires y su familia no dudó en denunciar que la mujer fue víctima de un nuevo caso de “mala praxis” en suelo bonaerense.
Todo ocurrió el pasado 9 de agosto, cuando Posella ingresó a la clínica Modelo de Quilmes por una lesión en la columna (hernia de disco) y luego murió por un sangrado. El hecho se conoció esta mañana al ser denunciado por el marido de la mujer, Ramón Barrios, quien relató que el médico que operó a su mujer no le supo explicar qué le había pasado tras la operación.
Según consta en la causa judicial, el hombre explicó que Porsella fue operada, y que cuando salió del quirófano el cirujano le dijo que a ella «le había bajado la presión y no sabían el problema que tenía». «El mismo día la vuelven a operar nuevamente ya que localizaron sangrado en la zona del disco”, relató, visiblemente conmovido en diálogo con TN.
“Me dijeron que se había frenado el sangrado y suturaron una arteria, pero que su estado era crítico y que quedaba internada en terapia intensiva», agregó Barrios. Según relató, los médicos le aseguraron que la segunda cirugía había sido un éxito, pero más tarde se acercó una especialista y le confesó: «Tu esposa no tiene vuelta atrás porque tiene todos los órganos vitales muertos».
Y sumó: “Sé que le dañaron el vaso sanguíneo en la cirugía. El médico me había avisado que a mi mujer le iban a tener que hacer una operación de dos horas, y que después fueron cuatro. Me dijeron que iba a ser una operación simple y la mataron».
Los familiares hicieron la denuncia en la Comisaria Cuarta de Solano: el caso quedó caratulado como «averiguación causales de muerte» y es investigado por la UFI 22 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo de la fiscal Barbara Velazco. Graciela Porsella era la madre de cuatro hijos y buscaba recuperarse de un pinzamiento del nervio ciático que tuvo tras caerse de una moto hace un año. «Tenía mucho miedo de operarse», sentenció su marido.