Habló la familia de la joven que fue asesinada de un tiro en el ojo: «Su ex la tenía amenazada»

El acusado del femicidio, Mario Rodríguez, intentó suicidarse en la celda. Antes de ser arrestado dio distintas versiones y dijo que habían jugado a la «ruleta rusa» en un hotel, pero la policía no le creyó.

Gabriela Tamara Salas tenía 23 años y era mamá de una nena de cuatro. Desde que se puso de novia con Mario Rodolfo Rodríguez, su vida se transformó en un infierno en el que era víctima de reiterados episodios de violencia de género, según denunció su familia. Un día, la joven no aguantó más y decidió poner fin a la relación, pero los maltratos y las amenazas no cesaron. El lunes, el acusado la levantó «de los pelos» a su moto y la llevó a un hotel alojamiento de Tucumán.

Horas después, la chica llegó herida a un hospital con un disparo en el ojo y murió a las pocas horas. El hombre quedó detenido acusado de femicidio.

«Ella lo había denunciado a él en varias ocasiones porque la amenazaba, no la dejaba salir de su casa y a su trabajo la iba a buscar con un arma. Además, le quitaba su nena y se la llevaba sin avisar», aseguró la hermana de la víctima, Yanina Salas. «Tamara hizo la denuncia por violencia de género, pero él la seguía esperando en la vía pública. Nunca le dieron una orden de restricción», agregó.

En diálogo con TN, contó que el lunes pasado la víctima «no se subió por su voluntad» a la moto que manejaba Rodríguez con destino a un hotel alojamiento. De acuerdo a los testigos del hecho, el hombre la interceptó cuando estaba en una plaza y se la llevó «de los pelos» frente a los vecinos. «Ya habían ocurrido situaciones en las que ella estaba sola y él la iba a buscar y se la llevaba. La perseguía todo el tiempo a su lugar de trabajo», indicó Yanina.

El femicidio comenzó a investigarse cerca de las 20 del lunes, cuando Salas fue llevada al hospital Padilla de la capital tucumana con una grave herida de bala en el ojo izquierdo que, finalmente, le provocó la muerte. La chica había sido trasladada al lugar por su expareja. Inicialmente, el hombre le contó a la policía que fueron interceptados por dos ladrones mientras viajaban en moto y uno de los asaltantes le disparó en la cabeza.

Mientras la policía investigaba el hecho, el dueño de un hotel de la capital tucumana se presentó en una comisaría de la zona para denunciar un hecho sospechoso que una empleada de limpieza del lugar había presenciado. La mujer le contó que una pareja había salido en moto de su establecimiento y que llegó a ver que una chica que iba como acompañante estaba desvanecida con una herida en el rostro. Luego, al revisar la habitación, se encontró con unas zapatillas y manchas de sangre.

Con estos nuevos datos, el sospechoso volvió a ser interrogado y dio otra versión de lo sucedido: dijo que le disparó a la chica cuando ambos jugaban a la «ruleta rusa» dentro del hotel. Ante la nueva versión el hecho, la Justicia dispuso el arresto del hombre.

Los investigadores informaron que Rodríguez intentó ahorcarse con el cordón de su campera en la celda donde estaba detenido, por lo que debió ser hospitalizado. En tanto, la autopsia del cuerpo de la víctima reveló que la joven que había sido previamente golpeada.

Fuentes judiciales informaron a este medio que los padres de Rodríguez fueron demorados por encubrimiento porque después del disparo en el hotel , el hombre llevó a la joven a la casa de ellos, donde estuvo alrededor de media hora. Luego, con la ayuda de sus papás, la habría cargado en su auto para llevarla al hospital. Sin embargo, en el trayecto, el acusado contó en su declaración que se quedó sin nafta y la trasladaron en un taxi. Tanto los dos vehículos como el arma homicida fueron secuestrados.

(TN)

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