Sigue la conmoción en San Pedro por el femicidio de Raquel y sus hijos y en la escuela de Jefferson lo recordaron con cariño

El pequeño cursaba Tercer grado en la Escuela 792 y el docente Sergio Quintana señaló que siempre llegaba sonriente a la escuela, bien bañado y peinado, con el guardapolvo blanco impecable. “Se notaba que su madre se desvivía por sus hijos”, afirmó.

Colonia Paraíso no sale de la conmoción por el femicidio de Raquel Pereira de 22 y sus pequeños hijos Jefferson, de 8 años y Thiago, de 3, quienes murieron a manos de Silvio M. de 27 años, expareja de la mujer. El director de la Escuela Provincial 792, Sergio Quintana, recordó a Jefferson, quien cursaba el Tercer grado y afirmó que era un niño alegre que siempre llegaba feliz a las clases.

Sergio Quintana, director de la Escuela 792 de Colonia Paraíso en Canal 12

“Jeferson era un chico muy alegre, se lo veía llegar a la escuela feliz y como son un grupo pequeño los conozco bien a todos y jamás notamos que hubieran sufrido algún tipo de violencia, inclusive venía todos los días con el guardapolvo blanco impecable, cosa que no es común en la colonia, bien bañadito y peinado. Se notaba que la chica se desvivía por sus hijos”, afirmó el docente quien agregó que ahora la comunidad educativa se encuentra acompañando a la familia y tratando de explicar a los compañeritos del pequeño sobre la situación.

“Raquel también fue alumna de la escuela. El papá de Raquel es oriundo de la colonia y vivieron mucho tiempo en la zona, ella fue a la escuela de primero a cuarto grado y después se mudaron a Colonia Paraíso”, informó Quintana. Por ese motivo, el pequeño Jefferson debía caminar todos los días los dos kilómetros que separan su casa del establecimiento.

El docente reveló que Raquel vivió en Colonia Paraíso hasta principios de año, cuando decidió  mudarse a Fortaleza donde levantó una casa en la chacra de sus abuelos con el fin de criar a sus hijos y alimentarlos a base de su propia huerta y de sus animales. “Raquel es hija de un matrimonio de la zona, son Carlitos y Rosa. Ella tenía varios hermanos, 6 o 7 que ahora viven todos acá en Paraíso. A principios de este año se mudó a la colonia a la chacra de los abuelos porque pretendía tener sus cosas, sus plantas y animales porque pretendía alimentar a los chicos”, aseguró Quintana.

Sobre la relación que Raquel con su expareja, Quintana dijo que los familiares comentaron que convivieron durante tres meses pero que la mujer decidió terminar porque el hombre tenía un trato muy bruto. “Los parientes nos dijeron que ella se cansó porque él era bruto en el trato. Ellos Vivian en Paraíso y ellos terminaron la relación”, sostuvo y agregó que al sujeto lo conocía de vista de la colonia y que tiene entendido que trabajaba como changarín o en la tarefa y que era  muy responsable en sus labores. “Para nosotros es un golpe muy duro porque nadie se esperaba una cosa como esta”, lamentó el director de la escuela quien reveló que hace pocos días conversó con Raquel cuando la mujer se acercó a la escuela para pedirle que la lleve en su auto hasta el pueblo.
SGF

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