El caso impactó de lleno en el barrio Jesús de Nazareth donde vivía el chico, en la periferia de la capital tucumana. «Benja», como lo llamaba su familia, era un nene muy querido. «No era común que saliera solo de su casa. Cuando desapareció estaba con su abuela jugando con otros niños. De un momento a otro no estaba más. No pasó mucho tiempo hasta que lo encontraron ahorcado con el cable», relató a Infobae Juan Pablo Godoy, auxiliar de la Fiscalía Especializada en Homicidios II de la ciudad a cargo de Adriana Giannoni, la funcionaria que lleva adelante la investigación.
Los resultados finales de la autopsia todavía no fueron entregados a los investigadores. Si bien no descartan aún ninguna hipótesis, hay algunas certezas. El suicidio está descartado. Al tratarse de un menor de cuatro años los investigadores creen que aún no tenía incorporado el concepto de quitarse la vida. Por otra parte, la forma en la que fue hallado el cadáver, colgado de un cable debajo de un puente, muestra que hubo otra persona que participó del hecho.
La familia Amaya, mientras tanto, está devastada. No encuentran explicación de lo ocurrido mientras reciben contención psicológica por parte de especialistas del Ministerio Público Fiscal de la provincia. «Sólo una persona inconsciente pudo haber hecho esto; no entiendo el porqué, todavía. Todo pasó muy rápido. El nene desapareció 10 minutos de su casa y luego apareció muerto en el puentecito, ahorcado», señaló Francisco Adán Peñalva, abuelo de Benjamín, horas después del hallazgo del cadáver.
La madre de Benjamín, Milagros, mantuvo una reunión con autoridades de la provincia y del MPF tucumano, en la que le informaron los pocos avances que lograron obtener. «Me dijeron que tengamos paciencia y que se van a concentrar en la investigación para que todo salga a la luz. Pedíamos que se investigue quién es el que cometió el hecho. Nos sentimos muy acompañados», dijo la mujer a medios locales.
Para los investigadores está prácticamente descartado que haya sido un familiar directo, aunque según aclaró el investigador Godoy a este medio, «todo sigue siendo materia de investigación». Sin embargo, se desprende otro elemento que el propio auxiliar fiscal da como certeza: el asesino no es de la familia pero sí es una persona que el nene conocía. Eso explica -para los investigadores- que Benjamín se haya ido del lugar donde jugaba con sus amigos sin avisar.
«El nene conocía al agresor. Se trataría de un hombre joven, según testigos que vieron la previa del crimen que declararon. No sería alguien de la familia», reveló Godoy.
Hay otro detalle más que reforzaría esta hipótesis: la mecánica del crimen mismo, tomarse el trabajo de ahorcar al nene debajo de una autopista en lugar de hacerlo rápidamente con sus propias manos, como generalmente ocurre, demuestran que el pequeño esperó junto al asesino porque le despertaba cierta confianza. Las pesquisas se centran ahora en identificar al asesino.
El informe preliminar de la autopsia arrojó como resultado que Benjamín no fue víctima de abuso sexual antes de morir. También se encontraron en el cadáver algunas heridas, cuyo origen todavía no pudo ser establecido. Podrían ser previas al crimen o ser señales de que Benjamín intentó defenderse de un posible ataque sexual. «Son señales de una posible defensa, aunque no lo podemos saber aún», dijo Godoy.
Desde la Fiscalía II solicitaron la colaboración de todo aquel que pueda aportar datos para dar con el asesino. Según dijo el auxiliar fiscal a Infobae, aquellos con información para aportar pueden presentarse en los Tribunales Penales de la avenida Sarmiento al 400 en San Miguel de Tucumán, o comunicarse al (381) 4979711 ó (381) 153 95 00 45.
«Es un crimen que nos conmocionó como sociedad», concluyó Godoy, quien también destacó la colaboración del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del MPF y de la Policía de la provincia.
(Infobae)