Lo asesinaron a pedradas durante una discusión de tránsito: «Estaba muerto y lo seguían pateando»

La víctima tenía 19 años y fue salvajemente atacado por dos ocupantes de un auto que lo había rozado, en Villa Luzuriaga, Buenos Aires. El desesperado pedido de su padre.

Villa Luzuriaga (Buenos Aires)  fue escenario de un atroz crimen durante el fin de semana, después de que dos personas asesinaran salvajemente a un joven de 19 años tras una discusión de tránsito. Uno de ellos está detenido, mientras que el otro está prófugo. El padre de la víctima exigió que se entregue. «Hubo una escalada de violencia, mi hijo estaba muerto y lo seguían pateando», afirmó.

Mauricio es el padre de Lautaro Villaverde, el joven que el sábado por la tarde fue agredido brutalmente hasta que lo mataron. En diálogo con TN, el hombre relató cómo asesinaron a su hijo. Explicó que el joven se dedicaba a la venta de sábanas y que al momento del crimen circulaba por la zona en su auto. Se detuvo en un semáforo, a la espera de poder avanzar.

«Cuando el semáforo se pone en verde arranca y, en ese momento, pasa otro auto a gran velocidad y lo roza. De ese vehículo bajan el conductor y el acompañante. Se genera una discusión en la que se produjo una escalada de violencia, al punto que uno de ellos le tira un adoquín al auto de Lautaro», explicó el hombre. Luego volvieron a su auto y se fueron.

Poco después, pasaría lo peor. «Al rato vuelven: le dieron tres puntazos a mi hijo y le aplastaron la cabeza con unadoquín. Lo dejaron muerto en la calle», se lamentó el hombre, que explicó que los agresores son del barrio y que cuando se dieron cuenta de a quién habían matado, huyeron del lugar.

El hombre asegura que no había antecedentes de conflicto entre los agresores y su hijo y que en el ataque hubo «una escalada de violencia a niveles increíbles». «Ya estaba muerto, pero le seguían pegando patadas en la cabeza. Lo dejaron muerto en la calle», afirmó.

Dijo que hay un sospechoso detenido por el crimen mientras que el otro está prófugo, y exigió que se entregue. «Lo que hicieron no tiene nombre, dejaron sin padre a una nena de cuatro meses y a otra de dos años. Mi hijo vivía para su familia. La persona que está prófuga de debe estar refugiada en algún lado, y debe entregarse»,reclamó.

Se refirió a su hijo como «un ser de luz, una persona que iluminaba el lugar donde estaba, un ser maravilloso, muy compañero, muy laburador». «Somos gente de trabajo, nadie se merece algo así. Menos mi hijo, que una gran persona», afirmó.

(TN)

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