Estamos celebrando la Semana de la Lactancia Materna y, además de promoverla como la base de una vida saludable, el objetivo de este evento anual es informar a la población sobre los beneficios de la leche materna y derribar tantos mitos que hay en relación a la temática.
Si bien son muchos los estudios que avalan los beneficios que ofrece la lactancia materna, tanto para el niño como para la madre, hay mucha información entre nosotros que son erróneas, circulan de boca en boca, en las familias, entre amigos, vecinos, etc. y, lejos de contribuir a ayudar a la mamá y al bebé, dificultan este proceso tan especial desde todos los aspectos, por un lado, lo nutricional, pero, también, el vínculo emocional y psicológico que ocurre entre la madre y su hijo.
Dentro de los mitos más comunes en nuestra región se encuentran:
“Las mujeres con pechos pequeños no pueden amamantar o no tienen suficiente leche”: El tamaño de los pechos no influye en la lactancia, debido a que el proceso ocurre gracias a las glándulas mamarias y otras, que secretan ciertas hormonas encargadas de estimular la producción de leche, y esto es así en todas las mujeres, sin importar el tamaño del pecho o contextura corporal.
“Mi leche es de mala calidad y no alimenta bien a mi hijo/a”: todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y de la demanda, es decir, cuanto más amamante, mas leche producirá, con todos los nutrientes que necesita el bebé.
“El calostro (la leche que la madre produce en los primeros tres días después del parto) debería ser desechado porque es un agua, de mal sabor o hace mal”: El calostro no se debe desechar porque contiene muchos nutrientes y factores de defensa que fortalecen el sistema inmunológico del bebé. Es como una vacuna. Su color y aspecto es por el contenido de vitaminas (beta carotenos), proteínas, minerales y anticuerpos que posee, y son fundamentales para el niño.
“La mamá debe tomar mucha leche o cerveza negra para producir más leche”: No existe ninguna relación entre el consumo de leche de la madre y su producción de leche materna, al igual que el caso de la cerveza. Si bien, es importante un adecuado aporte de calcio en la alimentación, el mismo puede provenir de cualquier alimento fuente de dicho mineral. Lo más importante es que la madre tenga una alimentación saludable y una correcta hidratación con agua.
“Si el niño comienza a comer ya puedo dejar la lactancia”: durante los primeros 6 meses el niño debería recibir solamente leche materna, ya que la misma le aporta todos los nutrientes, incluso el agua, que el bebé necesita hasta esa edad. A partir de allí, recién el niño se encuentra con su sistema digestivo apto para recibir otros alimentos, pero sin necesidad de dejar la leche materna, al contrario, se debe complementar hasta los 2 años.
“Le voy a dar el pecho hasta que empiezo a trabajar”: el hecho de que la mamá trabaje no significa que se deba interrumpir la lactancia. Actualmente contamos con un aval legal: «Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por un lapso más prolongado.» Ley 20744 de Contrato de Trabajo, art. 179.
En caso de que la madre viva lejos del trabajo y no pueda tener a su bebé para los momentos permitidos, se puede extraer la leche y dársela al niño durante el día. La leche extraída se puede almacenar en heladera hasta 4 días, en congelador común no más de 2 semanas, en freezer hasta 6 meses y a temperatura ambiente hasta 4 horas, y se debe calentar a baño María al momento de la toma.
Espero haber contribuido con las mamás, sobre todo aquellas primerizas, que lógicamente, tienen dudas y ciertos miedos en relación a cómo cuidar y alimentar a su hijo de la mejor manera. Es importante consultar siempre al pediatra o nutricionista para obtener datos certeros y así evitar errores gracias a la falsa información que circula en la sociedad.
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P. n° 147