Monseñor Martínez: «Celebrar la vocación, es celebrar el amor de Dios»

La Iglesia católica conmemoró este domingo el 160 aniversario del fallecimiento de San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, patrono además del Seminario Diocesano. El Obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez presidió la celebración eucarística, concelebrada de manera especial por el obispo de la Diócesis de Iguazú, Monseñor Marcelo Martorell, sacerdotes de la provincia, formadores del seminario, diáconos, seminaristas y por supuesto el pueblo de Dios compuesto por las familias de los seminaristas, familias de amigos.

Durante la jornada, el Seminario abrió sus puertas para recibir a todos, agradecer primero en la eucaristía y después compartir el tradicional almuerzo en el patio junto a las familias.

Durante la homilía,  Monseñor Martínez, remarcó la enorme alegría de poder celebrar las Fiestas Patronales del Seminario y sobre todo el poder “decirle Amén a Dios, con un profundo agradecimiento, porque es el Señor de la historia y nos va acompañando en nuestra historia”. Además, destacó la importancia de nuestro Seminario, porque es un lugar emblemático y clave para la Evangelización del pueblo de Dios.

KODAK Digital Still Camera

«Qué lindo es poder celebrar hoy como familia diocesana en este lugar. Hoy se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del Santo Cura de Ars, nuestro patrono, el patrono del seminario, un ejemplo de vocación y de perseverancia», dijo Martínez.

«Queremos decirle un Amén a Dios como muestra de profundo agradecimiento, porque él nos va acompañando y es ejemplo de muchos jóvenes. Qué bueno es celebrar la Eucaristía en este lugar, y que el seminario hoy pueda llegar a toda la provincia, gracias a los medios de comunicación que están transmitiendo en vivo», añadió.

«Celebramos en el seminario, en primer lugar queremos subrayar todo lo que significa este lugar, es un lugar emblemático y clave para la acción evangelizadora de la iglesia, de nuestra provincia y de la región. Qué bueno es estar acá en esta fiesta, queremos agradecer a los sacerdotes, pero de manera especial a mi hermano, el Obispo Monseñor Marcelo Martorell por venir a celebrar esta fiesta y a los muchachos que viven acá y a diario experimentan el llamado a la vocación», sostuvo.

«Ese es el Señor y allí está nuestra respuesta. Este es un llamado que Dios nos va a haciendo a cada uno de nosotros. En el Evangelio nos narra cómo fue llamando a los apóstoles y hoy podemos ver como lo sigue haciendo con cada seminarista. Es Dios, que nos pone frente a la gratuidad de su llamado, Dios siempre llama al que Él quiere. Dios llama porque ama; llama y nos da una misión. Ese es el ministerio ligado a los apóstoles, a los sacerdotes por supuesto. Es importante que recordemos todos que los sacerdotes son íntimos colaboradores de los obispos y eso es importante que no nos olvidemos,  porque ese también es el llamado del servicio a Dios. Amar con misericordia es la tarea, la Iglesia quiso ponerlo de patrono de los sacerdotes al Cura de Ars, este hombre que en apariencia no hizo grandes cosas y que le fue difícil el ministerio. Dios le señalaba acciones que eran muy profundas, él tomó la antorcha de la oración y de la penitencia», finalizó.

 

CP-AD

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas