El dólar se vende a 44,80 pesos en Posadas

Es el valor promedio de la moneda en casas de cambio de la capital misionera. Pese a la revaluación de la divisa de las últimas jornadas (ayer perforó los $45 y cerró a $45,06), el mercado piensa que no habrá turbulencias serias luego de las elecciones del 11 de agosto. Aun con una victoria de la oposición. Se descarta que habrá una orden oficial al BCRA para que utilice todas las armas y herramientas disponibles para contener la divisa en caso de una mayor tendencia a dolarizar carteras. Si el triunfo es del oficialismo, o si éste sufre una derrota escueta, el panorama mejoraría.

 

 

Es altamente probable que la cotización del dólar se mantenga estable tras las elecciones primarias. Si el resultado de las PASO mostrara una diferencia a favor de la fórmula presidencial del oficialismo, el escenario que prevé el mercado es el de una descompresión de las tensiones cambiarias. Lo mismo ocurriría si las urnas revelaran una diferencia nula o mínima a favor del principal ticket opositor de los Fernández, Alberto y Cristina.

 

 

 

 

 

Pero aún si el recuento de los sufragios llegara a mostrar un saldo positivo del Frente de Todos, sin importar cuánto, capaz de alterar el ánimo de los inversores, tampoco habría un salto en el precio del dólar, ni un aumento de la volatilidad. Pese a que los analistas y operadores esperan una mayor tendencia a la dolarización.

 

Ya lo habían señalado el ministro Nicolás Dujovne, lo ratificó el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y ayer lo enfatizó el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis.

 

No son los argumentos ya esgrimidos, tales como el superávit comercial, la reducción del déficit fiscal o la solidez del plan económico, opinables tanto en lo referido a la “solidez” como en el calificativo de “plan” o en la definición del déficit, que solo considera el primario.

 

Tampoco es que vayan a llover dólares del campo, ya que la exportación de cereales y oleaginosas está liquidando un promedio de u$s 100 millones diarios. Unos u$s 2.000 millones por mes, cifra que tendería a reducirse a partir de agosto, cuando finaliza la temporada de ventas de la cosecha gruesa y particularmente de la soja.

 

No es tampoco la menor demanda de empresas para el segundo semestre que prevé Sandleris. Ni la estimación del titular del BCRA de que la dolarización ya se produjo el año pasado en medio de la corrida cambiaria que disparó la cotización del dólar de 17 a más de 40 pesos.

 

De hecho, la demanda por coberturas, compra de importadores y desarme de posiciones resultan superiores a la oferta y los precios de la divisa se mantienen firmes, pese a la intervención del Central en el mercado de futuros, vendiendo en todos los plazos que tiene disponibles.

 

La verdadera razón es la siguiente: en caso de una victoria de FF sobre la fórmula Macri-Pichetto que pudiera alterar a los mercados, el Banco Central tendría previsto utilizar todas las herramientas que tiene disponibles para neutralizar la presión sobre la divisa norteamericana.

 

Esto significa que no solo seguiría elevando la tasa de interés de las Leliq, que ayer se consolidó por encima de 60% anual, y retirando liquidez del mercado (entre lunes y martes, absorbió 98.000 millones de pesos, equivalentes al 7% de la base monetaria). E interviniendo en el Rofex, para lo cual tiene margen para vender contratos por más de 5.500 millones de dólares de acá en adelante.

 

El BCRA continuará licitando los u$s1.200 millones mensuales por cuenta y orden del Tesoro y, además, tiene licencia del FMI para intervenir en el mercado de contado sin necesidad de previo aviso y sin límite con las reservas de libre disponibilidad, para el caso de que se presentaran alteraciones que sean consideradas disruptivas, entendiendo por tales, las que sobrevengan de fuentes ajenas a lo económico. Léase, alteraciones derivadas de interpretaciones o expectativas políticas.

 

Desde la Casa Rosada confían en llegar a las PASO con un dólar calmo, sea cual fuera el camino para lograrlo. Ni el costo que represente. La inteligencia es que si la cotización de la divisa norteamericana se mantiene estable, mejoran las chances electorales del presidente Macri.

 

Por lo tanto, la prioridad no escrita del oficialismo es llegar al 11 de agosto con el dólar sosegado y hacer todo lo posible para mantener esa condición hasta octubre. Herramientas tiene el BCRA para operar ante una eventual disrupción por factores políticos y un aumento de la dolarización de portafolios. Todo dependerá de la pericia y oportunidad para utilizarlas y del grado de presión que encuentre del lado de la demanda.

 

Un desafío que puede ser importante, teniendo en cuenta que quedarán más de dos meses desde las PASO hasta las generales. Y otro mes más para una eventual segunda vuelta.

 

FUENTES: Dos Arroyos Casa de Cambio – Ámbito Financiero

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